La fiesta termina para las telecos europeas con aspiraciones imperiales

El Mobile World Congress constató que la gran fiebre de fusiones entre las operadoras europeas pierde fuelle ante la severidad de Bruselas

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La actividad de fusiones y adquisiciones que ha caracterizado al mercado europeo de las telecomunicaciones en los últimos años podría estancarse pronto, pese a que Orange parece dispuesta a sellar un acuerdo para comprar el negocio de su competidora Bouygues Telecom por 10.000 millones de euros.

Aunque el presidente ejecutivo de Orange, Stéphane Richard, cree que la llamada convergencia de las redes fijas y servicios móviles sigue siendo clave para el crecimiento, los analistas del sector han señalado la creciente preocupación de los reguladores por una reducción de la competencia, mientras que las diferencias entre los mercados individuales significan que la integración transfronteriza podría resultar inviable.

«Las empresas que sólo están en el negocio fijo o móvil sólo tendrán dificultades si quieren seguir siendo competitivas en Europa», dijo Richard en la reunión anual del Mobile World Congress en Barcelona. «Tenemos este tipo de debate acerca de la consolidación en Europa porque existe una cuestión de convergencia». El deseo de ampliar el atractivo para los clientes que desean un solo operador para múltiples servicios se puso de relieve la semana pasada con una alianza entre Vodafone y la compañía de cable Liberty Global.

Las dos empresas buscan combinar sus negocios holandeses para crear un paquete fuerte de TV, Internet de banda ancha y móvil. Del mismo modo, el grupo británico BT Group compró EE a Orange y Deutsche Telekom por 12.500 millones de libras con el fin de crear una única red integrada que ofrezca una combinación de servicios de telecomunicaciones y televisión.

Inquietud entre los reguladores

Sin embargo, las autoridades de competencia están cada vez más nerviosas sobre el número cada vez menor de operadores en algunos países. La propuesta de adquisición de O2 (de Telefónica) por CK Hutchison Holdings en el Reino Unido no fue precisamente aplaudida por la dirigente del regulador de telecomunicaciones británico Ofcom, Sharon White, quien habló de los riesgos potenciales para la inversión y los precios en un artículo del Financial Times este mes.

Hutchison recibió también este mes una lista de objeciones de las autoridades antimonopolio de la Unión Europea (UE) sobre un acuerdo que crearía el mayor operador móvil del Reino Unido, dijo una persona familiarizada con el asunto. Las autoridades de la UE están ansiosas por evitar una repetición de la situación que se produjo tras la adquisición, por 1.300 millones de euros de Orange Austria por Hutchison en 2013. Ese acuerdo dio lugar a aumentos de precios de más del 30% para los usuarios de móviles, según el regulador de telecomunicaciones de Austria.

El mayor rigor de los reguladores de competencia quedó patente en septiembre, cuando una propuesta de fusión de Telenor y TeliaSonera en Dinamarca se retiró después de que la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, expresara preocupaciones sobre un impacto alcista en los precios para los consumidores, lo que supuso la primera vez que un acuerdo de este tipo es bloqueado desde que las empresas de telecomunicaciones comenzaran su ola de fusiones hace tres años.

Podría pensarse que estos obstáculos para los acuerdos nacionales aumentan las perspectivas de consolidación paneuropea entre los más de 30 operadores de la región, pero los riesgos y la complejidad de tales megafusiones las hace poco probables.

¿Descartaría algo completamente estúpido?

«No somos los Estados Unidos de Europa. Hay muy pocas sinergias entre los países a día de hoy», dijo la analista de BNP Paribas Agathe Martin. «Los servicios de contenidos son específicos para cada país y las cuestiones sociales crean dificultades, por no hablar de los diferentes marcos regulatorios». Uno de los resultados para las empresas de telecomunicaciones europeas es una posible caída en las valoraciones en bolsa.

«No es buen momento para comprar acciones de telecomunicaciones», dijo el analista de Natixis Jacques de Greling.»Estamos llegando a un pico de valoración que se debe esencialmente a la actividad de fusiones en el mercado nacional. Se acabará pronto, ya que no habrá nada más que consolidar después de que el número de operadores se reduzca a tres en cada mercado y teniendo en cuenta que no hay ningún operador de cable que comprar».

De Greling estima que los ratios PER (precio en bolsa frente a beneficios) para el sector europeo en las telecomunicaciones son de aproximadamente 1,3, en comparación con un promedio histórico de 0,9 para el mercado en general. Sin embargo, el mundo de las fusiones dista mucho de ser una ciencia exacta y una gran adquisición no estaría fuera de los límites de lo posible.

«¿Descartaría que alguien haga algo completamente estúpido? No», dijo Wolfgang Bock, especialista en telecomunicaciones de Boston Consulting Group. «Siempre se pueden encontrar grandes egos que ignoran las realidades económicas para construir un imperio. Los forjadores de imperios podrían regresar en algún momento», dijo.

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