Barceló advierte a Subías por generar falsas expectativas con Orizonia
Entorno familiar y dirigentes históricos señalan la convivencia del consejero delegado con Carlyle
La intrahistoria del fiasco en la venta de Orizonia es el relato de las falsas expectativas públicas generadas en torno a la operación. El capítulo ha costado una seria advertencia de Barceló a Gabriel Subías, el consejero delegado de las agencias de viaje y encargado de negociar con Orizonia, su antigua empresa.
El directivo planteó en el último consejo de administración de Barceló la exploración de ciertos activos de Orizonia. La maniobra de aproximación fue autorizada informalmente por los co presidentes, Simón Barceló Tous y Simón Pedro Barceló Vadell. Días más tarde, ambos se vieron inducidos a la compra total como única opción y entregados a la presión mediática derivada de la continuidad de miles de puestos de trabajo. Se dio por hecho, incluso, que el banco de inversiones Lazard asesoraba la operación.
La absorción completa de Orizonia es una operación inapropiada, según el punto de vista de los cabezas visibles de la familia empresarial. Los argumentos son el volumen de capital, el negocio meramente español y la escasa orientación al comercio electrónico. El único activo en este ámbito, Rumbo, se vendió hace un mes. Ni estratégica ni financieramente, la compra de Orizonia encajaba a los Barceló, por muy barata que fuera, y la operación planteada por Subías internamente tenía poco que ver con la exteriorizada y asumida por los fondos de inversión y la prensa.
Convivencia
Tous y Vadell frenaron in extremis la negociación al comprobar que no seguía los derroteros marcados por el consejo de administración. Abortaron la operación el mediodía del jueves, como respuesta a las maniobras de su directivo, con supuestas filtraciones a la prensa económica de Madrid incluidas. La corrección culmina el viernes por la tarde, cuando el grupo turístico manda un escueto comunicado con el que, a pesar de todo, atribuye a Orizonia el rechazo de la oferta. Los Barceló lograron desviar la atención tras una carta de Fernando Conte remitida a su plantilla el jueves por la tarde en la que trasladaba la decisión final sobre la compra a Tous y Vadell.
El entorno familiar y el grupo de directivos históricos de Barceló aseguran esta versión a 02B. “Subías ha demostrado un interés excesivo, una convivencia con Carlyle y una iniciativa con la prensa totalmente impropia para Barceló y sus directivos”, declaran. En los despechos presidenciales se intuye el hartazgo hacia el consejero delegado de las agencias de viaje. “No está cumpliendo las expectativas de negocio, de crecimiento orgánico, como gusta a la compañía. Siempre propone adquisiciones, pero el día a día es lo que cuenta”, relata un miembro del consejo bajo condición de anonimato.
Futuro incierto
Subías posee una trayectoria profesional basada en las operaciones corporativas. Coetáneo del propio Simón Pedro Barceló y otros empresarios del turismo español –como Sebastián Escarrer (Sol Meliá)–, todos ellos nacidos el 1966 y oriundos de Palma de Mallorca, fue consejero delegado de Orizonia, la empresa que ahora recomendaba comprar por 60 millones, antes de fichar por Barceló. La voracidad empresarial marca las cartas de su pasado. Adquirió Viajar y Rumbo y los touroperadores Cóndor Vacaciones y EV Emprender para Orizonia con el visto bueno de The Carlyle Group y Vista Capital, los dos fondos que desplazaron a la familia Fluxa de la antigua filial de Iberostar a cambio de 900 millones.
La compleja estructura de la deuda de Orizonia responde a su gestión. Los prácticamente 575 millones que debe el grupo presidido por Conte se dividen en tres paquetes subrogados, en su mayoría, en el mercado secundario internacional y que se reparten hasta 30 entidades distintas. Este lunes decidirán si se fuerza el concurso de acreedores, al que Orizonia parece estar condenado. Sólo The Carlyle Group puede frenar la decisión inyectando tesorería. Entre tanto 5.000 empleados esperan la nómina de noviembre, el futuro de sus empresas se decide en última instancia en Washington. Más cerca, en la villa de los Barceló, la continuidad de Subías genera intensos debates.