El mundo onírico del Jardín de las Delicias se vuelve digital
Artistas de los Países Bajos presentan una versión digital de la obra de El Bosco, donde los personajes de los tres paneles cobran vida con los miedos del siglo XXI
La belleza etérea del paraíso y las criaturas torturadas del infierno que concibió El Bosco hace 500 años vuelven a la vida, pero adaptadas a la cara y cruz del siglo XXI.
Esa es la audaz propuesta del colectivo neerlandés Smack, que presentó una versión digital de El Jardín de las Delicias en Seúl.
La obra, llamada Speculum, se compone de tres paneles de definición 4K donde, una legión de seres extraños reviven e interactúan en un video de tres minutos que se repiten de manera continua.
De un panel a tres
El origen de este cuadro interactivo fue un encargo del Museo Stedelijk de los Países Bajos, que en 2016 propuso a los artistas Ton Meijdam, Thom Snels y Béla Zsigmond crear una obra que homenajee a El Bosco en el 500 aniversario de su nacimiento.
Los tres paneles muestran un video de ultra alta definición donde las criaturas, inspiradas en El Jardín de las Delicias, cobran vida propia por la tecnología 3D
Así crearon una versión del panel central, el Jardín de las Delicias, realizada con tecnología 3D. Y gracias al apoyo de la Colección Solo, de Madrid, en 2019 fueron creados los cuerpos laterales: el paraíso y el infierno.
Como El Bosco pero en el siglo XXI
La composición es similar al paisaje onírico del maestro flamenco, pero lo que cambian son los personajes y el entorno, plagados de metáforas a la vida social, la tecnología, el capitalismo y la relaciones sociales en pleno 2021.
El Edén se presenta como la contracara de Silicon Valley, un oasis de colores pastel y tonos saturados que recuerdan a un parque temático, donde se ve a formaciones como arbustos llenos de ojos, fetos flotando en el aire, un retrato que asemeja a Bach creado con espuma y plantas acuáticas con tentáculos, con un Adán y una Eva asexuados en el centro.
Los peores miedos
En la relectura del Jardín de las Delicias, el panel central, se puede ver una torre gigante en forma de pene, rodeada de caballos de formas fálicas, con islas pobladas de cabezas calvas, una madre que en un vestido de fiesta deja salir a sus hijos recién nacidos, y criaturas como el ‘autobuscador’ (una persona con dos cuerpos y cabezas que se besa a si misma, una metáfora del egocentrismo).
En el infierno las redes sociales y las nuevas tecnologías se transforman como métodos de tortura
El infierno, como cabe esperar, es “la proyección de nuestros peores miedos” dicen en el colectivo Smack, donde un hashtag de gran tamaño funciona como instrumento de tortura medieval, con seres encerrados en cápsulas transparentes, un Cristo crucificado en una estructura metálica y con monstruos con mosaicos de logos de redes en la cabeza.
Llegará a Madrid
Esta obra se podrá ver en octubre en el Matadero de Madrid, cuando sea protagonista de la exposición El jardín de las delicias, un recorrido a través de las obras de la Colección Solo.
En ella, diversos artistas ligados a la colección como Mario Klingemann, Miao Xiaochun o Cassie McQuater revisarán bajo su visión personal el fascinante e inagotable cuadro de El Bosco.