Los dibujos inéditos de Kafka ven la luz tras décadas de oscuridad

Kafka realizó cientos de dibujos que pidió destruir tras su muerte. Su amigo Max Brod los rescató y, tras una azarosa historia, se publican por primera vez

Galaxia Gutenberg publica los dibujos inéditos de Kafka. Foto: Alejandro García | EFE.

Novelas, relatos cortos, cartas, aforismos, escritos autobiográficos… aunque pueda parecer que sabemos todo lo que Franz Kafka hizo en su vida, quedaban cosas inéditas. En concreto dibujos, una faceta poco conocida del escritor alemán. Él mismo pidió que todos fueran destruidos a su muerte y, sin embargo, ahora ven la luz recopilados en un volumen que publican siete editoriales simultáneamente.

Hasta hoy, la única publicación con sus dibujos era Había una vez un gran dibujante. Franz Kafka como artista plástico, de Niels Bokhove y Marijke van Dorst (Utrecht, 2002), que reproducía 41 de sus creaciones.

El nuevo libro incluye aquellos 41 dibujos más otros 110 inéditos.

7 Editoriales de 7 países

Galaxia Gutenberg, que cuenta en su catálogo con las obras completas de Kafka, es la editorial española que ha participado en el proyecto, junto a la alemana C.H. Beck Verlag, la italiana Adelphi, la norteamericana Yale University Press, la francesa Cahiers Dessinés, la polaca Wydawnictwo Literackie y la holandesa Atheneum.

El libro es resultado de la colaboración de 7 editoriales de 7 países. Foto: Alejandro García | EFE.

Para el editor Joan Tarrida, estos dibujos eran “lo último inédito” que quedaba por publicar de Kafka, que “dibujó ya desde sus tiempos en la Universidad Alemana de Praga, especialmente entre 1901 y 1907, y además con ambiciones artísticas”.

A su muerte, sin embargo, el autor de El proceso no solo quiso destruir su legado literario, sino también todos sus dibujos, que fueron salvados por su amigo Max Brod en un periplo casi cinematográfico huyendo de los nazis desde Praga hasta Palestina pasando por Constantinopla con varias maletas con los dibujos y los manuscritos de los libros.

«Kafka dibujó ya desde sus tiempos en la Universidad Alemana de Praga, especialmente entre 1901 y 1907, y además con ambiciones artísticas»

Joan Tarrida

El largo viaje de los dibujos de Kafka

A la muerte de Kafka en 1924, los dibujos quedaron en manos de Brod y en las dos sobrinas del creador de La metamorfosis que sobrevivieron al Holocausto.

Brod, ya en Palestina, dejó el legado de las sobrinas a la editorial Schocken, que había tenido sede en Berlín y que en 1934 ya había comprado todos los derechos de publicación a la madre de Kafka, y su legado en un banco de Tel Aviv.

Dibujos de Kafka. Foto: Alejandro García | EFE.

Sin embargo, cuando en 1956 estalló la crisis del Canal de Suez, temiendo un ataque al estado de Israel o incluso su desaparición, decidió depositar los fondos en cuatro cajas fuertes de un banco de Zúrich, donde la mayoría de los dibujos debían permanecer durante los siguientes 63 años.

En 1961, según cuenta Tarrida, las sobrinas decidieron depositar su parte en la biblioteca Bodleiana de Oxford -donde aún permanece-, mientras que Brod los legó a su secretaria, Ilse Ester Hoffe.

En su poder desde 1968, Hoffe se resistió a que los dibujos fueran publicados, aunque no por falta de interés, ya que el propio Brod había abierto la puerta al vender dos dibujos al Museo Albertina de Viena.

Entre el expresionismo y el arte japonés

39 años después Hoffe moría con 101 años y arrancaba una disputa legal sobre las partes del patrimonio de Kafka que todavía estaban en su poder, basándose en una cláusula del testamento de Brod en la que decía que los dibujos, que estaban en el banco de Zúrich, debían ser depositados físicamente en la Biblioteca Nacional de Israel.

Los dibujos de Kafka llegaron a manos de los investigadores en 2019 culminando un periplo que ahora cristaliza en este libro

La biblioteca israelí ganó el contencioso en 2019 y fue entonces cuando los dibujos se pusieron a disposición de los investigadores.

El periplo cristaliza en este nuevo volumen de 150 dibujos, incluidos algunos del Archivo de literatura alemana de Marbach, desde su primer cuaderno de 1901 hasta el último dibujo, fechado en 1924, en el que aparece Dora Diamant, la actriz polaca y amiga que acompañó a Kafka en sus últimos días.

Joan Tarrida, editor de Galaxia Gutenberg, con la obra. Foto: Alejandro García | EFE.

Según Tarrida, “los dibujos de Kafka, como su escritura, están muy ligados a su tiempo, en este caso al expresionismo, pero también al arte japonés”.

Nuevo volumen de cartas

En la obra, el investigador Andreas Kilcher destaca que abundan “las figuras humanas, pero también seres mitad animal y mitad humano, a menudo captadas con unos pocos y diestros trazos”.

Se trata, añade Kilcher, de unos dibujos que “van de lo realista a lo fantástico, de lo grotesco a lo inquietante, algunos parecen carnavalescos o caricaturescos”.

Galaxia Gutenberg, anuncia Tarrida, prepara, por otra parte, para 2022 un segundo volumen con la correspondencia de Kafka correspondiente a los años de la I Guerra Mundial (1914-1918).

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