El sorprendente museo chino con forma de ola

En la costa de Tianjin un museo de arte presenta un innovador diseño de formas curvas recubierto por miles de placa de aluminio

El Museo La Ola, otra muestra de la arquitectura de vanguardia en China Foto: Caain

Casi cada día China sorprende con diseños de edificios que atraen por su audacia e innovación. En esta ocasión, se trata de Shimao-The Wave, un museo y centro cultural con forma de ola que homenajea al mar.

El edificio de 3.563 metros cuadrados fue diseñado por Lacime Architects, que proyectó la estructura para ser montada en la Zona Nueva de Binhai, en la costa este de Tianjin (una importante ciudad portuaria en el noreste del país).

El centro La Ola se integra con el agua del mar. Foto: Caai
El centro La Ola se integra con el agua del mar. Foto: Caai

Una ola y una gota que cae

La idea era integrar el museo al mar, y para ello realizaron un diseño que combina una forma de ola con la de una gota que estalla a tocar la superficie.

Este centro se divide en tres sectores: el museo de arte llamado Ola, un teatro al aire libre y un espacio público, conectados por una playa que rodea a las instalaciones, lo que da la sensación que el edificio está flotando en sobre la superficie acuática.

La fachada está recubierta por 13.000 placas de aluminio. Foto: Caii
La fachada está recubierta por 13.000 placas de aluminio. Foto: Caii

El diseño del centro Shimao-The Wave recuerda a una ola, pero también a una gota que acaba de romper tras tocar la superficie

En el centro Shimao-The Wave se montaron tres terrazas al aire libre con vistas al mar, que busca que los asistentes tengan un espacio de desconexión y relax y puedan escuchar los sonidos de la naturaleza.

13.000 placas en la fachada

La estructura externa está recubierta por 13.000 placas de aluminio, colocadas con la tecnología BIM, de manera que tengan una textura rítmica que derive en una espiral ascendente.

El interior será un homenaje a los diferentes estados del agua. Foto: Caii
El interior será un homenaje a los diferentes estados del agua. Foto: Caii

Esta fachada presenta sutiles cambios de color conforme el sol se refleja desde diferentes ángulos a lo largo del día.

Conforme pasan las horas la fachada cambia ligeramente de color por las 13.000 placas de aluminio de la cobertura

En tanto una piscina situada alrededor de la estructura central juega con los reflejos que se proyectan en los triángulos de aluminio.

Este diseño de cáscara logra que el interior del edificio, que se eleva hasta los 30 metros, no tengan columnas en su interior.

Recuerdos del agua

En las diferentes estancias la estética recuerda a los tres estados del agua, para crear un ambiente suave y relajado.

El interior recibe una generosa cuota de luz externa gracias la pantalla de vidrio que recubre la fachada desde el suelo hasta el techo.

La estructura carece de columnas. Foto: Caii
La estructura carece de columnas. Foto: Caii

El primer piso, por ejemplo, es un espacio circular de ocho metros de alto, donde no hay obstáculos en la llegada de los rayos del sol.

En tanto el vestíbulo presenta una cortina de agua y acero inoxidable, que otorga una experiencia visual y táctil elegante y silenciosa.

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