El arte callejero y rebelde de Phil Frost desembarca en Málaga

Comenzó como artista urbano en la Nueva York de los 90 y saltó a las galerías con su arte revulsivo y sus obras creadas con desechos. El CAC de Málaga acoge su primera retrospectiva en Europa

Phil Frost inaugura en Malaga su primera retrospectiva en Europa. Foto: Álvaro Cabrera | EFE.

Completamente autodidacta, Phil Frost fue uno de los primeros en concebir la ciudad como un enorme lienzo. Allí, en las calles de su Nueva York natal, coincidió pintando en los años ochenta con artistas como Basquiat. Más tarde, sus trabajos complejos y construidos en capas para las que usa todo tipo de materiales, incluidos desechos, saltaría a las galerías y ahora llega por primera vez a Europa en forma de una gran retrospectiva individual en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga.

Plotting Upon the Passage of Time es el nombre de esta muestra, comisariada por Fernando Francés y que podrá verse hasta el próximo 22 de mayo. Incluye una selección de obras, que van de pinturas sobre lienzo a madera y puertas, realizadas a lo largo de su trayectoria, desde 1997 hasta la actualidad.

Las emociones (y obsesiones) de Phil Frost

Su característico estilo, en el que mezcla patrones, colores y texturas con elementos recurrentes como sus cabezas de cuellos alargados que recuerdan a tótems o máscaras tribales, se traduce en obras construidas a partir de capas y capas (es frecuente que trabaje varios años en una obra hasta considerar que está acabada).

Frost fue uno de los primeros artistas en intervenir la ciudad como un lienzo. Foto. Álvaro Cabrera | EFE.

El uso del collage, letras y dibujos realizados en blanco con bolígrafo de líquido corrector, o bien pintura en espray, son otros de los rasgos de sus obras, a las que añade todo tipo de objetos encontrados que van de cómics a monedas, partes de matrículas, números de casas o latas de refresco aplastadas, entre otros.

Tanto, que son habituales sus composiciones abigarradas en las que no hay un solo milímetro sin ocupar.

Phil Frost fue uno de los primeros artistas en interpretar la ciudad, en este caso Nueva York, como un enorme lienzo

Su trabajo surge de emociones tumultuosas, de sensaciones y percepciones, incluso de obsesiones, explica el comisario de la muestra, que señala un “misticismo ancestral” en su obra. De modo que “solo con el corazón se puede entender su laberinto barroco de textos, imágenes, retratos y objetos. La simbología de su obra lo traslada a territorios límites entre la razón y lo que es inexplicable para el ser humano”.

Artista legendario

Tampoco duda en calificarlo como “un artista legendario, y de los primeros que intervinieron en la ciudad como lienzo”.

La exposición de Phil Frost puede verse hasta el 22 de mayo. Foto: CAC.

Sus singularidades, que recuerdan a Munch o Van Gogh, le hacen “muy especial”, añade. Quizás porque es un artista dotado de una mente muy compleja, abstracta, plagada de relaciones laberínticas en las que nos cuesta profundizar como meros espectadores.

Frost inicia sus obras con capas de elementos como periódicos sobre los que luego con acrílico y espray y remata con típex, quizás la más reconocible de sus marcas personales

“Todo lo que está en el universo de su mirada forma parte de sus cuadros”.

Sus figuras, raramente sonrientes o amables, tienen algo de ancestral y prehistórico, según Francés. Son rostros que recuerdan a máscaras mexicanas, africanas o de indígenas americanos y que coinciden en mostrar hastío, quizás “un cierto hartazgo por el momento en que se vive y que reflejan un momento de crisis”.

Un mundo en crisis

Junto a esos personajes enfadados con el mundo y descontentos con los que pasa, según el comisario, encontramos también referencias a la violencia y a la guerra, un tema “muy pop” y que conecta con generaciones anteriores.

‘Two Busts of Liminal Experience’ (2007-2014) muestra una escalera integrada en la obra. Foto: CAC.

“Es un artista de la calle, por lo tanto, inicialmente, como casi todos los de su generación, con una base cultural muy elemental, más social y política que artística, pero la capacidad de incorporar al cuadro elementos no estrictamente pictóricos es algo característico del movimiento pop”.

Así, en esa amalgama de objetos en sus collages, encontramos desde un bate de béisbol, un elemento deportivo pero que en las guerrillas urbanas de Nueva York tiene unas connotaciones muy concretas, a unos guantes de boxeo en la obra Collapse of Fleeting Experience (2004-2014), botellas de cristal en Accumulated Field of Perceptive Experience (2002-2014) o palas para cavar, que se mezclan con brochas, pinceles y botes de pintura de su estudio.

Las obsesiones y temas recurrentes de Phil Frost a lo largo de toda su trayectoria desfilan en la primera exposición individual en un museo europeo dedicado al artista

Los colores vibrantes también producen contrastes: grises, marrones, rojos, amarillos, rosas, naranjas y verdes, además de otros colores como dorado, magenta y azules, interpelan desde lienzos o puertas que emplea como soporte de sus complejas creaciones.

Cuadros construidos a capas

En su complejo y meticuloso proceso creativo que da lugar a una gran cantidad de capas, Frost introduce periódicos o páginas de cómic sobre la que luego pinta con acrílico y espray y remata con típex, quizás la más reconocible de sus marcas personales.

‘Accumulated field of perceptive experience’, de Phil Frost. Foto: Álvaro Cabrera | EFE.

El líquido corrector que utiliza parece formar un código o lenguaje, compuesto de letras, corazones, puntos y rostros, símbolos que el artista denomina “distinciones glíficas” y que están pintados sobre fondos muy texturizados como se destacan en algunas de sus obras como Untitled (2007-2014); Untitled (1999) o Accumulated Field of Perceptive Experience (2002-2014), entre otras.

“Hay un permanente arrepentimiento de lo que está mostrando a simple vista, que tapa con letras de una tipografía que cuesta leer, formas que son corazones, caras elementales o máscaras y que cubren casi la totalidad del cuadro ocultando la realidad que hay detrás, dejando una puerta abierta al espectador para decidir lo que quiere ver”.

El resultado es por eso a veces parecido a un retablo barroco, con un pantocrátor central rodeado de otros personajes que son como apóstoles de una realidad, según Francés, que cree que la obra de Frost hace recordar a la frase de Goya de que “el sueño de la razón produce monstruos”.

Últimos trabajos

En Plotting Upon the Passage of Time destacan las obras más recientes de Frost, acabadas en 2021, que se exponen por primera vez mediante una selección pinturas sobre puertas de madera encontradas y reutilizadas por el propio artista.

Las puertas reúnen todos los elementos característicos y recurrentes de su iconografía, cabezas con cuellos alargados, uso del collage y letras, dibujos realizados con líquido corrector o espray, una apariencia totémica, barroquismo y todo tipo de objetos adheridos.

La muestra incluye piezas desde 1997 a la actualidad. Foto: CAC.

También puede verse una selección de obras realizadas en colaboración con otros artistas, como las piezas sobre papel realizadas junto a KAWS donde se aprecia la silueta de uno de sus personajes característicos conocidos como COMPANIONS.

También la pintura sobre madera en colaboración con Shepard Fairey (OBEY) en la que está presente su conocido personaje como André the Giant, el retrato de una estrella de la lucha libre, que posteriormente transformó en la campaña mundial OBEY GIANT.

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