¿Qué se oculta en los cuadros de Picasso?

Cada cuadro tiene dos historias para contar. Una es la de la obra que se ve a simple vista, más o menos compleja de comprender según sea del estilo renacentista, barroco o contemporáneo.

Pero hay otra que está oculta, que es la de los componentes que se han usado, de las correcciones y errores que han sido ocultos con más capas de pintura; por no olvidar el universo microscópico que se revela con las nuevas tecnologías.

Inmersión en el universo azul de Picasso

Ese último camino es el que toma el Museo Picasso de Barcelona con la muestra Picasso Proyecto Azul, que se exhibe entre el 6 de abril y el 4 de septiembre.

Cuatro pinturas del período azul han sido estudiadas por universidades de Barcelona, Italia y EEUU, y han hallado datos reveladores

Se trata de una exposición sobre los estudioso técnicos en cuatro obras del período azul del pintor malagueño, que son Jaume Sabartés con quevedos (1901), Naturaleza muerta (1901), La copa azul (1903) y Azoteas de Barcelona (1903); a las que se suma el dibujo El ciego (1903), recién adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona.

La ciencia detrás de las pinturas

En esta muestra se puede conocer cómo la ciencia examina varios aspectos de las obras, como el proceso creativo, los materiales usados y la distribución de las capas de color; así como la contextualización y la relación con otras obras del mismo período o de otros anteriores, como se ve en el caso de las telas reutilizables.

Picasso había recurrido a telas usadas a propósito, donde reaprovecha colores, formas y texturas

Los estudios científicos permiten desterrar algunos mitos. Según Reyes Jiménez, comisaria de la exposición, “siempre se había justificado el reaprovechamiento de las telas en Picasso por una cuestión económica, pero estos análisis tecnológicos demuestran que había una voluntad, y que el pintor deja deliberadamente guiños, reaprovecha colores, formas y texturas”, dijo a EFE.

Puente entre estudios científicos

Según recuerdan en el Museo Picasso, la tecnología es una herramienta imprescindible para los museos del siglo XXI. “En este caso, ha permitido establecer puentes entre instituciones con colecciones importantes de obras de Picasso para conectarlas y establecer una narrativa razonada de la época azul del artista”, precisa un comunicado.

Así se pueden conocer los estudios que han realizado la National Gallery of Art de Washington, el Istituto di Fisica Applicata Nello Carrara de Florencia y la Universidad de Barcelona.

Las revelaciones de los cuadros de Picasso

Por ejemplo, Reyes Jiménez recordó que el descubrimiento de una composición subyacente bajo Azoteas de Barcelona vinculó esta tela con la obra clave de la época azul, La vida; y a la vez, se convirtió en un incentivo para que el museo iniciara el estudio técnico sistematizado de las pinturas de la colección.

La comisaria puntualizó que muchas obras de la época azul son muy conocidas, pero hay otras que nunca vieron la luz “porque quedaron sepultadas bajo capas de pintura”, y fueron reconvertidas en nuevas creaciones.

Muchas obras de Picasso del período azul nunca vieron la luz “porque quedaron sepultadas bajo capas de pintura”, dijo la comisaria de la muestra

Pero cada vez que se encuentra un respuesta se abren nuevos interrogantes. Es el caso de las intenciones de Picasso en 1901: “¿Dejó el artista voluntariamente en la superficie de sus obras vestigios materiales que inducen a pensar que buscaba ofrecer diferentes niveles de lectura?”, plantea.

Así se invita al espectador a ser parte de los hallazgos que realizan las tecnologías, como el descubrimiento de caras ocultas en los lienzos o que el centro de una flor en un bodegón se construyó a partir del ojo de un retrato masculino muy parecido al que aparece en Marco pintado.