Las 6 rutas de la selva de Irati que recomienda National Geographic para visitar en otoño
¿Eres amante del senderismo y quieres descubrir nuevas rutas? La Selva de Irati en Navarra está hecha para ti

El embalse de Irabia en la Selva de Irati. Foto: Turismo de Navarra
La Selva de Irati, un vasto bosque ubicado entre los Pirineos de Navarra y las tierras vascas de Francia, se convierte en un espectáculo inigualable durante el otoño. En esta temporada, sus hayas y abetos se visten con una paleta vibrante de colores cálidos, transformándose en un destino ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Para disfrutar al máximo de esta maravilla natural, National Geographic ha destacado seis rutas imprescindibles que revelan los secretos de este paraíso otoñal.
1. El ascenso al Pico Ori: una experiencia para los amantes de las alturas
El Pico Ori, que se eleva a 2.017 metros, es un clásico del montañismo en los Pirineos y el primer «dos mil» del Cantábrico. Esta ruta ofrece vistas impresionantes tanto de las montañas circundantes como de los valles de Erronkari y Salazar al sur, y de las tierras de Zuberoa al norte.
La subida comienza en el puerto de Larraine, desde el collado de Itürzaeta, y atraviesa el Oritxipia antes de coronar la cima. Otra opción, más exigente, parte desde el collado de Tharta en el País Vasco francés. Ambas rutas son recompensadas con paisajes que incluyen picos como el Auñamendi y el Moncayo en días despejados. El esfuerzo se ve compensado con vistas panorámicas que reflejan la belleza infinita de los Pirineos en otoño.
2. Errekaidorra: el arroyo de otoño
La ruta de Errekaidorra, que significa «arroyo seco», recorre un itinerario circular de 11 kilómetros partiendo de las Casas de Irati. Este sendero se convierte en un espectáculo visual en otoño, cuando el río Urbeltza fluye vigorosamente, rodeado de bosques góticos donde la luz y la humedad crean un ambiente mágico.
El camino alterna entre tramos llanos y repechos moderados, pasando por hitos como la cascada de Itsuosin y la regata de Errekaidorra, que marca la frontera entre España y Francia. Además, se pueden observar vestigios históricos de las actividades forestales, como antiguos aserraderos, que nos recuerdan la íntima relación entre el ser humano y el bosque.
3. Paseo de los Sentidos: ideal para familias
Para quienes buscan una ruta corta y accesible, el Paseo de los Sentidos es perfecto. Este recorrido circular de apenas 2 kilómetros sigue el curso del río Urtxuria, mostrando las especies arbóreas que componen la Selva de Irati, como hayas, abetos, acebos y arces.
El itinerario comienza en la ermita de la Virgen de las Nieves y es ideal para realizar en familia, ya que combina naturaleza con un enfoque educativo. Los niños disfrutarán cruzando el río y explorando los claros del bosque, donde los colores del otoño se intensifican a cada paso.
4. Siguiendo al Eguzkilore: entre claros y montañas
La ruta del Eguzkilore, o “flor del sol”, es una caminata circular de 15 kilómetros que combina claros boscosos y pastizales de montaña. Partiendo de Pikatua, el sendero asciende suavemente hacia la cima del Abodi (1.531 metros), ofreciendo vistas inigualables de los tapices otoñales que cubren la Selva de Irati.
Este camino también permite admirar la carlina, una planta protegida que decora las campas y simboliza protección contra espíritus malignos. A lo largo del recorrido, los caminantes se cruzan con ovejas latxa y pottokak, caballos autóctonos que aportan un toque pintoresco al paisaje pirenaico.
5. El embalse de Irabia: el corazón del bosque
El embalse de Irabia es considerado el corazón de la Selva de Irati. Su perímetro de 11 kilómetros ofrece un recorrido circular que combina tranquilidad y belleza, ideal para disfrutar de los reflejos de los árboles en sus aguas cristalinas.
El camino comienza en la presa construida en los años 20 y serpentea a través de un bosque donde el follaje y la brisa otoñal crean un ambiente encantador. Este paseo es perfecto para quienes buscan una conexión íntima con la naturaleza, sin grandes desniveles pero con muchas oportunidades para fotografiar paisajes inolvidables.
6. Valle de Aezkoa: historia y naturaleza entrelazadas
El Valle de Aezkoa ofrece una ruta que combina paisajes bucólicos con vestigios históricos. Desde la localidad de Aribe, el camino atraviesa puentes colgantes y medievales hasta llegar a Orbaizeta, hogar de la antigua Fábrica de Armas, disputada durante las guerras carlistas.
En el camino, los viajeros pueden visitar queserías locales, disfrutar de la Reserva Natural de Mendilatz y explorar el dolmen de Soroluze o la torre romana de Urkulu, que data del año 28 a.C. Este itinerario, que también incluye el cromlech de Azpegui, es una inmersión en el pasado y el presente de esta tierra mágica.
Un otoño inolvidable en Irati
La Selva de Irati se convierte en otoño en un mosaico natural único, ideal para recorrer a pie o en bicicleta. Desde senderos accesibles para toda la familia hasta desafiantes ascensiones montañosas, cada una de estas seis rutas ofrece una experiencia irrepetible para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.
Explorar estas rutas no solo es un deleite para los sentidos, sino también una oportunidad de sumergirse en la historia, la mitología y la magia de uno de los bosques más bellos de Europa.