Alcarrás, el pueblo de Lleida que tocó el cielo en la Berlinale

La directora Carla Simón recurrió a su familia y vecinos del pueblo de Alcarrás para su premiada película. Así es esta localidad de agricultores en la comarca del Segriá

Fachada de la iglesia de la Asunción. Foto Ayuntamiento de Alcarrás

Alcarrás es un pueblo de Lleida, no muy lejos de la frontera con Valencia, que desde anoche está en boca de todos. La responsable es Carla Simón, ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín con la película que lleva el nombre del pueblo donde se crió su madre adoptiva.

La producción trata de una familia que cultiva melocotones que lucha por mantener su fuente de trabajo frente a la intención del propietario de montar un parque de placas solares.

Carla Simón con el Oso de Oro. foto Clemens Bilan – EFE

Los vecinos son los protagonistas

Uno de los rasgos interesantes de la película de Simón, además de su historia, es que los protagonistas no son actores profesionales, sino que son vecinos de Lleida, entre ellos sus primos, tíos y su hermana; quienes precisamente también se dedican al cultivo de melocotones.

En ‘Alcarrás’ los protagonistas no son actores profesionales, son los familiares de la directora y vecinos de Alcarrás los que participan

En la entrega de premios Simón destacó el trabajo de las pequeñas familias de agricultores que practican una labor respetuosa “que es una forma de resistencia”.

Visita a la plantación de melocotones. Foto Ayuntamiento de Alcarrás copia

Por supuesto que anoche en el casino los vecinos estallaron de alegría cuando las pantallas de televisión anunciaron que Alcarrás era la ganadora a la mejor película del festival berlinés.

Un pueblo que vive y crece con el campo

Alcarrás se encuentra en la comarca del Segrià, a 11 kilómetros de la ciudad de Lleida, flanqueado por la Sierra del Coscollar, que se eleva hasta los 300 metros y las orillas del río Segre.

De orígenes islámicos, es una comunidad de más de 8.000 habitantes dedicada a las labores agrícolas y ganaderas, aunque en los últimos años en su polígono industrial se han instalado varias empresas enfocadas en el sector agroalimentario.

Centro de interpretacion del mundo rural. Foto Ayuntamiento de Alcarrás

El museo del mundo rural

La importancia que tiene este sector se puede ver en el Centro de Interpretación del Mundo Rural, que presenta numerosas herramientas y elementos para las labores agrícola, que permiten tener una idea del trabajo campestre antes de la mecanización.

Allí se exhiben enseres de pesos y medidas, horcas, farolas, luces, bozales, arneses para el ganado, hoces, hachas, trilladoras, arados y rodillos de piedra, entre muchos elementos más.

La gran encina

El escudo de la ciudad es una encina bajo una corona, y la elección del árbol no es casual: en las afueras de Alcarrás, sobre la falda del Coscollar, está un magnífico Quercus ilex de 150 años, que tiene unos ocho metros de alto y con una copa que se despliega en un diámetro de 10 metros.

La encina de Alcarrás. Foto Ayuntamiento de Alcarrás

Rodeado de pequeños árboles frutales y campos de cereales, llama la atención que ha crecido solitario, sin otros ejemplares de su especie que lo acompañen.

Edificios históricos de Alcarrás

En el casco urbano, uno de los edificios históricos más interesantes es la Iglesia de Madre de Dios de la Asunción.

Construida entre 1786 y 1797, es un edificio de tres naves de estilo barroco en su fachada y neoclásico en el resto de su estructura.

Sobre uno de los frontones se alza el campanario, que quedó a medio construir y que presenta dos ventanas de arco de medio punto.

Del castillo de Alcarrás, de origen islámico, solo queda un fragmento de la muralla y la cisterna, que se decía que tenía aguas con propiedades curativas

El refugio Mas de Volta. Foto Àlexia Monter Lecina

Delante de la plaza de la iglesia, sobre la casa del número 3, una escalera permite acceder a la cisterna del antiguo castillo de origen islámico, del que solo quedan vestigios de la muralla.

Los vecinos aseguraban que las aguas de la cisterna, construida en el s.XV, tenía propiedades que curaban enfermedades de la piel.

Muy cerca está El Fossar, restos de la iglesia románica ampliada en estilo gótico, donde en el cementerio contiguo se reunía el Consejo de la Villa.

Viviendas de diferentes estilos

Entre los edificios de valor patrimonial está el celler de Can Calistro, del siglo XIX, que condensa varios elementos de la arquitectura popular y el de Ca l’Hereu, de los siglos XVIII y XIX, ejemplo de vivienda burguesa de tres plantas con balcones.

Casa Montagut. Foto Ayuntamiento de Alcarrás

También cabe destacar El Sindicat diseñado en estilo modernista por César Martinell i Brunet, discípulo de Gaudí, y que permite acceder al molino medieval del siglo XII; y la antigua vivienda del director del balneario, de estética racionalista.

Por las afueras de Alcarrás

En las afueras, además del árbol que simboliza a Alcarrás, se puede encontrar el Mas de Volta, refugio de piedra seca donde los agricultores podían pasar días o semanas para evitar los largos traslados a sus hogares.

También es posible ver la Casa Montagut, en realidad dos viviendas que rodean a la ermita de Santa Anna, que se levantan en medio de la planicie leridiana.

Competencia de kárting en el Circuito de Alcarrás. Foto Federación Catalana de Automovilismo

Otra casa vinculada al mundo rural es Vallmanya, que data del siglo XV y que entre sus propietarios estuvo Francesc Macià, presidente del gobierno catalán, finca que se usaba como coto de caza.

Alcarrás también es importante en el mundo del motor catalán porque acoge un circuito de 3,7 kilómetros y 14 curvas que se utiliza para campeonatos regionales de automovilismo (como karting) y motociclismo.

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