Las mejores escapadas otoñales por el Portugal más desconocido

A pie o en bicicleta, estos seis caminos por el Alentejo son la excusa ideal para una escapada otoñal a la región más desconocida (y auténtica) de Portugal

Marvão es uno de los tesoros de la región. Foto: Turismo Alentejo.

Es la más extensa y, sin embargo, una de las regiones más desconocidas de Portugal, quizás por encajarse entre dos de los hitos turísticos del país: Lisboa, al norte, y el Algarve, al sur. Y eso que el Alentejo tiene playas vírgenes y preciosos pueblos (basta echar un vistazo a Marvão o Monsaraz), monumentos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Évora), olivares y viñedos pero, sobre todo, una atmósfera mágica que luce especialmente en sus paisajes y sus atardeceres.

Ahora que el verano llega a su fin y el otoño se abre paso cubriendo de tonalidades doradas y ocres los campos, las zonas más rurales del Alentejo se convierten en el destino perfecto para desconectar.

Una red de vías y senderos históricos permiten, además, recorrer la zona fácilmente, ya sea caminando o en bicicleta, para descubrir las más intensas experiencias culturales y gastronómicas en medio de la naturaleza.

Ruta Vicentina. Foto: Turismo Alentejo.

Camino Histórico

Parte de la Ruta Vicentina, que recorre toda la costa portuguesa en un total de 400 km, el trazado del Camino Histórico atraviesa el Alentejo entre Santiago do Cacém y el Cabo de San Vicente.

Con 230 km, se divide en 12 etapas de no más de 25 km cada a través de caminos forestales, pueblos y aldeas con siglos de historia, y puede recorrerse a pie o en bicicleta.

¿Lo mejor? La diversidad de paisajes que deja a su paso, que van desde acantilados de singular belleza y tramos montañosos a horizontes de extensos campos llanos y bosques de alcornoques.

Foto: Ruta Vicentina.

Sendero de los Pescadores

Solo para recorrerlo caminando y también parte de la Ruta Vicentina, el impresionante Trilho dos Pescadores (Sendero de los Pescadores) es otra magnífica opción para recorrer la franja costera de la región del Alentejo.

De 75 km a través del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina, la ruta toma su nombre de los caminos que conectaban tradicionalmente los núcleos de población con las zonas pesqueras por lo que cada uno de sus tramos termina en un pueblecito pesquero en el que se puede hacer noche y degustar los productos típicos del mar.

El otoño es la estación ideal para visitarlo, pues, aunque sea algo más corta, su exigente recorrido a través de playas salvajes, complejos dunares, estuarios y acantilados azotados por el fiero océano Atlántico no ofrece sombras y discurre mayormente por arena.

Caminos Circulares de la Ruta Vicentina

Como añadido a los dos grandes recorridos de la Ruta Vicentina, una serie de Caminos Circulares complementa los itinerarios principales.

Rutas por el otoño alentejano. Foto: Turismo Alentejo.

Se trata de rutas en su mayoría de dificultad media-baja y duraciones estimadas entre una hora y media y cinco horas y media, que comienzan y terminan en mismo lugar para conectar con la naturaleza alentejana sin grandes complicaciones.

Algunos de estos caminos son enteramente rurales, como el de las Dunas de Almograve. Otros enriquecen la experiencia con visitas culturales, como la ruta de Santiago do Cacém, que además de pasar por el centro de la histórica ciudad extiende su recorrido por las ruinas romanas de Miróbriga.

Camino de Santiago

Aventuras, descubrimientos insólitos y, sobre todo, retazos de una historia conservada por la memoria es lo que encontraremos en los Caminos de Santiago que discurren por esta región: los Caminos de Santiago de Alentejo y Ribatejo.

Caminando por estos senderos –Camino Central, Camino Naciente y Camino del Rayo- no solo podremos disfrutar de naturaleza y turismo sostenible, sino también de puntos de interés histórico y cultural.

Castillos que son tambien excepcionales miradores. Foto: Turismo Alentejo.

Es el caso de Évora, ciudad nombrada Patrimonio Mundial por UNESCO, los viñedos y bodegas de Reguengos de Monsaraz o los antiguos castillos de localidades como Marvão o Beja, con miradores ideales para observar los colores del otoño sobre los campos.

Red TransAlentejo

Con multitud de posibles combinaciones para hacer senderismo, la Red TransAlentejo agrupa en once recorridos los caminos señalizados en la zona del embalse de Alqueva y el río Guadiana con sus afluentes, si bien también llega hasta el Alentejo litoral y territorios del norte como Marvão, Portalegre o Castelo de Vide.

Estos senderos, que conectan los 47 municipios de la región, presentan diferentes grados de dificultad y trayectos entre 8 y 20 kilómetros por territorios alentejanos de gran tradición y bagaje histórico.

Es posible realizar también paseos nocturnos grupales, y no solo para disfrutar de monumentos prehistóricos como los menhires bajo otra luz, sino también para descubrir el inmenso cielo estrellado.

Embalse de Alqueva en Reguengos de Mosaraz. Foto: Alentejo Turismo.

En este sentido, el Observatorio Dark Sky Alqueva está entre los destinos Starlight más importantes del mundo, pues la casi inexistente contaminación lumínica de la zona lo convierte en un punto ideal para la observación de los astros.

Ruta ciclista São Mamede

Además del mencionado Camino Histórico que puede recorrerse en bicicleta, existen rutas especialmente indicada para disfrutarse a golpe de pedal.

Una de las más interesantes es la de São Mamede, que atraviesa el parque natural del mismo nombre sumando un total de 181 kilómetros de carreteras asfaltadas, caminos y senderos.

Ideal para recorrerla en cuatro etapas y en bicicleta de cicloturismo, montaña y gravel, la ruta atraviesa algunos de los municipios y lugares más emblemáticos de la región, como Marvão y Castelo de Vide.

La ruta puede comenzarse en Portalegre con una primera etapa hasta Arronches que suma 37,8 km y 320 metros de desnivel. La segunda, de Arronches a Marvão, recorre 51,3km (1.367metros de desnivel), desde donde se parte a Castelo de Vide (59,8 km y 824 metros de desnivel) para cerrar el círculo de nuevo entre Castelo de Vide y Portalegre en una etapa final de 32,1 km y 863 metros de desnivel.

La región ofrece también diferentes rutas ciclistas. Foto: Alentejo Turismo.

Otro recorridos de similar longitud lo encontramos en la Sierra de Ossa o el Bajo Alentejo, este último con itinerarios por zonas de Ourique y Almodôvar o Serpa.

En cualquiera de ellos se recomienda realizar el camino de manera pausada, con la vista puesta en el horizonte, ya que durante el otoño estos entornos se colorean con la caída de las hojas de los castaños.

Eurovelo 1 – Ruta de la Costa Atlántica

En el Alentejo también puede disfrutarse de un tramo de la gran Ruta de la Costa Atlántica, un recorrido transeuropeo de larga distancia (suma un total de 9.000 km) que bordea el litoral desde Noruega hasta el país luso y que se conoce como Eurovelo 1.

Pasando por Comporta, Sines o Carvalhal, esta ruta de 181 km entre Setúbal y Vilanova de Milfontes, permite descubrir la riqueza de la fauna y flora de las zonas cercanas al océano, pues atraviesa lagos, parques y reservas naturales.

Aunque por regla general no haya grandes desniveles, los auténticos desafíos del camino se encuentran en los tramos arenosos y los fuertes vientos del Atlántico. Por ello, se recomienda realizar el viaje por el litoral en sentido norte-sur y hacer las paradas de rigor en los muchos puntos de interés cultural y gastronómico de la zona.

a.
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