Mano a mano con ballenas y orcas en el Estrecho de Gibraltar

“¡Allí, a la derecha!”, grita el guía. Debería decir estribor, pero despistaría a la mayoría de los pasajeros, que rápidamente giran sus cabezas y preparan sus móviles para capturar, aunque sea fugazmente, la imagen del lomo de un rorcual común que emerge como si fuera un submarino para tomar aire y volver a las profundidades.

La embarcación está en el Atlántico, cerca del Estrecho de Gibraltar, las antiguas columnas de Hércules que en su punto más estrecho mide unos 14 km de ancho, y que obliga a la población de peces y cetáceos a concentrarse en el litoral de la Costa de la Luz, en la provincia de Cádiz.

El gran espectáculo del verano

El avistamiento de cetáceos es uno de los espectáculos naturales más fascinantes que se pueden realizar en el mar durante el verano.

En estas aguas se pueden encontrar dos tipos de cetáceos: los residentes y los visitantes, por usar una terminología amigable.

Siete especies de grandes cetáceos, entre delfines, orcas y ballenas, se encuentran cerca del Estrecho de Gibraltar

Entre los primeros se encuentran las especies de delfines común, listado, mular y el calderón común, mientras que en los segundos están la orca, el cachalote y el rorcual común.

Curiosidades de los cetáceos

Un par de datos para comprender su valor ecológico y turístico: la orca no es ni una ballena ni mucho menos asesina. Pertenece a la familia de los Delphinidae, y es el mayor carnívoro del mundo, que llega a estas costas persiguiendo atunes rojos.

El cachalote es la única ballena con dientes, con ejemplares que pueden medir hasta 18 metros. Es es uno de los campeones de las inmersiones: cada tanto se ven animales con marcas de tentáculos, evidencia de una lucha de titanes con calamares gigantes en las profundidades.

En cuanto al rorcual común es el segundo animal más grande del mundo tras la ballena azul, que puede alcanzar los 27 metros de longitud, y que atraviesa el estrecho en dirección en su ruta migratoria al Atlántico.

Los mejores meses para los avistamientos

El verano es la época ideal para los avistamientos, aunque con algunas diferencias de calendario: los cachalotes suelen aparecer entre mayo y julio, con un marcado descenso en la primera quincena de agosto; las orcas son más visibles entre mediados de julio y de agosto, y los rorcuales son más fáciles de divisar en mayo y junio, informan en la empresa Living Cádiz, que realiza excursiones desde Tarifa (desde 40€ a 60€ la salida de dos a tres horas).

Las orcas llegan entre julio y agosto en su búsqueda de alimento, como los atunes rojos

Saltos y competencias

Los grandes cetáceos se encuentran entre las especies más inteligentes del reino animal, y si hay un 95% de éxito en los avistamientos, en gran parte se debe a que algunos de ellos se acercan a las embarcaciones movidos por la curiosidad.

Si hay suerte, quizás algunos delfines u orcas realicen algunas acrobacias, o acompañen a la navegación del barco varios minutos como si quisieran jugar un rato.

Además de llenar rápidamente de aire sus pulmones, los científicos creen que los saltos obedecen a poder ubicar visualmente a los miembros de su grupo o a su alimento.

Estas excursiones son acompañadas por precisas descripciones por parte del guía, quien recuerda que jamás se debe alimentar estos animales, y que al momento de hacer fotos hay que evitar el uso del flash.

Más detalles sobre la vida de los cetáceos

Además del hermoso espectáculo de ver estos animales marinos la experiencia se puede complementar con la visita al CICAM (Centro de Interpretación de Cetáceos y Aula del Mar), también en Tarifa, que sumerge a los visitantes en los secretos de estas especies.

Allí se exponen maquetas de la topografía del Estrecho de Gibraltar, modelos a escala real de algunos de los cetáceos más populares, restos óseos encontrados en las costas, y detalladas explicaciones de la relación de la población de la Costa de la Luz con estos animales, desde la caza del pasado al actual presente en clave turística.