Flamenco, hammams y tapeo (nuevo y clásico) en el sevillano barrio de Santa Cruz

Un artístico y suculento paseo por la Sevilla más turística: el barrio de Santa Cruz

Terraza en el barrio de Santa Cruz, Sevilla

Terraza sobre los tejados del barrio de Santa Cruz. Foto: Los Seises.

Muchos sevillanos se quejan, con razón, de que hoy el barrio de Santa Cruz tiene bien poco que ver con lo que fue esta singular zona de la ciudad justo hasta antes de la llegada de un turismo tan masivo como desentendido de las esencias propias. Es verdad que la zona ha cambiado mucho y no siempre para bien desde aquella época en que fue uno de los referentes del flamenco y también del tapeo.

Pero nuevos aires recorren sus encantadoras callejuelas, placitas y pasadizos.

Flamenco en el barrio de Santa Cruz

Seamos justos: de ambas artes, flamenco y tapeo, quedan en el barrio de Santa Cruz bastantes y buenas referencias. Respecto a la primera, ante todo conviene destacar el Museo del Baile Flamenco, que pusieron en marcha el empresario alemán Kurt Grötsch, afincado en España desde hace décadas y amante de las artes hispanas, y Tina Panadero, sobrina de la genial maestra del baile flamenco Cristina Hoyos.

Museo del Baile Flamenco, Sevilla
Foto: Museo del Baile Flamenco.

Entre los tres, con fondos de la propia artista más donaciones y adquisiciones diversas, montaron este museo vivo en una de las casas-palacio más características del barrio, del siglo XVIII, con un patio interior porticado y rodeado de arcos.

Precisamente este espacio de la construcción es el principal punto de atracción del museo: en él se ha instalado un tablao donde a diario tienen lugar espectáculos del flamenco más puro.

Quien busque algo más comercial (y quizás menos formal) puede pasarse por el tablao Los Gallos, en plena plaza de Santa Cruz, epicentro del barrio.

Barrio de Santa Cruz
Barrio de Santa Cruz. Foto: Turismo de Andalucía.

Por el escenario de este local y desde su apertura, en los años 60 del siglo XX, ha pasado la flor y nata del género: la propia Cristina Hoyos, Antonio Mairena, La Paquera de Jerez, Farruco, Enrique El Cojo o Paco Taranto, entre otros. Todo para deleite de un público cada vez más internacional.

De tapas por el barrio de Santa Cruz

Respecto a la segunda de las artes mencionadas, el tapeo, en el barrio de Santa Cruz hay mucha tela que cortar. Es verdad que en los últimos años los sevillanos han preferido emigrar a otras zonas de la ciudad menos gentrificadas y, sobre todo, con precios más justificados.

También lo es que algunos bares “de siempre” han preferido captar a un público ocasional, casi siempre foráneo y algo menos exigente que el hispalense. Pero no es menos cierto que aún se pueden encontrar (y disfrutar) en el barrio de Santa Cruz de algunos templos de la gastronomía tradicional sevillana presentada en pequeñas porciones.

barrio de Santa Cruz
El barrio de Santa Cruz esta lleno de tabernas y bodegas. Foto: Turismo de Andalucía.

Por ejemplo la bodega Santa Cruz Las Columnas (Rodrigo Caro, 1) y sus montaditos de pringá (de sobrantes del puchero), la ensaladilla rusa y esa delicia que son las espinacas a los cinco quesos. Todo acompañado de una de las cervezas mejor tiradas de Sevilla.

O Las Teresas de Santa Cruz que, desde 1870 nada menos lleva sirviendo en su característica barra de mármol en forma de L suculentas chacinas de Salamanca y guisos andaluces y nacionales con sabores muy reconocibles.

En el capítulo de los clásicos entran también los bares y tabernas de la calle Mateos Gago, una de las principales arterias del barrio de Santa Cruz, que lo conecta con la plaza de la Virgen de los Reyes y, por tanto, con la Sevilla más monumental (la de La Catedral, la Giralda, los Reales Alcázares y el Archivo de Indias).

Un buen ejemplo es la cervecería Giralda. El concepto de este local ha evolucionado desde que a principios del siglo XX se decidiera convertir el edificio original en un hotel y, más tarde, en una taberna. También ha cambiado de manos varias veces.

Un hammam en una cervecería
Un hamman del siglo XII en una taberna. Foto: Cervecería Giralda.

Pero lo que no cambia es el cascarón: calidad de tapas y cervezas aparte, lo que atrae de este local es que se trata de un hamman del siglo XII (época almohade), al que una reforma relativamente reciente (2021) ha sacado brillo de la gran riqueza ornamental con que fue concebido (los muros tienen dibujos en vivos colores), de sus cúpulas, bóvedas y parte de los lucernarios originales.

Sin embargo, no es el único local gastronómico del barrio de Santa Cruz situado en antiguos baños árabes; el restaurante San Marco también lo está. El nombre del local ya anticipa que éste no es un comedor sevillano de tapas y frituras al uso. La realidad es que su cocina bebe de la culinaria tradicional italiana, mediterránea y española, siempre basada en los productos de calidad y temporada.

Por supuesto, hay que probar alguno de los platos de pasta o pizza, pero conviene no pasar por alto las propuestas de carne (por ejemplo la de ibérico) y los pescados, como la dorada de esteros o el atún rojo.

Lo de Andrés Madrigal en Sevilla

Aprovechando el buen producto que llega a las lonjas y mercados de Sevilla desde la costa y los campos andaluces, un cocinero de reconocido prestigio nacional, Andrés Madrigal (El Olivo, Balzac, Alboroque), se ha hecho cargo de la carta del restaurante El Patio del Pali, en el Hotel Los Seises.

Tartar de carabinero
Tartar de Carabinero en el Patio del Pali. Foto: Hotel Los Seises.

La carta está llena de guiños a la cultura gastronómica local (el chicharrón gaditano con salsa tonnato y el arroz caldoso con pesca del día de Conil son obligatorios), pero interpretada según la mirada fusión y suntuosa de este cocinero madrileño.

En cuanto al Hotel Los Seises, sin duda es una buena opción para quienes no quieran salir del barrio de Santa Cruz y dormir en uno de los alojamientos más insospechados de Sevilla.

Primero porque ocupa una parte importante del Palacio Arzobispal (la que se dedicaba a residencia de los clérigos), transformada poco antes de la celebración de la Exposición Universal de 1992. Segundo, porque los espacios, como corresponde a un complejo palaciego de importancia, son realmente amplios. Y tercero, porque sus actuales gestores, bajo el paraguas de Tribute Portfolio de Marriott han decidido renovar por completo sus 42 habitaciones y espacios generales para, sin afectar a la estructura del edificio, darle un toque más práctico, funcional, actual y definitivamente muy atractivo.

Terraza Hotel Los Seises, Sevilla
Terraza con vistas al cielo sevillano. Foto: Hotel Los Seises.

En esa atracción juega un papel fundamental la terraza del hotel, en la azotea, con unas vistas impagables de los tejados de la Catedral, La Giralda y buena parte del casco histórico sevillano. Un rooftop en el que ver y dejarse ver y que acoge una de las veladas más animadas del barrio de Santa Cruz tanto para quienes vienen de visita como para los propios sevillanos.

Nuevos aires en el barrio de Santa Cruz

También es muy interesante el horizonte que ha traído al barrio el Café Santa Cruz, nueva apuesta de un grupo de restauración de reconocidos méritos en Sevilla: el grupo Ovejas Negras.

Junto a plaza de La Alianza, este local tiene una terraza de calle con inmejorables vistas a La Giralda y un agradable estilo neotabernario. En este sentido, la gran barra de roble es protagonista indiscutible del interior. Tanto en ella como en las mesas de fuera triunfan los mejillones XXL en escabeche, los corazones de alcachofa con gambas a la bilbaína (en temporada) y el queso de oveja curado con trufa negra y miel orgánica.

Café Santacruz, Sevilla
Foto: Café Santacruz.

Como última referencia en este paseo por el barrio de Santa Cruz, una sorpresa tan agradable como exitosa: el restaurante japonés Kinu. Aprovechando el buen producto local, sobre todo el marino, y el que llega directamente de ese lejano país asiático, su barra omakase se ha convertido en un must para amantes de la cocina nipona y para quien esté dispuesto a disfrutar una gratificante experiencia culinaria en torno al sushi.

Pese a las reducidas dimensiones del local, también está la posibilidad de sentarse en alguna de sus mesas y, entonces, dejarse llevar por las recomendaciones del personal de sala para recorrer buena las esencias de la cocina tradicional japonesa fusionada con muchas influencias andaluzas.

Restaurante Kinu en Sevilla
Cocina japonesa con influencias andaluzas. Foto: Kinu.

Porque este restaurante ejemplifica de forma clara lo que hoy es el barrio de Santa Cruz: un referente para Sevilla que, aunque en lo fisonómico mantenga su imagen típica, popular (y seductora), está más que abierto al mundo.

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