La cascada de Bercolón: un paraíso natural de aguas cristalinas en Valencia

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La provincia de Valencia es famosa por sus extensas playas de arena dorada y su clima mediterráneo, pero quienes buscan una conexión más profunda con la naturaleza deben aventurarse hacia el interior, donde descubrirán joyas ocultas como la cascada de Bercolón en Tuéjar. Este enclave natural, lejos del bullicio costero, ofrece un rincón de serenidad y belleza que pocos conocen.

Situada en un pequeño municipio del interior valenciano, la cascada de Bercolón es un paraíso escondido que cautiva a todos los que se atreven a explorar sus senderos. Con aguas de un turquesa intenso, esta cascada se ha convertido en un destino obligado para los amantes de la naturaleza y el senderismo.

Un recorrido hacia la tranquilidad

Llegar a la cascada de Bercolón no es tarea fácil, pero el esfuerzo se ve recompensado con creces. La ruta, de aproximadamente 5 kilómetros de ida y vuelta, es un desafío que pone a prueba tanto la resistencia física como la habilidad de orientación de los excursionistas. Con una dificultad catalogada como alta, la ruta no se caracteriza tanto por su desnivel, que es de unos 57 metros, sino por los tramos que requieren el uso de las manos para sortear obstáculos rocosos y empinados. Este sendero, aunque corto, demanda precaución, especialmente si se viaja con niños.

El tiempo estimado para completar la ruta varía según el ritmo de cada persona, pero en general, se necesita cerca de una hora para cada trayecto. Es importante destacar que el camino no está señalizado, lo que añade un nivel adicional de dificultad para aquellos que no están familiarizados con la zona.

El inicio de la aventura

El punto de partida de esta ruta es el Área Recreativa de Zagra, un lugar donde se puede estacionar el coche antes de embarcarse en la caminata. Desde aquí, los excursionistas cruzan un puente que atraviesa el río Turia y siguen un sendero que los lleva a una puerta metálica envuelta en vegetación. Este es el inicio oficial del recorrido hacia la cascada.

La caminata es un viaje a través de la naturaleza virgen, donde el silencio solo es interrumpido por el susurro del viento y el canto de los pájaros. Al poco tiempo de comenzar la caminata, los aventureros se encuentran con una bifurcación. En lugar de tomar los caminos más evidentes, deben buscar una senda escondida a la izquierda, entre la espesa vegetación. Este sendero, aunque estrecho y menos transitado, es el que lleva directamente a la Cascada de Bercolón.

Descubriendo el paraíso natural

A medida que se avanza, el entorno cambia y aparecen un par de pozas naturales que sirven de preámbulo al espectáculo natural que está por venir. Estas pozas ofrecen un primer vistazo a las aguas cristalinas y refrescantes que caracterizan a este rincón de Valencia.

El microclima de la zona es notable, especialmente durante los meses de verano, cuando las temperaturas en otras partes de la región pueden ser sofocantes. Aquí, el ambiente se mantiene fresco, gracias a la sombra de los árboles y la cercanía del agua. Este frescor es un alivio bienvenido para los excursionistas que pueden detenerse para disfrutar de un descanso antes de continuar hacia la cascada.

El último tramo del recorrido es el más desafiante, ya que requiere trepar por rocas y cruzar el río. Sin embargo, la recompensa está a la vista: un mirador natural ofrece una vista espectacular de la cascada, que se despliega majestuosamente entre las rocas, formando una ventana que enmarca la escena como si fuera una pintura viviente.

Un tesoro natural en la Comunidad Valenciana

Finalmente, el sendero desciende hasta la poza que se forma al pie de la cascada de Bercolón. Este es el lugar donde el viaje culmina en una experiencia sensorial completa: el sonido del agua que cae, el color turquesa de la poza, y la frescura del entorno crean una atmósfera de paz y asombro.

Incluso en pleno verano, el agua se mantiene fría, pero eso no disuade a quienes buscan refrescarse después del esfuerzo de la caminata. Este rincón secreto es perfecto para pasar el día rodeado de naturaleza, lejos del estrés de la vida cotidiana.

La cascada de Bercolón es, sin duda, uno de esos lugares que, aunque requiere esfuerzo para alcanzarlo, ofrece una experiencia inolvidable. Es un testimonio de la riqueza natural de la Comunidad Valenciana, que va más allá de sus playas y se extiende hacia el interior, donde paisajes como este esperan ser descubiertos por aquellos dispuestos a aventurarse fuera de los caminos trillados.