En busca de la capital española del Turismo Rural

Basta con tener menos de 10.000 habitantes y contar con alojamientos rurales. Paisajes, patrimonio, cultura y gastronomía se les presupone a los más de 200 municipios de todo el país que presentaron sus candidaturas para alzarse con el título de Capital del Turismo Rural 2022.

Aunque el vencedor se conocerá el próximo 12 de mayo, ya sabemos cuáles son los 10 finalistas que optan a este galardón que distingue el destino rural favorito de los viajeros y que, de hecho, se decide únicamente por los votos de los usuarios.

Impulsado por la plataforma EscapadaRural, el concurso contaba este año con pueblos de todas las comunidades autónomas españolas. Solo uno de ellos tomará el testigo de la actual Capital del Turismo Rural, el gaditano Olvera, que el año pasado se alzó como campeón con el 18% de los votos recibidos, más de 120.000.

Potes y Santillana del Mar, ambos en Cantabria, Aínsa-Sobrarbe en Huesca y Sigüenza en Guadalajara son los otros municipios vencedores en las anteriores ediciones, pueblos con encanto que ya forman parte de una red que les posiciona como los destinos favoritos de los españoles.

Escoger el de este año tiene premio: entre las votaciones registradas hasta el próximo 10 de mayo se sorteará una escapada rural para dos personas. Además, y siguiendo la dinámica establecida en años anteriores, diez blogueros de viajes apadrinarán a los finalistas ejerciendo de embajadores. Y, ahora sí, solo falta conocer los finalistas para que puedas correr a votar.

Blanca (Murcia)

Corazón del Valle de Ricote, el municipio de Blanca se encuentra situado en la zona norte de la Región de Murcia, a 40 kilómetros de la capital, y forma parte de la comarca de la Vega alta del Segura.

Su trazado morisco del casco antiguo invita a descubrir encantos como la iglesia de San Juan Evangelista, construida en 1508 sobre una antigua mezquita mudéjar, la ermita de San Roque, casas señoriales y un castillo construido en la roca en el siglo XII.

El río Segura, que dibuja hermosos paisajes a su paso por el municipio, lo convierte también en un paraíso para el turismo activo y de aventura.

Cazorla (Jaén)

El pueblo más grande de la comarca Sierra de Cazorla es también el centro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983.

Laberinto de valles, calares, tajos, montañas, ríos y arroyos, además de sus impresionantes paisajes, el pueblo cuenta con lugares que no hay que perderse como el Castillo de la Yedra, el Castillo de las Cinco Esquinas, la Fuente de las Cadenas y las ruinas de la Iglesia de Santa María.

Chinchón (Madrid)

A 45 km de la capital, al sureste de la Comunidad de Madrid, rodeada de viñedos y olivos de la Vega del Tajuña, encontramos uno de los pueblos que siempre aparecen en las quinielas de los más bonitos de la región: Chinchón.

Su imagen más conocida es la de la Plaza Mayor, de carácter medieval, con los característicos balcones de madera rematados en verde y en cuyos adoquines se han celebrado corridas de toros, teatros, ferias de ganado, juegos y ceremonias religiosas. Hoy está llena de restaurantes, terrazas, tiendas de artesanías y productos gastronómicos locales.

Además, no hay que perderse la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el Teatro Lope de Vega, el Monasterio de las Clarisas y el Castillo de los Condes de Chinchón (que ha servido desde residencia a fábrica de licores) y que, aunque no se puede visitar por dentro, ofrece impactantes vistas desde sus alrededores.

El Robledo (Ciudad Real)

Al noroeste de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla La-Mancha, encontramos El Robledo en la confluencia de los ríos Alcobilla y Bullaque, con un término municipal que incluye también los núcleos de Las Tablillas, Las Islas, Navalrincón y Navalajarra.

De su patrimonio cultural destacan la Iglesia de nuestra Señora del Carmen y la Ermita de la Virgen de Fátima. Además, su proximidad al Parque de Cabañeros y el Pantano de Abraham lo hacen también atractivo para disfrutar del paisaje de la zona.

Esterri d’Àneu (Lleida)

En la comarca del Pallars Sobirà y al lado del río Noguera Pallaresa, Esterri d’Àneu es el centro geográfico, social, cultural y económico de las Valls d’Àneu.

Entre valles y montañas, un entramado de plazuelas y calles estrechas aloja hermosos ejemplos de arquitectura rural como la antigua iglesia de Sant Vicenç, del siglo XV, el puente medieval sobre el Noguera Pallaresa o el Ecomuseo de las Valls d’Àneu.

Ríos de aguas bravas, meandros y lagos se extienden a su alrededor y ofrecen el marco perfecto para todo tipo de actividades al aire libre. El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y el conjunto románico de la Vall de Boí, declarado Patrimonio de la Humanidad, son otros de los lugares que no hay que dejar de ver.

Graus (Huesca)

En la comarca de la Ribagorza, en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena, encontramos uno de los pueblos más bonitos de Huesca.

La Muy Noble y Muy Antigua Villa de Graus conserva tres puertas de su antigua muralla, las de Chinchín (o de Barbastro), la de Linés y la del Barón, aunque sobresale entre sus atractivos la Plaza Mayor, con un curioso urbanismo y planta de pentágono irregular a la que se asoman las casas Heredia y del Barón, decoradas con pinturas alegóricas en sus fachadas, las de Bardaxí, Capucho y el Ayuntamiento, del siglo XVI, con su arquería mudéjar.

La gastronomía es otro de los puntos fuertes de Graus, especialmente la conocida longaniza de Graus en cuyo honor se celebra la Fiesta de la Longaniza cada mes de julio.

Nieva de Cameros y Montemediano (La Rioja)

En el corazón de la Sierra de Cameros encontramos el municipio de Nieva de Cameros, en la cuenca del río Iregua y a 41 km de Logroño.

A pesar de su pequeño tamaño cuenta con numerosas ermitas, como la de la Virgen del Collado, la iglesia parroquial de San Martín del siglo XVII, con portada gótica y retablo plateresco, una Basílica, restos del castillo y los restos del Monasterio de Castejón. El municipio ofrece un entorno mágico y privilegiado lleno de gran cantidad de recursos naturales, deportivos y culturales, como la cueva de los Moros.

Sineu (Illes Balears)

En pleno centro de la isla de Mallorca se encuentra Sineu, una villa en la que rastrear las huellas de su noble pasado.

Así, entre las calles medievales del su casco histórico nos saludan la imponente iglesia de Santa María, el claustro barroco del Convento de los Mínimos, el Palacio Real de Jaume II, Pontet de Santa Bàrbara, las Cruces de Término, el convento Concepcionista, construido sobre un alcázar árabe del siglo VIII, la plaza des Fossar y los molinos de viento, algunos de ellos abandonados o usados como almacén.

En Sineu tiene además lugar el primer domingo de mayo, una de las ferias agrícolas más importantes de la isla.

Tinajo (Las Palmas)

Al oeste de la isla de Lanzarote nos recibe Tinajo, un municipio que une su historial a la del volcán Timanfaya y sus erupciones.

El Parque Nacional del Timanfaya es, de hecho, uno de sus principales atractivos, pero no el único. Dentro del territorio municipal también se encuentran otros espacios protegidos como el Parque Natural de Los Volcanes y el Paisaje Protegido de La Geria, una vasta extensión de cenizas volcánicas (lapilli o picón) sobre los que los campesinos crearon un paisaje agrario único en el mundo, cultivando, con tesón e ingenio, vides, higueras y otros árboles frutales.

Tiedra (Valladolid)

Encontramos el valle de Tiedra en el límite entre las provincias de Valladolid y Zamora. Allí se alzaba un municipio anterior a los romanos que dio origen a una próspera villa medieval. Un recio castillo excelentemente conservado abriga este pueblo castellano de vivas tradiciones, que además cuenta con curiosidades como un Centro Astronómico y hermosos campos de lavanda en flor,