6 pueblos de la Comunidad de Madrid que puedes descubrir pedaleando

Al sureste de Madrid la Vía Verde del Tajuña acerca a pueblos con recuerdos históricos, tradiciones de siglos y una potente gastronomía para reponer fuerzas

Paseo por las márgenes del Tajuña. Foto Fundación de los Ferrocarriles Españoles-Vías Verdes

El antiguo trazado de los trenes remolacheros, esos pequeños convoyes que recolectaban los frutos de la tierra y servían para conectar a los habitantes de los pueblos al sureste de la capital, se ha convertido en uno de los trazados para ciclistas más recomendados de la Comunidad de Madrid: la Vía Verde del Tajuña.

Es un recorrido de 49 km, que se puede extender unos 4,3 km más si se visita el recomendado museo del FC de Arganda en La Poveda.

Es una opción interesante, ya que la idea no es solo disfrutar de la naturaleza en esta primavera que por fin llegó sino también conocer el pasado de los pueblos que se van encontrando en las márgenes del Tajuña.

Arganda del Rey

Arganda del Rey es un recomendado punto de partida por su facilidad de acceso con la línea 9 del metro, y tras visitar ese museo ferroviario (o incluso, dar una vuelta en su tren histórico) se puede empezar a pedalear por el carril bici de La Poveda.

En Arganda también se pueden conocer sus bodegas, así como los paisajes de lagunas y enclaves naturales del Parque Regional del Sureste.

Las bodegas y su tren histórico son los principales motivos turísticos de Arganda del Rey

El tren histórico de Arganda. Foto Carlos Teixedor Cadenas – Wikipedia

Morata

Tras pedalear en un ascenso moderado pero continuo hasta el km 10, el camino desciende hasta que al km 15 se llega a Morata de Tajuña.

Aquí puede sorprender la presencia de las cuevas-casa y la abundancia de edificios históricos y artísticos en la capital de la vega del Tajuña.

Estas son tierras de ajos y aceites, que con las carnes de caza ofrecen exquisitos platos que combinan las tradiciones madrileñas con las castellanas.

Plaza de la Constitución en Arganda

Perales

Pocos kilómetros más tarde se arriba a Tajuña y ya en el km 25 espera Perales. Aquí se pueden relajar las piernas con un paseo por los molinos, entre estas tierras que están entre las más fértiles del valle.

Aquí se sugiere visitar la iglesia de Nuestra Señora de Castillo, ubicada en una fortaleza medieval del s. XVII, así como el ayuntamiento que data del s.XVIII.

Las carnes de caza y platos como la calderera o los puches son algunas de las especialidades gastonómicas de la región

Para reponer energías, hay que probar la calderera, los puches, los hornazos y los platos sazonados con el aceite de almazara.

Tielmes

Tielmes es la parada siguiente, a media hora de pedaleo por la veguilla. Rodeado de viñedos, olivares, árboles frutales y huertos, aquí se concentra un interesante patrimonio histórico como el palacio de los Condes de Pernía, la ermita del s. XVIII, el puente sobre el río del s.XVII o la iglesia parroquial del XIX.

Paseo por las márgenes del Tajuña. Foto Fundación de los Ferrocarriles Españoles-Vías Verdes

Orusco

Tras pasar por Carabaña (donde se puede enlazar con la Vía Verde del Tren de los 40 días), a partir del km 47 el camino se torna más empinado. Luego de un desnivel positivo de 50 metros, pocos kilómetros más tarde se llega a Orusco.

Este es otro poblado de huertas, nutrido de los numerosos manantiales de la zona, donde se pueden conocer la iglesia de San Juan Bautistas del s.XVII o la ermita de la Virgen de Bellaescusa del s.XIII.

Ambite

Nueve kilómetros más tarde, ya en la cota de los 720 metros, la vía verde conduce a Ambite, el punto final de este recorrido.

Con un rico patrimonio de leyendas medievales y fiestas populares, en sus tranquilas calles de aires rurales se encuentran palacios barrocos como el del marqués de Legarda y una iglesia del s.XVII.

Como cierre del recorrido se puede regalar la recompensa de probar el hornazo, un bollo típico de la localidad, que comparte fama con la tortilla ambiteña.

a.
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