Una (larga) travesía en bicicleta por campos y pueblos de Extremadura

La ruta Euro Velo 1 nace en Noruega y termina en Portugal. De este inmenso recorrido tomamos el tramo que cruza en bicicleta los paisajes de Extremadura de norte a sur

Pedaleando por los caminos de Extremadura. Foto José – CC

Ya hemos hablado de la red Euro Velo, 20 rutas de larga distancia que unen países y regiones por carreteras secundarias, senderos, pistas forestales y calles, a través de campos y pueblos, por ciudades y mesetas, con un solo objetivo: potenciar el uso de la bicicleta.

La ruta Euro Velo 1, con 11.150 km de extensión, comienza en el extremo norte de Noruega, atraviesa Reino Unido, salta a Irlanda, llega al continente a través de Francia, y en España se inicia en Irún hasta Ayamonte, donde enlaza con Portugal.

En el tramo que corresponde a Extremadura transcurre de norte a sur por la antigua Vía de la Plata, desde el Puerto de Béjar -límite con la provincia de Salamanca– hasta el municipio de Monasterio, al borde de la línea con Andalucía.

Es una ruta de numerosos atractivos naturales y culturales, donde la historia fluye en cada pueblo, monasterio o fortaleza en ruinas; donde la gastronomía (sobre todo los quesos, jamones y vinos) es un delicioso motivo de viaje. Y sin olvidar la libertad de sentir el viento acariciando cuerpos y el abnegado placer de fatigar kilómetros.

De Baños de Montemayor a Galisteo

El camino extremeño se divide en cinco etapas, de unos 70 km de extensión media. El primer tramo, de 79 km va desde Baños de Montemayor a Galisteo. El punto de inicio es reconocido por el relax de sus aguas termales, que datan de la época romana.

A los 10 km se llega a Hervás, donde se encuentra una de las juderías mejor conservadas de España, en un hermoso entorno natural de bosques de castaños que dialoga con el manto blanco de los cerezos del vecino valle de Jerte.

En la primera etapa vale la pena desviarse del camino y llegar a Plascencia para conocer sus encantos históricos

Tras descender a Aldeanueva del Camino, a 530 mts de altitud, se transcurre por las dehesas que acompañan hasta Cáparra, ciudad de origen romano que es una de las sedes satélite del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

Antes de llegar a Oliva de Plascencia quizás valga la pena desviarse a conocer la estampa señorial de Plascencia y el color que da el río Jerte.

Descubriendo los atractivo de Cáceres. Foto Turismo de Extremadura

La ruta sigue por carreteras comarcales, no muy lejos del Parque Nacional de Monfragüe, hasta arribar a Galisteo, donde recibe una bien conservada muralla almohade.

De Galisteo a Cáceres

La segunda etapa lleva hasta Cáceres, en un trazado de 77 km paralelo a la N-630, que tiene ascensos para valientes como el que conduce a Cañaveral.

Entre los pastizales la ruta asciende hasta Grimaldo, aunque no viene mal un leve giro a Pedroso de Acim y conocer Santa María de Palancar, presentado como el monasterio más pequeño del mundo.

El ascenso al puerto es intenso, sí, pero luego se sigue al embalse de Alcántara II, donde está el puente romano de Alconetar, uno de los más antiguos de Europa.

Grupo de ciclistas pasando por Hervás. Foto Jmguel Photos – CC

Las vistas por el Tajo son una maravilla, y para reponer fuerzas, nada mejor que probar el queso de la Torta del Casar, en Casar de Cáceres.

Tan solo faltan 10 km para Cáceres, y una vez que se llega a esta ciudad, hay que dejar la bici y salir a caminar por su muy bien cuidado centro medieval, por el museo de arte de la colección Helga Alvear, y tapear con abundancia en las terrazas.

De Cáceres a Mérida

La antigua calzada romana de la Vía de la Plata nos lleva, en la tercera etapa de la ruta Euro Velo 1, hasta Mérida, la capital de Extremadura.

Son 70 km de un camino con bastantes pendientes ascendentes y descendentes, cuyos primeros tramos se hacen en medio del humedal cercano a Valdesalor, hogar de incontables grullas, que dan paso a las ruinas de antiguos castillos como el de Arguijuelas de Arriba, el de Abajo y el de Garabato.

Tras probar la exquisita Torta del Casar se puede culminar la etapa visitando el magnífico conjunto histórico de Cáceres

Atravesando bosques de encinas. Foto Turismo de Extremadura

Un puente romano conduce a Casas de Don Antonio, donde poco más tarde hay un desvío que lleva a Alcuéscar, donde está la basílica de Santa Lucía del Trampal, de arquitectura hispano-visigoda.

Ya estamos por el centro geográfico extremeño, en el Parque Natural de Cornalvo, donde está la presa más antigua de España. El recorrido sigue por Aljucén, ya en la provincia de Badajoz, y tras atravesar Mirandilla se arriba a Mérida.

Aquí se presenta uno de los conjuntos romanos mejor conservados de España, con el anfiteatro, el circo, los templos, las termas, los puentes y acueductos que recuerdan la grandeza de aquel imperio que tantas huellas dejó en la Península.

De Mérida a Zafra

La siguiente etapa, de 63 km, es más breve pero tiene un desnivel ascendente de 400 metros de diferencia.

Los campos de cultivo de la comarca Tierra de Barros presentan un bonito mosaico visual, y a los 19 km se puede hace una parada en la casa-palacio de los Lastra, en el pueblo de Torremejía.

O dejar la escala para Almendralejo, llamada la ‘cuna del Romanticismo’ por ser el hogar natal de José de Espronceda y Carolina Coronado, donde se pueden degustar recomendadas muestras de vino o sus vinos espumosos. Y aprender sobre ellos en el Museo de las Ciencias del Vino.

Más adelante espera Villafranca de los Barros, conocida como ‘la ciudad de la música’, sede de un interesante museo etnográfico y con numerosos edificios de valor histórico.

La ruta Euro Velo 1 transcurre por todo tipo de caminos. Foto José Manuel Saavedra – CC

Más arte e historia aguardan en Los Santos de Mainona, con su interesante Palacio de la Encomienda. Y tras someter a las piernas a un esfuerzo se llega a Zafra, que presume de una exquisita gastronomía para conocer en su centro histórico.

De Zafra a Monesterio

Y llegamos a la última etapa, 65 km de un camino elevado que sube un poco más a la altura del desvío a Montemolín, pero que pasando Monesterio es un descenso continuo a El Real de la Jara, ya en Andalucía.

Las dehesas acompañan en el último tramo. No en vano aquí se producen algunos de los mejores jamones de España

A uno y otro lado del camino se extienden las dehesas donde los cerdos se alimentan para producir jamones de alta calidad.

Una parada se puede hacer en Puebla de Sancho Pérez, donde a cinco km hay un balneario de aguas con propiedades curativas. No muy lejos está el yacimiento romano de Medina de las Torres, otra pausa para conocer más historia antigua.

En Calzadilla de los Barros se puede conocer el retablo gótico mudéjar de la iglesia del Divino Salvador, y en Fuente de los Cantos hay que visitar la casa-museo de Francisco de Zurbarán, uno de los grandes maestros del Barroco español.

Esta región produce unos exquisitos quesos, aunque en Monesterio hay un Museo del Jamón que es el palacio de las tentaciones. Solo quedan 15 km, pedaleando suavemente cuesta abajo, hasta cruzar el límite con la provincia de Sevilla, y dejar atrás Extremadura.

a.
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