Siete curiosidades de Lleida y los Pirineos que no te esperabas
Además de la historia de sus pueblos y la belleza de sus valles y montañas las tierras de la provincia de Lleida esconden varias sorpresas. Veamos algunas de ellas

Sisco Farràs, creador de las Botigues Museu Salàs. Foto Juan Pedro Chuet-Missé
“Cada piedra tiene una historia para contar” dice un viejo dicho. Eso significa que hay sucesos curiosos o datos sorprendentes que aguardan en los rincones menos esperados, como sucede en los pueblos de Lleida y la región de los Pirineos.
Vamos a conocerlas atendiendo las sugerencias de la dirección de turismo provincial.
El pueblo de las motos
Más de 190 motos de todas las épocas, con prototipos y ejemplares únicos en el mundo, se concentran en el Museo Moto de Basella, un pueblo del Alt Urgell.
El museo consta de 1.000 metros cuadrados distribuidos en dos salas, donde además de los ejemplares en exposición se puede ver el taller original de Mario Soler, quien reconstruía motos desde finales de la Guerra Civil, una pasión que heredaron sus hijos Estanis y Toni.
El Museo Moto de Basella cuenta con 190 motos de todas las épocas, incluso de ejemplares únicos
La planta inferior se usa para exposiciones temporales, y un sector fue habilitado como un circuito para la educación vial de niños y jóvenes.
La meca de los caracoles
La pasión gastronómica por los caracoles en las tierras de Lleida alcanza niveles impensables.
Cuando en mayo se celebra el Aplec del Cargol de Lleida se consumen nada menos que 12 toneladas de este molusco terrestre. Y solo dura tres días.
12 toneladas de caracoles se consumen en los tres días del Aplec del Cargol de Lleida
Los caracoles no solo provienen de las granjas leridianas sino también de otras partes de España, así como del norte de África y hasta de Sudamérica.
La fiesta está organizada por un centenar de peñas que se congregan en los Camps Elisis, donde además se realizan insólitas competencias como carreras de caracoles y se pueden escuchar divertidas charangas de agrupaciones locales.
Las tiendas detenidas en el tiempo
En el pueblo de Salàs de Pallars hay ocho tiendas que están detenidas en el tiempo. Forman parte de las Botigues Museu Salàs, una iniciativa del exprofesor de historia e incansable coleccionista Sisco Farràs, que enseña cómo era la vida comercial décadas atrás.
Allí se pueden ver una tienda de ultramarinos, un bar, una barbería, una farmacia, una mercería, una perfumería y otros establecimientos con sus estanterías atiborradas de productos y envases con años y años de historia.
Mariposas exóticas
Otro sitio curioso de estos rincones de Cataluña es el Museo de las Mariposas, en Ribera de Cardós.
Visitado por científicos de todo el mundo, exponen 3.500 ejemplares (de un fondo de 25.000) que muestran la biodiversidad de formas y colores de estos insectos.
Además de cientos de exóticas en la colección destaca un fósil de 510 millones de años, un ejemplar de la mariposa más grande del mundo y otro de la más pequeña. Y también una maravilla alada única en el mundo hallada en Andorra, la Heodes virgaureae pyrenaeicola mariateresa.
Caviar del Pirineo
Al caviar se lo asocia con Rusia e Irán. Es lógico, originalmente son las huevas del esturión del Mar Caspio.
Pero en el Val d’Aran la compañía Nacarii elabora caviar de los esturiones criados en sus piscifactorías, alimentadas con agua del deshielo de los Pirineos, que están abiertas a las visitas.
En el Museo de las Mariposas hay un ejemplar de una especie única en mundo, encontrada en Andorra
En marzo se organiza el Mes del Caviar, donde en los restaurantes de Viehla y otros pueblos pirenaicos se ofrecen menús degustación con este exclusivo fruto del esturión.
El pueblo con más artistas que vecinos
Farrera es un pequeño pueblo del Pallars Sobirà ubicado a 1.360 mts de altura de solo 120 habitantes.
Sin embargo tiene una producción artística al nivel de una ciudad pequeña. ¿Cómo es posible?
Pues porque allí se encuentra el Centro de Arte y Naturaleza, una residencia de trabajo para artistas e investigadores de todo el mundo, donde además se suelen realizar talleres y seminarios, y que permite a unos y otros aislarse en un entorno de montaña de gran belleza para dejar que la creatividad y el trabajo fluyan.
El centro también organiza exposiciones, edita publicaciones y presenta espectáculos de toda clase.
El centro geográfico de Cataluña
Nunca falta alguien que quiere ser el centro de atención. Pues para cumplir su deseo podría poner rumbo al santuario de Pinós, en el Solsonés, donde se encuentra el centro exacto de la geografía catalana.
El conjunto religioso se encuentra a 940 metros de altitud, y el hito geodésico está marcado con una rosa de los vientos esculpida en un monolito rocoso.
Además de la foto y el postureo de rigor hay que tomarse un buen rato para contemplar las vistas panorámicas por el Pirineo y los macizos de Montseny y el Collscabra.