Estos días Lyon es la verdadera ciudad luz

Sí, dicen que París es la ciudad luz. Pero durante unos días de diciembre Lyon le quita el título con su fascinante despliegue: el Fête des Lumières.

Tras el paréntesis por la pandemia mañana comienza una nueva edición del, quizás, festival de luces más espléndido del mundo.

El laboratorio de luces

La cita comienza mañana hasta el 11 de diciembre, y cada noche en que caiga el sol la ciudad se convierte en un laboratorio donde artistas y estudiantes de Lyon y todo el mundo despliega su creatividad.

Más de 200 fachadas serán iluminadas en el marco del Fête des Lumières

Algunas cifras para entender la magnitud del evento: se podrán ver 31 creaciones artísticas, 27 sitios estarán iluminados de una manera especial y 200 casas y bloques de viviendas participan con sus propias creaciones.

El origen de la fiesta de la luz

El origen se remonta al 8 de diciembre de 1852, cuando se iba a inaugurar una estatua de la virgen María en la cima de la colina de Fourvière. Parece que una la amenaza de una tormenta desapareció de repente, y como agradecimiento los residentes iluminaron sus casas con miles de velas.

En 1989 se tomó en cuenta aquel evento para organizar el primer festival de luces, y desde ese entonces, el evento crece y crece cada edición, hasta convertirse en una auténtica cita de honor para Lyon.

Las fachadas se convierten en lienzos donde se realizan coloridas proyecciones, las aguas de los ríos Ródano y Saona alojan innovadoras puestas en escena, y casi a cada paso se verá una obra de arte elaborada con luces.

Las obras más destacadas del festival

Una de las más interesantes es La ola, en la Place Bellecour; una estructura de 80 metros de largo y 20 de alto compuesto por 350 kakemonos, lienzos japoneses que al ser atravesados por el viento crean un sonido similar al de una flauta.

Otra será El conejo en la Luna, una proyección en las fachadas de la Place des Terreaux que recrea el mito azteca del dios Quetzalcóatl.

En la Place Republique, 56 marcos de luz se despliegan en dos filas geométricamente alineadas que se multiplican, y parecen llegar al infinito.

En el parque de la Tête d’Or los senderos, árboles y arbustos sirven de apoyo para diversas obras de arte de luz

En la Place des Célestins, la fachada del teatro se iluminará con proyecciones danzantes que dialogarán con el domo geodésico de ocho metros de diámetro.

Cuando se camine por el Quai Romain Rolland se pasará por una especie de túnel de luces, creado por una serie largas lámparas apoyadas en los plátanos del paseo

Las coloridas estructuras de la Place Louis Pradel darán la sensación de estar frente a un ave fénix, mientas que la catedral de St Jean será escenario del mapping Iris, que promete una fascinante explosión cromática.

El parque iluminado

Además de estos y otros puntos del centro histórico, hay que pasar por el parque de la Tête d’Or, donde entre arbustos, senderos, lagos y árboles se verán obras como La Riviera con sus peces voladores; La criatura del lago donde los haces rojos recuerdan a un dragón mitológico, al Vegetal’lum donde las luces se convierten en flores gigantes, o las ondas luminosas de la obra Ricochets que emergen de repente en el lago.

Este evento da una gran participación a las escuelas de diseño y arquitectura, y sus creaciones se podrán descubrir en la Place Sathonay con nada menos que 22 trabajos, en el colegio La Martinière Diderot -donde habrá 13 arcos luminosos-, en la Fundación Bullukian con sus cajas luminosas, en las proyecciones de la estación St Paul, y en la Luna de siete metros de diámetro que flotará en Les Subs.