Porís de Candelaria: el pueblo pesquero de España al que solo se puede llegar a pie o por mar
Si buscas un oasis de tranquilidad alejado del turismo y las aglomeraciones, este pueblo pesquero de difícil acceso de La Palma es ideal para ti

El pueblo pesquero de Porís de Candelaria. Foto: visitlapalma.es
El archipiélago canario está lleno de rincones únicos y escondidos, pero pocos lugares pueden compararse con el enigmático pueblo pesquero de Porís de Candelaria. Ubicado en la vertiente noroeste de la isla de La Palma, en el municipio de Tijarafe, este pequeño enclave es uno de los secretos mejor guardados de la isla. Lo que lo hace aún más especial es la singularidad de su localización: un conjunto de casas blancas y azules construidas dentro de una impresionante cueva volcánica, a los pies del imponente océano Atlántico.
Llegar a Porís de Candelaria no es una tarea sencilla. Este encantador pueblo pesquero no cuenta con accesos directos ni carreteras convencionales, y mucho menos servicios turísticos como bares o tiendas. Para quienes deseen descubrirlo, la travesía comienza con una carretera llena de curvas que desciende abruptamente hacia el litoral, seguida de un sendero estrecho y rocoso que solo puede recorrerse a pie. A pesar de que el camino es desafiante, aquellos que se aventuran a completarlo son recompensados con una visión que deja sin aliento: el pueblo escondido bajo una cueva de 50 metros de altura y la vastedad azul del Atlántico extendiéndose ante sus ojos.
Un refugio natural con historia
Porís de Candelaria no solo destaca por su belleza natural, sino también por la rica historia que envuelve este pueblo pesquero. Según una leyenda que ha pasado de generación en generación, en el siglo XVI, un grupo de marineros portugueses se refugió en la cueva durante una fuerte tormenta. Al desembarcar, colocaron con cuidado una imagen de la Virgen de la Candelaria, y de manera milagrosa, el mar se calmó. Cuando intentaron llevarse de nuevo la imagen a bordo, las aguas volvieron a agitarse, lo que interpretaron como una señal de que la Virgen debía quedarse en ese lugar. Desde entonces, el nombre de Candelaria quedó unido a este rincón pesquero.
Aunque la imagen de la Virgen ya no se encuentra en este pueblo pesquero, sino en una iglesia en el centro de Tijarafe, la leyenda sigue viva entre los locales. Y aunque el lugar nació como un refugio temporal para pescadores, con el tiempo, estos hombres del mar transformaron las pequeñas estructuras donde guardaban sus herramientas en segundas residencias. Estas casas, aún habitadas ocasionalmente, siguen la misma estética: pintadas en blanco y azul, respetando la tranquilidad y la armonía del entorno.
Un lugar para desconectar del mundo
Uno de los grandes atractivos del pueblo pesquero de Porís de Candelaria es la paz que ofrece. No hay cobertura de internet, ni señales de la vida moderna que invadan la experiencia de quienes llegan hasta allí. El sonido dominante es el de las olas rompiendo contra las rocas y el viento soplando desde el Atlántico. Para muchos, este lugar es un oasis de calma donde es posible desconectar completamente del bullicio del día a día.
Los visitantes que llegan a Porís de Candelaria pueden disfrutar de un baño en sus aguas cristalinas, aunque deben tener en cuenta que no hay servicios de vigilancia ni socorristas. La experiencia, sin embargo, se ve compensada por la sensación de estar sumergido en la naturaleza pura. Este rincón de la isla es también un lugar ideal para contemplar puestas de sol inolvidables, con el cielo tiñéndose de colores cálidos mientras el sol se oculta en el horizonte.
Cómo llegar: un viaje para los aventureros
Llegar al pueblo pesquero de Porís de Candelaria es, sin duda, una experiencia que requiere cierta dosis de aventura. El acceso en coche es limitado, ya que solo es posible llegar hasta un punto en la carretera, tras el cual hay que dejar el vehículo en una de las dos zonas de aparcamiento disponibles y continuar el recorrido a pie.
Este último tramo, de entre 10 y 15 minutos, implica un descenso por un camino empinado y algo resbaladizo. Para los amantes del senderismo, existe una ruta circular de 10,3 kilómetros que conecta el pueblo con otros puntos de interés de la isla, ofreciendo una caminata con desniveles que desafiará a los más experimentados.
Para quienes prefieren llegar por mar, otra opción es embarcarse en una de las excursiones que parten desde el Puerto de Tazacorte. Durante el trayecto, los viajeros pueden disfrutar de vistas de otros enclaves fascinantes como la Playa de la Veta o las cuevas volcánicas cercanas, como la Cueva Colorada y la Cueva Bonita. Además, con un poco de suerte, es posible avistar delfines e incluso ballenas durante el viaje, lo que añade un toque de magia a la travesía.
Un paraíso de tranquilidad en un pueblo pesquero de La Palma
El pueblo pesquero de Porís de Candelaria es uno de esos lugares que, pese a su difícil acceso, ofrece una recompensa incomparable para quienes buscan algo más que un destino turístico convencional. Este pintoresco pueblo pesquero, resguardado bajo la protección de una cueva volcánica, combina la historia, la naturaleza y la tranquilidad en un entorno único.
Para muchos, visitar Porís de Candelaria es una experiencia que invita a la reflexión, a desconectar y a reconectar con lo esencial: el mar, el silencio y la simplicidad de la vida lejos del ajetreo. Sin duda, un destino que merece ser explorado, aunque el esfuerzo para llegar allí sea parte integral de su encanto.