La Ruta del Azafrán de La Mancha, un recorrido por la joya dorada de la gastronomía

La Ruta del Azafrán se ha consolidado a lo largo de los últimos años como uno de los grandes encantos de Castilla La-Mancha

Detalle de uno de los molinos de Herencia. Foto Spaincenter | Turismo de Castilla-La Mancha

Dentro de los muchos aspectos que convierten a España en uno de los destinos turísticos por excelencia a nivel global, la cultura gastronómica es uno de los aspectos más a destacar dentro de todos aquellos que reinan en la Península. Una cultura que va mucho más allá de los platos típicos, y que se centra en experiencias auténticas.

Cada una de las Comunidades Autónomas cuenta con su propio sello distintivo en lo que a gastronomía se refiere. Si bien las zonas costeras como Galicia cuentan con una amplia fama por su reconocido marisco, y otras zonas del centro lo hacen por sus viñedos, Castilla-La Mancha cuenta con una enorme popularidad debido a un ingrediente concreto: el azafrán.

Todos los secretos escondidos tras la Ruta del Azafrán

Conocido comúnmente como oro rojo, el azafrán cuenta con una enorme popularidad tanto a nivel gastronómico como cultural. Esto se debe a muchos aspectos, entre ellos, a que se trata de uno de los mayores tesoros de los paisajes áridos y las llanuras manchegas. Y esto da nombre precisamente a lo que es conocido en España como la Ruta del Azafrán, un recorrido por la historia, la tradición y la vida cultural de la región manchega.

Pero para entender la importancia de este ingrediente, tenemos que remontarnos más allá de un milenio atrás, cuando los árabes introdujeron un cultivo conocido por aquel momento como Crocus Sativus, que con el paso del tiempo se convertiría en lo que hoy conocemos como el azafrán. De hecho, actualmente el Azafrán de La Mancha cuenta con una denominación de origen protegida, que lo convierte en un producto sumamente valorado a nivel global.

Sin embargo, este es un alimento que más allá de su aroma y sabor intensos, destaca por ser mucho más que una experiencia gastronómica. Precisamente este es el sentido escondido tras la ya mencionada Ruta del Azafrán, que abarca un recorrido a través de las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real, con previas paradas en diversas localidades de estos destinos. Un viaje en el que los visitantes podrán ser testigos de un paseo a través de la historia y la cultura de Castilla La-Mancha.

Todas estas localidades han tenido un peso clave en el cultivo de esta flor, pero es Consuegra, una pequeña localidad ubicada en la provincia de Toledo, la que se destaca como una de las más importantes de esta ruta. Precisamente por esto, cada mes de octubre, toma lugar en esta provincia la Fiesta Rosa del Azafrán, en la cual sus ciudadanos pueden disfrutar de demostraciones de la monda de la flor, competiciones tradicionales, y todo tipo de espectáculos folklóricos.

Es precisamente el mes de octubre el momento clave del año para esta Ruta del Azafrán, ya que es el momento en el que el cultivo de esta flor tiene lugar. No obstante, más allá del valor económico que esta celebración conlleva para la ciudad, ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la cultura local a través de visitas a museos, mercados y cooperativas. En estos espacios, se puede aprender más sobre el proceso de producción del azafrán y comprar productos elaborados con esta joya roja, haciendo de este viaje no solo un recorrido turístico, sino una celebración de la cultura y el trabajo de una tierra que sigue floreciendo gracias a su preciada flor.

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