Claves para conocer la judería de Zaragoza

Si bien han quedado pocas huellas de la presencia judía en la Zaragoza medieval una nueva ruta por su centro histórico permite descubrir su importante presencia

Detalle de la ‘menorah’ en la Casa Morlanes. Foto Lydia Grávalos Parra

Es cierto que en Zaragoza no han quedado edificios que recuerden la presencia judía como se pueden ver en Girona, Córdoba, Hervás o Toledo. Pero la comunidad hebrea fue muy importante en la historia de Aragón y su capital, y era hora que sea descubierta tanto por residentes como por visitantes.

Para ello el Ayuntamiento organiza una serie de visitas guiadas que duran dos horas, y que invita a una inmersión por el centro histórico descubriendo los vestigios de esa cultura hasta que fue expulsada por los Reyes Católicos.

“Durante siglos hubo en Zaragoza un emplazamiento judío que convivió con los cristianos y musulmanes de manera ejemplar”, precisó Sara Fernández, consejera municipal de Cultura.

Por dónde transcurre la ruta de la Zaragoza judía

El 19 de marzo se inicia la primera ruta, que parte desde la oficina de Turismo frente a la Basílica del Pilar, y realiza un recorrido por la calle Ossau, la plaza Sinuñes, las calles Verónica, Santo Dominguito de Val, Coso y la plaza San Carlos.

La avenida del Coso separaba al barrio judío en dos partes, el mayor que estaba dentro de las murallas de la ciudad -al que se accedía por siete puertas- y el menor, conocido como los sectores de San Miguel y Coso Bajo.

Antigua plaza de la judería. Foto Lydia Grávalos Parra

En ese trazado se concentraba la población judía con sus sitios emblemáticos, como siete sinagogas, la carnicería, el mercado o los baños rituales.

La comunidad judía de Zaragoza llegó a tener siete sinagogas, además de baños rituales, comercios y talleres

Casi todos estos edificios fueron destruidos o reconvertidos por la intolerancia religiosa de la España medieval, pero han quedado algunas huellas que, en las visitas, con la ayuda de fotografías, planos y otros documentos permiten recrear cómo eran seis siglos atrás.

Descubriendo el pasado judío

Por ejemplo, en una de las ventanas de la Casa de los Morlanes el escultor registró varias escenas religiosas e históricas relacionadas con el pasado judío de la ciudad, con escenas como la expulsión de los judíos en 1492 u homenajes al Arca de la Alianza.

El corazón del antiguo barrio está en la plaza donde ahora se encuentra el seminario de San Carlos, entre la calle de San Vicente de Paul y el muro de piedra del Coso bajo.

Precisamente la sinagoga mayor se encontraba donde ahora se levanta la iglesia de San Carlos.

Los baños judíos, actualmente vetados a las visitas

El castillo de la judería era el edificio más importante de la comunidad, con sus seis o siete torres, que servía para proteger a la población (recordemos que la comunidad hebrea tenía -al menos en teoría- el resguardo de la corona) y que también funcionaba como cárcel, y que se encontraba en la esquina sureste del coso, junto a la antigua muralla de piedra.

También junto al muro estaba la carnicería, al lado de la puerta Ferriza, actual garaje de la residencia de San Carlos; y a pocos pasos la mikwé, la sinagoga de las mujeres con unas pequeñas piscinas para realizar los baños rituales tras el período menstrual o el parto.

Barrio de San Lorenzo

El barrio de San Lorenzo se puede conocer entre la puerta de Mayr Alazar (ahora en el barrio de la Magdalena) y la plaza de San Pedro Nolasco; entorno donde vivían familias nobles de ascendencia judía y los miembros del gremio de zapateros.

Muchos de los edificios de la comunidad judía fueron destruidos o usados como cimientos tras la expulsión de 1492

Con documentos y fotografías se reconstruye el pasado judío de Zaragoza. Foto Asociación Sefarad Aragón

En tanto otros oficios realizados por miembros de esta comunidad se concentraban en la antigua carrera de los Torneros (ahora calles Verónica y Pedro Joaquín Soler) hasta la puerta de San Lorenzo, frente a la cual estaba la alcaicería o mercado de la judería; explica Álvaro López Asensio en la guía La judería de Zaragoza.

Estas rutas son guiadas por Timna Segal, de la Asociación Sefarad Aragón; y se ofrecerán un domingo por mes –con reserva previa– hasta noviembre. Su precio es de 5,5 euros por persona.

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