12 cervezas artesanas españolas en el podium de las sin alcohol

En España, el mayor consumidor y productor de cervezas sin alcohol de la UE, las elaboraciones artesanas son una gran opción para los que buscan un valor añadido

Foto: La Cibeles.

España lidera actualmente el sector de la producción y el consumo mundial de cerveza sin alcohol. De hecho, ronda el 15% sobre el total de cerveza consumida, y se espera que la cifra ascienda al 20% en el año 2025.

Mucho han cambiado las cervezas sin alcohol desde que comenzaron a comercializarse en nuestro país hace ahora más de 40 años. De hecho, su calidad ha mejorado tanto, que es cada vez más difícil escuchar esa cantinela mil veces oída de que una cerveza sin alcohol ‘no es una cerveza‘.

Y lo será más aún, si tenemos en cuenta que las producciones habituales de las grandes corporaciones cerveceras están dando paso a las cervezas artesanas sin alcohol, un nicho que busca añadir como valor el cuidado y el mimo de las elaboraciones artesanas.

¿Qué es una cerveza sin alcohol y para quién es?

El Real Decreto 678/2016, por el que se aprueba la norma de calidad de la cerveza y de las bebidas de malta, define con claridad qué es una cerveza sin alcohol en España: aquella cuya graduación alcohólica es menor al 1% en volumen.

Las cervezas españolas artesanas sin alcohol se elaboran bajo estrictos estándares de calidad. Foto: Birra & Blues

Para producirla, sea o no artesana, hay dos fórmulas: o bien elaborar una cerveza con alcohol y posteriormente eliminar o reducir el contenido alcohólico -con procesos de osmosis- o bien produciéndola con una levadura que origine muy poca cantidad de alcohol.

La cerveza sin alcohol es una opción segura para aquellas personas que no pueden consumir bebidas alcohólicas, por cuestiones tales como embarazo, lactancia, manejo de maquinaria peligrosa y conductores de vehículos en general. También es una buena elección para aquellos que simplemente no quieren consumir alcohol.

En los últimos años han aparecido en nuestro país productores dedicados a la elaboración de cervezas artesanas que han comenzado también a elaborar cervezas Sin, al percatarse de su enorme aceptación. Por el momento son muy pocas, pero no renuncian en absoluto al sabor y a la prestancia de las más exquisitas elaboraciones. Estas son las mejores que hemos encontrado.

La Cibeles SIN

Cervezas La Cibeles, con sede en Leganés, en Madrid, produce una interesante gama de cervezas destinadas a los amantes de la mejor espuma. También elaboran una cerveza sin alcohol a la que han llamado, La Cibeles SIN (1,42 €).

Tras varios años de investigación en el campo de la fermentación, consiguieron, en 2020, aislar una levadura que en el proceso fermentativo producía muy poco alcohol sin penalizar en exceso el sabor característico de una buena cerveza. Así, no incorpora procesos de osmosis, no se filtra, no se pasteuriza ni emplea aditivos.

De color amarillo pajizo, con una burbuja muy integrada que provoca una espuma densa y consistente, posee un cuerpo suave, ligeramente sedoso, con sabor predominante a lúpulo y en menor medida a malta. Los aromas se desprenden armoniosamente del vaso una vez servida, siendo las notas principales las cítricas y los toques herbales.

Muy fácil de beber, combina perfectamente con una ensaladilla rusa o con unas anchoas del Cantábrico.

Komodin

Desde su fábrica As Cervesa Artesana, ubicada en Montornés del Vallès (Barcelona), los emprendedores Andrés López y Sonia Meroño presentan en su portfolio una gama de tres cervezas sin alcohol que han aglutinado bajo la marca Komodin.

La primera de ellas es Komodin (2,07 €), una pale ale de fermentación alta, creada con levadura windsor que le confiere interesantes sabores y aromas frutales. De color amarillo pálido y aromas herbáceos, sorprende por sus suaves notas maltosas y su sequedad final. Su cuerpo es ligero y realmente sorprende al probarla y saber que es una cerveza sin alcohol.

Otra de las propuestas es IPA Komodin (2,16 €), producida con lúpulos northern brewer, mosaic y El Dorado. Muestra lo mejor de una Indian Pale Ale clásica pero sin alcohol. Los lúpulos utilizados en su elaboración le aportan un aroma pleno, delicioso y refrescante en boca, con el ligero amargor final de este tipo de producciones.

La última en llegar al mercado ha sido Dark Komodin (2,54 €), considerada como la primera cerveza negra sin alcohol de España. De intenso color negro y cuerpo medio, desprende aromas a regaliz, chocolate negro y café. Es una ale que no se filtra ni se pasteuriza, y que muestra las virtudes organolépticas de una atractiva cerveza negra.

Boga Libre

Nos encaminamos ahora hacia Mungia, localidad cercana al área metropolitana de Bilbao, en la costa vizcaína, para conocer de primera mano Boga Libre (1,38 €), seguramente, una de las mejores cervezas sin alcohol de Euskadi.

La elabora la cooperativa cervecera Boga Garagardoa, pequeña empresa formada en 2014 por un grupo de jóvenes socios apasionados por la cerveza artesanal a los que les acompañan un reducido número de trabajadores.

De estilo pale ale, la cerveza sin alcohol Boga Libre ofrece un intenso sabor a malta y lúpulo. Presenta un llamativo color naranja pálido y cuerpo ligero, con aroma a lúpulo de intensidad media. Su sabor limpio a malta resalta con notas dulces con una leve presencia de lúpulo en el retrogusto.

Es ideal para compartirla con una pizza cuatro quesos, ceviches, pescados azules y mariscos.

Mica Sin

Desde Aranda de Duero (Burgos) nos llega una de las mejores cervezas sin alcohol del mundo. Responde al nombre de Mica Sin (3,50 €), y la elabora la firma Cerveza Mica.

Una empresa formada por un pequeño grupo de apasionados de la cerveza artesanal en una zona en la que ya en el siglo III los primeros pobladores celtas elaboraban su propia cerveza.

La Mica Sin es una elaboración natural, completamente artesanal, diferente, y hecha con la mejor materia prima, entre la que se incluyen lúpulos frescos. Es una creación gourmet con un verdadero sabor a cerveza, y además sin gluten.

De color dorado y cuerpo ligero, desprende aromas a cereales, semillas y hierba fresca. En boca trae recuerdos a cereales, cítricos y toques a manzana, con un agradable dulzor y un sugerente amargor realmente ponderado. Fue premiada en 2017 como la mejor cerveza del mundo sin alcohol en los prestigiosos World Beer Awards.

Chula Sin

En la localidad de Rivas-Vaciamadrid, Comunidad de Madrid, se emplaza la cervecera Chula Cervezas Villa de Madrid, dedicada, y con mucho acierto, a la elaboración de alabadas cervezas artesanales.

Disponen de una amplia variedad de cervezas, y como no les falta cierta chulería madrileña, también se han atrevido con una cerveza sin alcohol al que le han puesto el nombre de Chula Sin (1,83 €).

Se elabora con ingredientes tan naturales como el agua de Madrid, como no podría ser de otra forma, malta, lúpulo y levadura, y realmente nada más.

De color amarillo claro y limpio, en nariz presenta matices dulces y afrutados, predominando las notas cítricas, especialmente a mandarina y naranja escarchada, con ligeros matices de cascara de limón y recuerdos a maracuyá y melocotón. Fondo equilibrado y sugerente de lúpulo y malta.

En boca muestra una entrada proporcionada, destacando las notas cítricas, principalmente a limón y mandarina. Amargor moderado y persistente con final seco. Una cerveza para ser disfrutada como copa a media tarde o para ser plenamente compartida con arroces melosos de pescado y marisco y carnes blancas a la plancha.

Celestial SIN

Desde Valencia nos llega la gama más completa de cervezas sin alcohol que hoy por hoy podemos encontrar en nuestro país. Son cinco, y las fabrica la empresa cervecera artesanal Brew and Spirits, bajo la marca B&B (Birra y Blues). Su nombre es todo un homenaje a las cervezas de buen sabor y a la buena música. Dos elementos que juntos nunca fallan.

Los cinco estilos de Celestial SIN tienen una graduación alcohólica por debajo de 0.5º y están libres de gluten. Es una gama de cerveza artesanal pensada para que todos los paladares queden satisfechos, y realmente es así porque cuesta advertir, cuando se prueban, que estamos ante unas cervezas sin alcohol.

La primera a la que nos referiremos es la Celestial Sin IPA (2,50 €), producción de color dorado y espuma persistente que destaca por su aroma afrutado cítrico y floral proveniente de los lúpulos simcoe y mosaic. Su amargor es agradable y moderado y predomina por encima del sabor a malta.

Transmite una sensación en boca suave, con un cuerpo medio. El final en boca es seco y la carbonatación es moderada. Marida bien con carnes especiadas, comida picante y quesos grasos. Medalla de Oro en el Concours International de Lyon en 2021. 

La segunda de las cervezas es la Celestial Sin HELLES (2,50 €). Las cervezas de este tipo son lager pálidas tradicionalmente elaboradas en el sur de Alemania. Tiene un distinguido color dorado con espuma blanquecina y persistente. Sus aromas nos llevan al pan y al cereal debido a la malta de la variedad Múnich utilizada y al frescor floral de su levadura, junto al lúpulo saaz.

Su amargor es bajo, pero sin llegar a ser dulce. De cuerpo medio, en boca resulta suave y agradable. Combina muy bien con salchichas alemanas y quesos suaves no muy grasos.

También elaboran la Celestial Sin Brown Ale (2,50 €), una cerveza de color tostado con aromas torrefactados y caramelizados. Su sabor nos retrotrae al café, al caramelo y al dulce que le confiere su malta. De amargor bajo y sensación suave en boca, combina muy bien con platos especiados de la cocina del sudeste asiático.

La cuarta propuesta es Celestial Sin Pastry Stout (2,50 €), cerveza dulce que recuerda a los postres. Es una creación que posee una tonalidad muy oscura, con espuma tostada, cremosa y persistente. Sus aromas nos hacen pensar en el café, el chocolate, la vainilla y el caramelo.

Su sabor es dulce y el cuerpo medio-alto con sensación en boca suave, intensa y con persistencia en el paladar. Ideal para tomarla con un pollo con ciruelas y postres con chocolate. Una cerveza indicada para los más golosos.

Y por último encontramos la Celestial Sin Hoppy Lager (2,50 €), una cerveza sin filtrar, de cuerpo ligero y con un toque aromático típico del lúpulo. Es de color dorado con espuma blanquecina, cremosa y persistente, que posee aromas del lúpulo de la variedad simcoe, que le proporciona notas resinosas y cítricas.

De amargor bajo, posee un sabor equilibrado a malta. El cuerpo es medio y en boca resulta suave y de carbonatación moderada. Conjunta perfectamente con pescados fritos y embutidos suaves.

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