El vino de la semana: Alta Alella Laietà Gran Reserva
Una botella singular en formato Magnum para estar 'a la altura de los grandes momentos' define al cava Alta Alella Laietà Gran Reserva Brut Nature 2019, unas burbujas que son mucho más que un lujo en grandes dimensiones

Sin duda una de las presentaciones de cava más elegantes que se pueden encontrar, el Alta Alella Laietà Gran Reserva, además de ir precedido de un largo nombre, muestra también un sello distintivo de su territorio que de por sí ya es especial por ser un parque natural, el Serra de Mar (Sierra de Mar) y estrena formato magnum (1,5l), al tiempo majestuoso y estilizado, que convierte en algo aún más especial su contenido.
Se trata de una botella grande pero esbelta, oscura, con cápsula plateada, y un diseño de etiqueta azul metálico compartido por el estuche cilíndrico que la protege, también sofisticado, lo que resalta una gran personalidad y calidad incluso antes de destaparla.
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Cuando el tamaño importa
Es un cava procedente de uvas ecológicas, con un embotellado muy especial que acentúa el factor diferencial de un coupage singular a partir de una variedad ancestral, pansa blanca (xarel·lo), y de dos uvas internacionales: chardonnay y pinot noir, un ensamblaje redondo que estructura correctamente el Laietà, y que, junto a las características de volumen, forma y tamaño de la botella, resalta más los aromas y los sabores.
La vendimia es manual y la fermentación se ejecuta de forma separada para cada una de las tres variedades en acero inoxidable. Se vinifica con el método tradicional y se le aplica un mínimo de crianza de 36-48 meses, para salir al mercado recién degollada la botella.
Elegancia de principio a final
En vista, el cava Alta Alella Laietà Gran Reserva se muestra brillante, de color amarillo pálido con reflejos dorados, burbujas pequeñas finas y persistentes con rosario y corona.
Los aromas corresponden a frutas blancas con un trasfondo floral, y también frutas rojas, almendras, notas tostadas y un toque de mineralidad propia del suelo de Sauló.
En boca tiene buena entrada y es muy suave pero a la vez es profundo, cremoso, fresco y afrutado, con un carbónico muy fino y muy integrado, paso elegante. Se trata de un cava bien estructurado sin perder frescura con un final largo, persistente y muy sabroso.
Un maridaje que no se acaba
Los buenos cavas armonizan con casi todo y este no es una excepción. Lo hace perfectamente con tapas, aperitivos, mariscos, arroces, quesos, carnes blancas, pescados y cocina japonesa. También resulta ideal acompañando cualquier tipo de postres.
Con esta edición, y tras otras que ya han sido galardonadas en múltiples ocasiones: 94 puntos Guía Peñín, 94 Editor’s choice y Wine Enthusiast, y 95 Hudin, la Familia Pujol-Busquets reafirma el compromiso de crear experiencias únicas, y el formato Màgnum, con su forma estilizada y presencia majestuosa, “no solo eleva la experiencia sensorial, sino también la estética, para cualquier celebración”. Como dicen en Alta Alella: “Un regalo perfecto para las fiestas, una pieza de coleccionista para los amantes del cava y, sobre todo, una gran oportunidad para celebrar el arte de compartir”.
Alta Alella es un proyecto de que nació hace casi treinta años y surgió de la iniciativa de la familia Pujol-Busquets: el fundador, el enólogo Josep Maria, su mujer, Cristina Guillén Soldevila y sus dos hijas, Mireia y Georgina.
Desde el inicio en 1991, la familia ha trabajado la agricultura ecológica y ha creado cavas y vinos ecológicos y también naturales (ellos les llaman Radicales) de alta calidad, con personalidad propia y ligados al territorio, a partir de viñas situadas en la Finca de Can Genís en el Parque Natural de la Cordillera de Marina, junto a Alella, Teià, y Tiana.
Compromiso con la ecología
La familia trabaja en la línea de vinos y cavas ecológicos, lo que corresponde a la marca Alta Alella y en la línea de vinos, también ecológicos pero de perfil natural, es decir con una mínima intervención (sin añadir sulfitos) que se laboran en la bodega Celler de les Aus (Bodega de las Aves), bajo la dirección creativa de Mireia Pujol-Busquets.
Además, son también los primeros elaboradores de cava natural, sin sulfitos y lo vienen haciendo desde el 2006.
Estos vinos y cavas naturales reciben su nombre de los pájaros del parque que rodea a las viñas. “Nuestro objetivo siempre ha sido crear vinos y cavas que expresen la singularidad de nuestro terroir, con un fuerte compromiso con la calidad y la sostenibilidad, que los vinos que elaboramos sean transparentes, que definan el terruño y la añada, y que el paladar disfrute del instante y del paisaje”, explica Mireia Pujol-Busquets, segunda generación de la bodega”.
Cavas de gran nivel
Los cavas de la Familia Pujol-Busquets, como el Laietà, que están presentes en las cartas de algunos de los mejores restaurantes del mundo, cuentan con las certificaciones máximas de Elaborador Integral (garantía de trazabilidad) y, desde 2017, de Paraje Calificado Vallcirera. Recientemente han anunciado su incorporación a Grandes Pagos de España (GPE), que agrupa a bodegas que hacen vinos en perfecta armonía con el suelo, la naturaleza y el clima de sus viñedos.