Ándele: la cocina mexicana más auténtica y con un toque catalán

Antes que la cocina mexicana se ponga de moda hace más de 20 años el restaurante Ándele, que impulsaron Lorenzo Rodríguez -director de la mítica sala Rock-Ola- y su esposa Marta Sans (nacida en el DF) trajeron a Barcelona sabores inéditos de la gastronomía de aquel país norteamericano.

Por aquel entonces eran cocinas que derivaban al sabor tex-mex, una apuesta que con los años tuvo buen resultado con la apertura de otros tres locales más, el último de ellos hace un par de meses en Ramis 2, Gràcia.

Allí esta la segunda generación de las familias Rodríguez-Sans, con los hijos Edgar y Laura y el yerno Pau Segurana.

Salir de los tópicos

“Nos hemos criado en los restaurantes”, cuenta Edgar a Tendenciashoy, en un encuentro en el que presentó los platos de su carta que han dejado de lado los sabores tex-mex y han evolucionado en preparaciones aptas para el paladar autóctono, donde por suerte la tradición de picantes y chiles es atenuada en su medida justa.

La segunda generación de Ándele han dejado los sabores tex-mex y derivaron en platos más aptos para el paladar autóctono

La idea de Ándele es salir de los tópicos, y recordar que la cocina mexicana es tan variada como su geografía y diversa por las influencias de su historia, del pasado de los nativos a la conquista española y las oleadas inmigratorias de Europa y los países vecinos.

La degustación de sabores mexicanos

Así lo demostró en una degustación iniciada por totopos con guacamole (no confundir con los populares nachos, que son cuando llevan queso) y unos callos de hacha (vieira sobre lima con salsa de chile de árbol, quizás ácido para algunos pero ideal para abrir el apetito).

Claro que hay tacos y de todas las combinaciones, como los de dorada, al pastor CDMX, los de carnitas Michoacán o los campechanos. De ellos, dimos cuenta de los ‘gobernador’, con queso, chile poblano, cebolla y el suave gusto de los camarones.

Otra forma de viajar por los sabores mexicanos es probar la degustación de cazuelitas con pequeñas tortillas y cochinita pibil, pollo y calabaza o pollo chipotle acompañados de arroz y mole, un plato clásico que se sirve desde los orígenes de Ándele en 1999.

Platos inéditos

Se podrá ver que en Barcelona -como otras ciudades- ahora hay abundancia de restaurantes mexicanos, pero pocos -o ninguno, si me apuran- preparan el chile en nogada; uno de los platos que los Rodríguez traen de sus numerosos viajes de investigación gastronómica a México.

Se trata de un chile poblano relleno de carne y fruta, con salsa de queso y nuez, una interesante combinación de sabores intensos y suaves,un plato que requiere de un tiempo prudencial de preparación para lo que se recomienda un poco de paciencia.

El chile en nogada y los ravioles de Huitlacoche son algunos de los platos que no se encontrarán en ningún otro restaurante mexicano de la ciudad

Otro plato que solo se puede degustar en Ándele son los sutiles ravioles de Huitlacoche, con crema de flor de calabaza y esquites de maíz, con un delicado sabor a hongos.

Preparaciones abundantes

Este se contrapone con las contundentes costillas de buey al mezcal, 600 gramos de este corte vacuno tan tiernas que ni se necesita cuchillo, acompañada de mole negro oaxaqueño y tortillas para armar tacos.

O el abundante pollo al mole, con un picantón cocinado ocho horas a baja temperatura con mole, frijoles, arroz y queso panela.

De remate, unos creps de dulce de cajeta (similar al dulce de leche) y helado de coco, que se pueden continuar -si no se hicieron desde el principio- con cócteles como la clásica Margarita, el Mezcal mule, el Vampiro, la Paloma o el Tequila Sunrise; donde estas bebidas blancas recuerdan la resistencia mexicana a los aguardientes más intensos.

El precio medio de Ándele es de 35 a 40 euros, pero más recomendado es optar por los menús Sol (25 euros) o Luna (30 euros), que presentan un variado abanico de la gastronomía mexicana con sello catalán.