9 vinos sin alcohol para disfrutar de una copa (o más) sin temor a la resaca

Ya se puede disfrutar de buenos vinos españoles sin alcohol para quienes no quieren, o no pueden, consumir los elaborados de forma tradicional

Las bodegas españolas ofrecen vinos sin alcohol de gran calidad. Foto: Kelsey Knight | Unsplash.

La moda de los vinos sin alcohol (o desalcoholizados) ha llegado a España para quedarse. Y es así porque cuentan con un importante nicho de consumidores que no desean o no pueden consumir alcohol y que encuentran en estos vinos una excelente opción para ellos.

Personas que siguen una dieta, padecen enfermedad hepática, pancreatitis o hipertensión, aquellos que por decisión siguen un estilo de vida libre de alcohol, motivos religiosos, o incluso quienes sufren de alcoholismo están entre sus consumidores potenciales.

También están indicado para mujeres embarazadas y trabajadores que utilizan maquinaria pesada. Y, por supuesto, para los que simplemente desean llevar una alimentación saludable. Solo para los diabéticos habría algunos reparos, ya que el vino sin alcohol tiene un bajo contenido en azúcares pero no elimina totalmente los presentes en la uva.

¿Cómo se produce el vino sin alcohol?

En principio, hemos de tener en cuenta que un vino sin alcohol no es un jugo de uvas (mosto). Realmente es una elaboración en la que el zumo de la uva fermenta y con posterioridad el alcohol resultante se elimina, habitualmente, mediante tres métodos diferenciados.

Freixenet Alcohol Free White.

El primer procedimiento es la liofilización, técnica que consiste en congelar el vino con alcohol, para inmediatamente introducirlo en una cámara de presión, para que parte de su líquido y el alcohol se eliminen mediante sublimación, pasando de un estado sólido a gaseoso.

La segunda forma de desalcoholizar un vino es utilizando la osmosis inversa, método por el cual se separan los distintos componentes del vino utilizando la disolución y la hidratación. Al volver a juntarlos de nuevo, se elimina el etanol (alcohol).

El alcohol se elimina de los vinos a través de métodos como al liofilización, la osmosis inversa y las columnas de conos rotantes

Y como último uso, nos encontramos con el procedimiento de las columnas de conos rotantes, la técnica más asiduamente utilizada. El vino se centrifuga y es separado en diferentes capas de líquido, a la vez que un vapor que no es caliente, traslada los elementos etéreos. Al recomponer el conjunto, el alcohol es separado del resto de los ingredientes.

Los vinos desalcoholizados son mostos fermentados a los que se retira el alcohol. Foto: Tim L. Productions | Unsplash.

En España se producen vinos blancos, tintos, rosados y cavas sin alcohol muy recomendables que merecen toda nuestra atención. Los elaboran con sumo cuidado bodegas tan notorias como: Familia Torres, Freixenet o Matarromera, entre otras.

La apuesta de Familia Torres

En el año 2008, y tras varios años de investigación, la bodega Familia Torres sacó al mercado el vino blanco Natureo, el primer vino desalcoholizado, especialmente creado para los amantes del vino que no deseaban consumir alcohol. Hoy en día, Natureo Muscat (7,80€), se produce con la uva moscatel más aromática.

En nariz resaltan las propiedades organolépticas habituales en esta prestigiosa uva mediterránea. Es un producto muy afrutado y en nariz se define como un auténtico moscatel. El azúcar residual que contiene lo hace equilibrado y con buena acidez, lo que disimula perfectamente la ausencia del alcohol.

Familia Torres produce otros 3 vinos desalcoholizados más. Cuentan con el Natureo Rosado (7,80€). Se produce con uva syrah y cabernet sauvignon. El alcohol es extraído después del proceso de fermentación y maceración, consiguiendo las peculiaridades y los aromas característicos de un buen vino rosado.

Natureo, marca de Familia Torres, es sinónimo de buenos vinos desalcoholizados.

La opción desalcoholizada de vino tinto de la más famosa bodega de Cataluña pasa por el Natureo Tinto (7,80€). Creado a partir de uvas syrah. Es una bebida muy conseguida que resalta por su bouquet, fragancia y buen paladar.

Finalmente, se une a esta gama de interesantes vinos sin alcohol, un espumoso denominado Natureo Sparkling (9,75€). Elaborado al 100% con uvas Moscatel de Alejandría. Es muy fresco, gustoso, delicado y sumamente aromático, con recuerdos a frutas tropicales, a plátano y coco. En boca se distingue por su fina burbuja y una ajustada acidez que retrotrae a la manzana madura. Un atractivo espumoso para que todos los que por diversos motivos no consumen bebidas con alcohol, puedan brindar en las celebraciones.

Los principales mercados internacionales de Natureo son Reino Unido, Canadá, Países Bajos, Irlanda y Suecia.

En su ingente producción anual, Freixenet incluye también dos cavas desalcoholizados, blanco y rosado

Freixenet a la vanguardia

Desde Sant Sadurní d’Anoia, provincia de Barcelona, la famosa firma Freixenet engendra casi el 90% del cava que se produce en todo el país. Son más de 150 años los que esta empresa familiar lleva dedicada a la producción de cavas. Entre su ingente producción encontramos, desde hace unos años, dos espumosos desalcoholizados, uno blanco y otro rosado. Producciones realmente meritorias y de gran aceptación internacional

Freixenet Alcohol Free White (5,99€) es vino desalcoholizado elaborado con uva moscatel. De color amarillo tirando a pálido y brillante, muestra en nariz un destacable cúmulo de aromas cítricos y a frutas tropicales. En boca resulta muy vivo, afrutado y fresco. Es un espumoso redondo, agradable, equilibrado y con persistencia en el paladar.

Por su parte, Freixenet Alcohol Free Rosé (5,99€), elaborado también con uva moscatel, es un sparkling producido de la misma forma que el Freixenet Alcohol Free White. Muestra un sugerente y llamativo color rosado pálido, con sutiles aromas a frutos rojos maduros, flores y toques a frutas tropicales. En boca es pura frescura, muy afrutado y equilibrado. Un espumoso de ajustada acidez y sumamente refrescante.

Dos opciones de Bodegas Matarromera

Ubicada en Valbuena de Duero, provincia de Valladolid, Bodegas Matarromera también es una de las firmas que ha sabido cómo hacer una importante apuesta por contar en su portfolio con una vasta gama de vinos sin alcohol. Entre todos los que producen, destacamos el Win Verdejo Sin Alcohol y el Win Tempranillo 12 meses Sin Alcohol.

El primero, Win Verdejo Sin Alcohol (7,56€), es una señalada opción que se elabora tomando vinos blancos procedentes de uvas de la variedad verdejo, siendo posteriormente desalcoholizado.

Es una bebida que se muestra en su aspecto muy limpio y brillante, con una tonalidad que camina entre el amarillo pálido y ciertos matices verdosos. Posee un aroma fresco, jovial, con recuerdos a manzanas verdes, a cítricos, hinojo, e incluso a anís. Servido muy frío es una verdadera delicia.

La segunda elección es el Win Tempranillo 12 meses Sin Alcohol (13,00€), la propuesta Premium de Bodegas Matarromera. Probablemente uno de los tintos sin alcohol más conseguidos, que hoy por hoy, se producen en nuestro país.

Se elabora a partir de vinos tintos procedentes de uvas tempranillo con al menos 12 meses de crianza en barricas de roble. Después del arduo proceso de desalcoholización, el resultado es un vino de color rojo intenso oscuro con aromas sumamente afrutados con recuerdos especiados a vainilla y regaliz, con toques a café y roble. Es una creación compleja, elegante y con equilibrio.

La alternativa andaluza

Por último, recomendamos un vino tinto sin alcohol que muestra claramente lo muchísimo que se ha mejorado en los últimos años en nuestro país con respecto a este tipo de producciones. Hablamos del Señorío Tinto Tempranillo (6,10€), una creación de Bodega La Tautila, ubicada en el municipio almeriense de Huercal.

Señorío Tinto Tempranillo. Foto: Bodega La Tautila.

Se elabora con las mejores uvas tempranillo de viñedos procedentes de La Mancha, y se embotella tras el proceso de desalcoholización. Es una propuesta que luce un intenso color cereza madura, con penetrantes aromas afrutados y toques de la barrica de madera de roble que contuvo el vino. En boca evidencia voluminosidad, personalidad, buena estructura y mejor paladar.

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