La Despensa de Mitre: cocina de vanguardia para un ambiente vintage
La Despensa de Mitre se renueva a fondo, y presenta una propuesta más exclusiva centrada en los productos de temporada
El agitado tránsito de la zona alta de Barcelona contrasta con la calidez y la tranquilidad que destila La Despensa de Mitre, un restaurante abierto hace un año pero que se reformuló radicalmente para ofrecer una propuesta más exclusiva, con cocina de autor y con un toque de coctelería a tener en cuenta.
El mobiliario de La Despensa es de un elegante estilo vintage. Su alma mater, Aitor Zurutuza, suele buscar lámparas, mesas, sillas y otros elementos decorativos en mercadillos (físicos y virtuales) pero que tengan la calidad que exige el ambiente.
Renovación a fondo
La renovación, que llevó un año, implicó un cambio en la filosofía del restaurante: una carta más breve con productos de temporada, con una cocina de líneas tradicionales con toques orientales y latinos.
Sashimi de atún con canónigos, cremoso de aguacate y vinagreta de wasabi.
El menú diario, que antes se ofrecía a 12,5 euros, se replanteó a 25 euros pero con una propuesta de más calidad, con dos entrantes, dos principales y dos postres. Esto le permitió a La Despensa descomprimir el volumen de comensales, les abrió la posibilidad a hacer reservas, y lograron que el servicio trabaje más distendido y con un trato más personal, indica Zurutuza.
La Despensa de Mitre se encuentra entre los diez mejores restaurantes de Barcelona en Tripadvisor
El lugar cuenta con una capacidad para 40 comensales, pero con la inminente apertura de un salón en el subsuelo, se ampliará a 70 personas.
La calidad de su cocina lo catapultó en Tripadvisor, donde llegó al primer puesto entre los restaurante de Barcelona, y ahora se encuentra entre el quinto y décimo lugar. Sin embargo, en el lugar prefieren un perfil más bajo y confían más en la publicidad boca oreja.
Bao de pollo crujiente, mayonesa rocoto y yogur de menta.
Las porciones son justas para una persona, pero la idea es que sea compartidas por varios comensales, por ello se sugiere alternar un par de entrantes con principales que oscilen entre carnes y pescados.
Para amantes de nuevos gustos
En los fogones se encuentra la joven chef gaditana Adelina Medina, que presentó unos buñelos de bacalao y un micuit de foie (con pistacho y piñones) para engañar al estómago, hasta que llegaron los entrantes: setas salteadas con salsa holandesa, canelón de calabacín con centollo y vieiras, tataki de atún roko con miso y puerros (todos ellos se encuentran en el menú diario) y tiradito de salmón marinado con alga wakame y salsa ponzu.
Otros entrantes que se pueden degustar son el bao de pollo crujiente con mayonesa rocoto y yogur de menta; o el huevo a 65º con alubias de Sant Pau, butifarra de Perol y calamar.
Canelón de calabacín con centollo y vieiras.
De carnes y pescados
Ya en los principales, la combinación pendular de pescados y carnes tuvo una precisión milimétrica, entre el bacalao a baja temperatura con hummus y espinaca, el arroz de cigalas y sepias, el canelón de pollo asado con salsa de colmenillas, los bombones de rabo de toro con setas de temporada (seguramente el mejor plato) y el filet de ternera con cremoso de patatas y verduras.
Otros principales que cuentan en La Despensa son la costilla de cerdo ibérico con tirabeques y crujiente de yuca, las vierias con puré topinambur y verduras al jengibre.
Bombones de rabo de toro con setas de temporada.
En el turno de los postes desfilaron las trufas con fresas al romaní, el brioche de Santa Teresa con helado de canela y crumble, y el coulant de chocolate con helado de vainilla.
Referente de coctelería
Más allá de los platos, La Despensa también busca conquistar su lugar como coctelería, para aprovechar el circuito gastronómico que se despliega a pocas calles, sobre la avenida Mandri.
Los cócteles son una referencia a tener en cuenta, sobre todo los de autor.
Para ello el bartender Jordi Roig baraja propuestas que oscilan entre los appetizer, los cócteles de autor y los clásicos. En estos últimos nunca fallan el manhattan y el old fashioned, pero si es por probar nuevas creaciones, hay que pedir el truffle ganache (gin, frangelico, licor de chocolate y chocolate amargo) o el petit chef (gin, drambuie, sirope holandés de galleta, limón y espuma de alcachofa).