Glenmorangie presenta un whisky delicioso inspirado en el mundo de los pasteles

Para maridar con el nuevo whisky, Glenmorangie diseña un pastel y un cóctel en colaboración con el chef Dominique Ansel y el bartender Jeremy Le Blanche

La destilería Glenmorangie ha lanzado A Tale of Cake, un single malt exclusivo y de culto, con notas dulces y melosas que se inspira en los pasteles y la repostería. Envejecido en barricas del exclusivo vino Tokaji, el resultante es un whisky con sabores a miel, chocolate blanco y frutas. De edición limitada es tan exclusivo que solo se han puesto a la venta 140 unidades en España.

Infografía elaborada por Jordi Catalá.

Un creador de magias aromáticas

Bill Lumsden, el cerebro creador del Glenmorangie A Tale of Cake, es un doctor en bioquímica y director creativo de la destilería Glenmorangie que, entre otros méritos, ha ganado más veces que nadie el concurso Maestro Destilador del Año. Vencedor también en dos ocasiones  del Master Blender / Distiller of the Year del International Spirits Challenge, Lumsden lleva ya 25 años trabajando con la marca escocesa y es todo un experto en desafiarse y desafiar a todo su equipo para conseguir convertir en whisky, como quien pinta un cuadro, productos deliciosos y momentos mágicos.

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Es lo que ha hecho con un pastel (Glenmorangie A Tale of Cake), pero ya hizo antes con una taza de café (Glenmorangie Signet), un agradable día en Madeira (Glenmorangie Bacalta), o un paseo a través de un hermoso campo de cebada junto a la destilería en el Highlands.

Cómo se gestó este whisky pastelero

El Glenmorangie A Tale of Cake, empezó a gestarse cuando Lumsden reflexionaba sobre sus recuerdos más entrañables y su relación con los pasteles, desde el hecho de hornearlos junto a su abuela cuando era pequeño hasta el recuerdo de una tarta con una piña al revés (y aquí entra la piña) que le regaló su niña en un cumpleaños. 

Para transformar la magia del pastel en un whisky de malta realizó un experimento insólito: envejecer el nuevo Glenmorangie en barricas de Tokaji, histórico y exquisito vinos de postre húngaros, creado con uvas de podredumbre noble, crecida en condiciones de humedad, lo que hace que se arruguen y concentren sus azúcares para crear sabores únicos de gran prestigio mundial. 

Un proceso de elaboración de lujo

En primer lugar, los ingredientes clave del whisky de malta: madera, agua, cebada, levadura (y tiempo) se destilaron en los alambiques más altos de Escocia. El destilado se envejeció después en barricas de bourbon, para obtener la complejidad cítrica característica de Glenmorangie, y finalmente se transfirió el whisky a las barricas de Tokaji para envejecerlo y crear el maravilloso equilibrio de sabores dulces y afrutados de esta edición limitada. 

Infografía elaborada por Jordi Catalá.

Unos resultados también de lujo

La hábil combinación de las notas dulces y melosas del Tokaji con el carácter suave y afrutado de Glenmorangie dio como resultado un whisky que en nariz estalla en aromas de maracuyá, melocotón, pera, mango, bollería, roble suave (de la madera de Tokaji) y mineralidad, todo ello con las notas clásicas de Glenmorangie: panal de miel, vainilla, almendras y un toque de chocolate con leche.

Si se mezcla este whisky con agua emergen notas de albaricoque, flor de saúco, florales, polen de miel y sirope de melocotón. En boca, se produce una sensación deliciosa y ácida al mismo tiempo, seguida de una explosión de sabores dulces parecidos a pasteles: miel, chocolate blanco, albaricoque, almendra, vainilla y pera, que se equilibran con los sabores clásicos de Glenmorangie: naranja picante y mentol, todo ello con un retrogusto persistente, que recuerda a una combinación de panal de abeja, almendras de chocolate y nueces.  

Habla el padre de la criatura

Según su creador “Al terminar el whisky en las barricas de vino Tokaji, he capturado la alegría de esos momentos indulgentes con pasteles en Glenmorangie A Tale of Cake”.

“El líquido es un rico cobre, pero el sabor es tecnicolor puro, delicioso, dulce y complejo con ráfagas de múltiples capas de miel, chocolate blanco y frutas con un toque de menta. Como era de esperar, tiene un sabor increíble cuando se disfruta con un pastel real, por lo que es fantástico ver a Dominique darle vida en sus CakeTails”, concluye.

Infografía elaborada por Jordi Catalá.

Dos guindas exclusivas que no podían faltar

Para culminar esta ceremonia de homenaje a los sentidos, Glenmorangie se ha asociado con el galardonado chef pastelero francoestadounidense Dominique Ansel, mejor pastelero del mundo en el 2017 y conocido como ‘Willy Wonka de Nueva York’, (un ejemplo es su mundialmente famoso Cronut®, un híbrido de rosquilla y croissant) que ha creado para maridar el nuevo whisky una combinación de pastel y cóctel, unCakeTail, en su honor.

La propuesta de Ansel, disponible únicamente en su pastelería de Nueva York, es un mini pastel de piña, inspirado en Glenmorangie A Tale of Cake, elaborado a base de esponjosas capas de almendra remojada en whisky, piña fresca y ganache de azúcar moreno. Como no podía ser de otra manera, y para maridarlo, el experto mixólogo Jeremy Le Blanche, que crea magia en la barra del Thyme Bar de Nueva York, ha diseñado el cóctel Old Fashioned de piña, a base de Glenmorangie A Tale of Cake, absolutamente mítico. 

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