De tapas en León: dónde ir y qué pedir en las mejores barras de la ciudad

Capital de la Gastronomía Española en 2018 y con una consolidada restauración de mesa y mantel en la que los platos aúnan producto, diseño y sabor, sin olvidar toques y presentaciones de vanguardia, siempre partiendo de ingredientes de proximidad y las recetas de siempre, León es también una de las mejores ciudades de España para tapear.

Si bien turísticamente siempre ha sido el Barrio Húmedo el que llevaba la voz cantante, desde hace un tiempo, y especialmente si buscamos propuestas de autor y toques de vanguardia, es el Barrio Romántico -o del Cid-, el que se encarga de liderar.

Separados uno y otro por la calle Ancha, si subimos por esta desde Botines hacia la Catedral, el Barrio Húmedo nos queda a mano derecha y el Barrio Romántico, a la izquierda. La basílica de San Isidoro, la Casa Botines o el Palacio de los Guzmanes son algunas de las atracciones que podremos visitar entre tapa y tapa.

De tapas por el Barrio Romántico

La gran mayoría de locales que recomendaremos se encuentran en torno a la Plaza Torres de Omaña, epicentro gastronómico del Barrio Romántico de León. Aquí encontramos la Taberna Pajarín, que los días de frío sirve caldo caliente y durante todo el año bocados de charcutería y queso, cazuelitas de morcilla.

Muy cerca, El Patio, que nos llama la atención por su amplia terraza llena de vegetación. Es famoso por la cantidad de sus raciones, así como por la variedad en su tabla de fritos tradicionales (morcilla en cazuela, lomos a la brasa, migas de chorizo picado…). Imprescindibles sus croquetas y sus mejillones en salsa brava, entre otras.

La plaza Torres de Omaña es el epicentro gastronómico del Barrio Romántico de León

Sin abandonar la plaza; de hecho, justo a la entrada de la misma, se encuentra El gallinero, un ‘bar de tapas temático’ especializado en tortilla de patatas, que ofrecen de diferentes tipos y entre las que triunfa la versión picante. Acompaña la decoración que recuerda precisamente a un gallinero, con sus balas de paja, jaulas para las aves, etc. Además de la tortilla, es famoso por su pepito de pringá.

Aunque si la cosa va de tortillas, hay que hacer una visita a Bar León Antiguo (Cid, 16), donde la ponen desde por la mañana para acompañar el café. Exquisita, y más acompañada con la vista de la Casa Botines.

También en la calle Cid, aunque este a la vera del Palacio de los Guzmanes, la taberna Flandes es otro de los referentes de la ciudad. Aquí se viene a por una caña tamaño XL y a por una tapa igualmente generosa, por ejemplo de lacón, de oreja o de callos.

Mucho más vanguardista y con toques de tapa fusión está Entr3calles, en la esquina que forman Recoletas y López Castrillón antes de desembocar en la plaza. Aquí podremos degustar un rico couscous vegetariano, aunque sean más famosas sus brochetas de pollo en salsa agridulce y, sobre todo, las patatas gajo con crema de queso y polvo de cecina.

Clásicos (y no tanto)

Y es que la cecina no falta en prácticamente ningún local, tampoco en la Cervantes 10 Vermutería (Cervantes, 10). Si nos quedamos en su barra, veremos que las diferentes opciones de vermú son increíbles, tanto licores de aperitivo nacionales como italianos o de otros lugares (más de cien referencias).

Las tapas son un poco menos vistosas que en otros espacios, quizás porque es más un restaurante, pero no dejan de estar ricas. Si tienes dudas decántate por el cono de foie, de queso o de escabeche y la también típicamente leonesa chapata de picadillo.

En la misma calle, Clandestino Gastrobar (Cervantes, 1) es un moderno establecimiento con aire de loft noeyorkino que sirve platos del mundo, desde ceviche hasta pad thai, pero también tapas, como los nachos con carne picada, más parecida a la boloñesa casera que al picadillo tradicional.

Camarote Madrid (Cervantes, 8) es otra de las referencias a tener en cuenta, especialmente por su salmorejo (sí, ya un clásico también en León) y sus sopas de ajo.

Mejores tapas del Barrio Húmedo

Si cruzamos la calle Ancha y nos metemos de lleno en el Barrio Húmedo las opciones se multiplican. Por supuesto, con tapeo clásico, como El Flechazo (Cardiles, 2), con unas patatas en rodajas, fritas y con un punto picante, que llevan haciendo las delicias de los clientes desde 1994 (se pueden pedir sin picante, pero hay que avisar).

No menos clásico, La Bicha (Plaza de San Martín, 4), un local pequeño al que, más que venir, muchos peregrinan para tomar su morcilla, dicen que de las mejores de la ciudad.

Y en el número 5 de la misma plaza, no hay que perderse Los Cazurros. Todas las consumiciones se acompañan de buenas tapas, como las riquísimas patatas con queso. ¿Más patatas? Acércate a Mercado de Varillas (Calle de las Varillas, 3) y prueba las suyas con ali-oli.

La patata vuelve a ser protagonista en El rincón del gaucho (Azabachería, 6), donde se sirven con salsa gaucha (picante), de picadillo o de morcilla. Patatas con morcilla y sopas de ajo también suelen circular por la barra, así como la delicia llamada gaviota, una corteza de cerdo coronada con ensaladilla rusa.

Para muchos, no hay tapeo propiamente dicho si no se habla de croquetas. En León, las mejores están más que probablemente en El Rebote (Plaza de San Martín, 9) que se hacen con receta familiar y se encuentran de morcilla, cecina, chorizo, queso, pizza o de jalisco.

Tampoco en el Barrio Húmedo falta el toque de vanguardia. De hecho, el restaurante D.O. se encuentra en esta parte del casco histórico (Pozo, 2) y cuenta con el galardón a la mejor tapa de la ciudad. Lo ganó en 2020 con ‘Entrehojas’, un aperitivo con tres hojas de pasta brie, base de brandada de bacalao muy suave tipo mousse y un relleno de guiso de manitas de cerdo picadas.

¿Tapeo dulce? Sí, tapeo dulce

Pero si hay algo que en León toma cada vez más prestancia, y que no podemos encontrar en otras ciudades, es el concepto de tapeo dulce. Al igual que ocurre en sus bares, donde te sirven una tapa gratis por cada consumición, algunas cafeterías ofrecen pequeños bocados dulces con cada café: desde bollería a porciones de bizcochos, trufas, milhojas… independientemente de que pidamos, además, algunas de las delicias que ofrecen en sus aparadores.

Es lo que ocurre en Confiterías León, en plena calle Ancha y que destaca por su cartelería de vivo color fucsia. Un poco más arriba, otra pastelería que merece mucho la pena es Albany, con una decoración más clásica y que cuenta con otras direcciones en la capital (no hay que dejar de probar sus cuajadas de leche de oveja o sus tartas).