Las recetas más suculentas de la historia del cine

De la pasta de ‘El Padrino’ a los gofres de ‘Stranger things’ pasando por el bacalao al pil pil de ‘Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón’ estos son algunos de los platos más famosos de la pantalla

En ‘El Padrino’ tenían su receta de pasta preferida.

El Padrino, Twin Peaks, Pulp Fiction, Los Soprano, Amélie, Gran Hotel Budapest, The Office, Harry Potter, Sexo en Nueva York, Downton Abbey o Stranger Things. Si algo tienen en común series y películas de estilos y facturas tan variopintas son los paisajes culinarios: platos que acompañan a sus protagonistas y que han logrado hacerse un hueco propio en nuestra memoria audiovisual.

Porque puede que no recuerdes qué llevaba, pero sabes que Ross Geller tenía un sándwich favorito en Friends (y no aceptaba ningún tipo de bromas al respecto). ¿Y quién no ha querido pedirse un Cosmopolitan para emular el glamour de Manhattan personificado en Carrie Bradshaw y su amigas?

Recetas icónicas del cine

Precisamente sobre estos iconos gastronómicos del cine y la televisión gira el libro Cocinando con palomitas: 100 recetas icónicas del cine y la televisión (editorial Ondas del Espacio), con el que sus autores, Julio Le Marchand y María Victoria Hernández, dos apasionados del cine y la gastronomía, nos transportan al universo de sus historias favoritas a través de un centenar de las recetas más famosas de la ficción audiovisual.

De los espagueti con albóndigas y salchichas de El Padrino a los gofres de Stranger things, de las caóticas tostadas francesas que un joven Dustin Hoffman prepara a su hijo en Kramer contra kramer al bacalao al pil pil de Pepi, Luci y Bom o los famosos huevos con bacon de Breaking bad, el recorrido, apoyado en las ilustraciones de Melissa Siles, repasa icónicos platos de películas y series de todos los géneros.

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A medio camino entre la guía gastronómica y la cinematográfica (no faltan grandes clásicos, cintas de culto, modernas, antiguas o animadas), la obra permite aprender en sencillos pasos a preparar un dorayaki o las rosquillas de los Simpson, desayunar como Walter White o como en Downton Abbey o degustar platos de importación desde México hasta Corea.

Las recetas de Almodóvar

La cocina tradicional española también aparece de la mano de Almodóvar con el peculiar gazpacho que Carmen Maura aliña con tranquilizantes en la escena más emblemática de Mujeres al borde de un ataque de nervios o el bacalao al pil pil que Pepi (Maura) prepara a Bom (Alaska) mientras charlan de amor y sexo en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.

Los mitos de la gastronomía británica, los pantagruélicos desayunos norteamericanos, tan presentes en el cine, la tradicional cocina francesa, las especialidades italianas y algún que otro plato griego y norteafricano conforman este compendio de cine y gastronomía.

Samuel L Jackson zampándose una burger Big Kahuna en ‘Pulp Fiction’.

Incluso hay espacio para resaltar las aportaciones de los guionistas cuando llevan a la pantalla obras literarias, como sucede con la sustitución de la sopa de guisantes de Roal Dahl por una de berros en La maldición de las brujas.

Escenas míticas del cine (y la comida)

La fantasía de emular a Audrey Hepburn en la película Desayuno con diamantes tomando un café y un croissant mirando el escaparate de la joyería Tiffany’s lleva esta escena también entre las páginas del libro, que cuestiona si sería un lazo de hojaldre lo que sostenía en las manos la actriz.

¿Y quién fue, Sally o Harry, el que pidió el famoso sándwich de pastrami con el que Meg Ryan fingió un orgasmo y que hoy día continúa en la carta del delicatessen neoyorquino donde se rodó la escena?

Aunque, para sándwich, el de Ross en Friends, que origina todo un capítulo de la serie cuando se percata de que su jefe le había robado el almuerzo (no uno cualquiera sino “su bocadillo”).

El sándwich de pastrami más erótico del cine en ‘Cuando Harry encontró a Sally’.

También tenemos opciones vegetarianas, como los tomates verdes fritos que Idgie y Ruth inventaron en la cocina del Whistle Stop Cafe de la Alabama de los años veinte.

Y la divertida anécdota de Ian en Mi gran boda griega, cuando su familia política se ofrece a prepararle cordero tras enterarse de que no come carne».

Y de postre, tarta

Para plato cinéfilo recurrente, sin embargo, los postres y tartas, que han dado lugar a mil y una anécdotas, como las que conservan en la memoria audiovisual los seguidores de Twin peaks, la serie en la que el agente Cooper investigaba la misteriosa muerte de Laura Palmer mientras degustaba el pastel de cerezas que servían en una cafetería de la pequeña localidad.

O la tarta de manzana -un símbolo de la cultura norteamericana- de American Pie, y los gofres que devora Once, la joven con habilidades psíquicas de la serie Stranger things.

La receta de la tarta de cereza de ‘Twin Peaks’.

Al recetario se suman también bebidas, combinados y cócteles como el Cosmopolitan que marcó a la generación de Sexo en Nueva York y a otras cinéfilas comidas como la calórica hamburguesa ‘Big Kahuna’ de Pulp Fiction, en realidad una invención de Quentin Tarantino.

Incluso en el campo de la animación la comida es importante, como muestran las rosquillas, auténtico fetiche de Homer Simpsons, y los dorayakis, el dulce japonés conocido en todo el mundo gracias a Doraemon.

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