Dónde comer en las Rías Baixas: los mejores restaurantes de la costa gallega

Pontevedra, O Grove y Cambados o dónde encontrar los mejores restaurantes para disfrutar de pulpo, mariscos, pescados y otros tesoros de las Rías Baixas

Restaurantes para saborear las Rías Baixas. Foto: Yayo Daporta.

Auténtico paraíso a la gallega, las Rías Baixas y sus villas marineras son un espectáculo de belleza natural que además atesoran una enorme riqueza gastronómica que ofrece extraordinarios productos como chocos, navajas y percebes, almejas de O Carril, centollos, ostras y mejillones, pero también suculentas recetas que van del cocido a la lamprea a la bordolesa.

A lo largo de uno de los perfiles costeros más sinuosos de España, en ciudades y pueblos donde el mar entra en las calles, las casas y, por supuesto, en las mesas, proponemos una ruta por algunos de los mejores restaurantes donde se concentra el sabor y la tradición, pero también la innovación y las sorpresas de las Rías Baixas.

Pontevedra

Comenzamos por Pontevedra, a la que entramos por el Ponte de A Barca, rumbo al casco antiguo, del que presumen los pontevedreses -y no les falta razón- por ser de los mejor conservados de Galicia.

Allí encontramos O Eirado (Plaza da Leña 3), el único restaurante con estrella Michelin de la ciudad, donde el chef Iñaki Bretal propone una cocina moderna de claras raíces gallegas y marineras.

Rabo de vaca. Foto: O Eirado.

De elevado nivel técnico, tampoco faltan guiños fusión, pues Bretal es de los que sabe incorporar los sabores que va descubriendo por el mundo (México, Japón, Alemania, Canadá…) para asociarlos a uno de sus lemas: “lo mejor del mejor producto”, siempre basándose en la sencillez y sin olvidar de dónde viene y dónde está.

En una casa tradicional, con pequeños comedores de piedra vista que destilan encanto, se disfruta de su muy cuidada carta y dos menús, Curricán (69 euros) y Palangre (100 euros) que varían en función del número de platos y a los que se puede añadir la opción de maridaje, así como una completa bodega.

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Muy cerca, en el número 2 de la misma plaza, encontramos la propuesta más informal de Loaira. Con una terraza para disfrutar cuando el tiempo lo permite, una barra y un salón tipo bistró en el piso superior, es uno de los favoritos para descubrir una cocina de base regional con platos perfectos para compartir. Entre los imprescindibles, las croquetas que varían en función del día (de mejillón, centollo o choco, entre otras).

Zorza de pez espada. Foto: Loaira.

Especializado en arroces y risottos encontramos Santa Clara (Santa Clara, 33). En su ‘cocina casera de innovación’ como ellos mismos la definen destacan propuestas como los crujientes y, por supuesto, el risotto con lacón con grelos, el de setas y espinacas o el de pulpo y langostinos. Reseñable también su carta de postres y su delicioso café de pota.

Si tienes antojo de pulpo, entonces tu lugar es Casa Fidel (San Nicolás, 7), que lleva más de 50 años rindiendo homenaje a este emblemático plato de la gastronomía gallega. También merecen atención las zamburiñas y las empanadas, como la rellena de pulpo y queso tetilla.

Nos despedimos de Pontevedra en La Ultramar, una ‘taberna atlántica’ ubicada en un atractivo comedor abovedado, dentro del Museo de Pontevedra (Padre Amoedo Carballo 3) y dirigida por Pepe Vieira. Aquí se ofrece una cocina de fusión donde los platos orientales se enriquecen con productos autóctonos y propuestas que pasan del sándwich de queixo do país a los jiaozi que comía Bruce Lee, la lubina marinada o los langostinos asados en salsa de coco, chiles y mango.

Foto: La Ultramar.

Restaurantes en O Grove

Ponemos rumbo a O Grove por la carretera PO-308 para alcanzar el lado norte de la ría para ver, entre imponentes casas de granito, pequeñas y grandes extensiones de emparrados de uva albariño y otras variedades amparadas por la Denominación de Origen Rías Baixas, de donde salen sus afamados vinos.

En O Grove, en el corazón de la ría de Arousa, encontramos uno de los mayores bancos marisqueros del mundo (de hecho aquí se ubica más de la mitad de las 3.000 bateas que hay en las rías gallegas), una riqueza que por supuesto salta a sus mesas y sus barras.

En O Grove se encuentra el que es uno de los mayores bancos marisqueros del mundo

Un buen lugar para disfrutarlo es Beiramar (Avenida Beiramar, 30). Íntimo, acogedor y familiar, basta detenerse en la muestra de marisco en vivo expuesta en la entrada para tener una idea de lo que este restaurante ofrece: excelentes pescados y mariscos, complementados con algunas carnes y sabrosos arroces.

Foto: Beiramar.

También destacado, D’ Berto (Avenida Teniente Domínguez, 84) puede presumir de ofrecer los productos de la ría en su máxima expresión así como de convertir su trabajo con el producto de mar casi en arte, haciendo del bogavante o de la cigala auténticos recitales.

También orientado al excelente producto que se extrae de las costas está el Mesón do Mar (Avenida Luis Casais, 25), un restaurante pequeño y acogedor donde disfrutar de una ración de zamburiñas, navajas, mejillones, un arroz con marisco o una mariscada simplemente divina.

En la misma avenida pero en el número 39 nos espera el Bar O Peirao, un local que quizás no sería nuestra primera opción por la apariencia pero que conquista por la atención del personal y, especialmente, por la calidad de la comida. Perfecto para picotear con raciones como los langostinos crujientes, pulpo, navajas o pimientos del padrón, compartir un ‘sartenazo’ y acabar con una tarta de queso casera.

Foto: D’Berto.

Capítulo aparte merece El Culler de Pau. Ubicado en la aldea de Reboredo, perteneciente a O Grove, fue uno de los establecimientos que en 2021 estrenó una de las nuevas estrellas verdes Michelin que distingue desde entonces a restaurantes y cocineros comprometidos con la defensa del medio ambiente.

El Culler de Pau –cuchara de palo, en gallego- cuenta, además, con otras dos estrellas de la famosa guía roja es el restaurante -o casi proyecto de vida- del chef Javier Olleros y su mujer Amaranta Rodríguez, que comparten con el cocinero japonés Takahide Tamaka.

Un comedor minimalista de grandes ventanales y vistas a la ría y los islotes de Noro y Vionta acoge el despliegue de una cocina km 0 de vocación atlántica (ellos mismos se definen como ‘intérpretes de nuestro territorio’) donde aventurarse en sus ‘experiencias gustativas’ que parten de lo que ofrece su propia huerta, la lonja, los bosques y los proveedores de confianza.

Foto: El Culler de Pau.

Cuentan con diferentes menús como Descuberta (170 euros), Marexada (150 euros) y Ronsel (100 euros), todos con posibilidad de maridaje, además de la carta.

Dónde comer en Cambados

Seguimos dirección a Cambados por la PO-550 para llegar a la capital del albariño, además de una señorial villa que tiene entre las calles de San Tomé su barrio más marinero.

Para degustar su cocina nos dirigimos a A Taberna do Trasno (Príncipe, 12), distinguido por la Guía Michelin con el sello Bib Gourmand que señala los mejores establecimientos en función de su relación calidad-precio.

Arroz de centollo. Foto: A Taberna do Trasno.

Céntrico e inesperado, en una casa de piedra de más de dos siglos de antigüedad, su interior es el feudo del chef y propietario Carlos Revelo, que ofrece una carta en la que conviven platos tradicionales con alguna vuelta de tuerca, mariscos, productos a la brasa e incluso un apartado de cocina fusión al que llaman ‘Un paseo por el mundo’. ¿Lo que no hay que perderse? El pulpo a la brasa sobre crema de cachelos o la merluza de Burela a la brasa, con almejas y reducción de albariño.

Y para llevarse todo el sabor del Atlántico a la boca, una excelente opción es Yayo Daporta (Hospital, 7), el restaurante donde, según el propio chef, aprendió a cultivar el amor por los mejores productos marinos.

En un edificio del siglo XVIII que una vez funcionó como Hospital Real, en la carta de este restaurante que ostenta una estrella Michelin reinan excelentes mariscos (sobre todo bivalvos), pescados y algas de la costa de Cambados.

Foto: Yayo Daporta.

Ofrece dos menús: Degustación (75 euros), donde reinterpreta el recetario tradicional con los productos de temporada, y Gran Menú Yayo Daporta (100 euros), más amplio y que invita a viajar con el paladar por el bello e indómito litoral gallego.

También haciendo honor a la costa encontramos Posta do Sol (Ribeira de Fefiñans, 22), un restaurante-marisquería con carácter cuyo plato fuerte son, claro, los pescados y mariscos, pero también las empanadas, destacando entre ellas la de vieiras.

En Fonte do Viño (Rúa Rodas, 3), un restaurante familiar especializado en comida tradicional gallega, nos despedimos a lo grande con el mejor producto del mar, una fantasía de zamburiñas, percebes, berberechos, navajas, mejillones, almejas o un excelente paté de centollo.

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