Dónde comer en Santiago de Compostela: las mejores barras y mesas en tres calles y un mercado

Para degustar los mejores pescados y mariscos, empanas o ternera gallega, estas son las direcciones que importan en las rúas do Franco, San Pedro y da Raíña y el Mercado de Abastos de Santiago de Compostela

Un paseo por la cocina de Santiago de Compostela. Foto: Restaurante A Maceta.

Con calles dedicadas casi íntegramente a los placeres de la mesa –basta pasear por la Rúa do Franco para quedar maravillado ante los expositores que lucen montañas de mariscos, pescados, cortes de ternera gallega, chorizos, quesos y verduras- decir que en Santiago de Compostela se come maravillosamente bien casi parece una obviedad.

Repleta de lugares sabrosos, que van de barras y mesas a pastelerías, mercados y tiendas gourmet, la capital concentra pasado, presente y futuro de los sabores de una gastronomía que lo tiene todo.

Reserva aquí con Booking tu hotel en Santiago de Compostela

Mercado de Abastos

En pleno casco histórico de Santiago encontramos el Mercado de Abastos. Se trata de uno de los cinco más importantes de España y curiosamente es también el segundo lugar más visitado de la ciudad, tan solo por detrás de su bellísima catedral.

Para comprar o admirar puestos rebosantes de género (lleva desde 1873 abasteciendo a la ciudad), es altamente recomendable pasear a primera hora de la mañana para escuchar a las vendedoras de centollas, percebes, navajas, ostras, almejas y todo tipo de mariscos -casi siempre vivos-, voceando sus productos frescos llegados diariamente desde los puertos gallegos.

En las calles que rodean el mercado se sitúan las ‘pimenteiras’, mujeres que venden los productos del campo que ellas mismas cultivan.

Por nada hay que perderse la Nave 5, el lugar que convierte este mercado en punto indispensable para los amantes de la gastronomía gracias a la concentración de locales dedicados a la restauración.

El Mercado de Abastos no solo para comprar, sino también para comer. Foto: Nave 5.

Con barras y mesas centrales con taburetes para degustar allí mismo sus propuestas, varios negocios que se surten del mismo mercado sirven platos deliciosos esencialmente gallegos.

En la Pulpería Abastos se come uno de los mejores pulpos de la ciudad, mientras que en Amoado sirven muy buenas tapas y deliciosos berberechos, navajas y calamares recién hechos. En su reducido local preparan también deliciosas filloas (las típicas tortitas parecidas a los creps) a las que dan un toque personal

Casa Millán está especializada en comida tradicional casera y por A Viñoteca do Mercado hay que dejarse caer para probar vino gallego por copas, especialmente de las D.O. Ribeira Sacra, Albariño y Valdeorras.

También hay que hacer paradas en la taberna Abastos 2.0, un peculiar japonés con tapas y wok gourmet que tira mucho para la tierra, y en A Ostrería, por sus delicadas ostras gallegas que deben ser cortejadas con champagne francés o cavas españoles.

Amoado. Foto: Nave 5.

En Mariscomanía, por un pequeño porcentaje del precio de la compra te cocinan al momento los productos adquiridos en el Mercado, para saborear toda su frescura in situ.

Rúa do Franco

Totalmente consagrada a los placeres de la gastronomía, la Rúa do Franco es una de las calles más famosas de Santiago de Compostela.

Con una tradición que viene desde la Edad Media, cuando se asentaron aquí posadas y tabernas que atendían a los peregrinos llegados de Francia, actualmente podemos encontrar desde locales tradicionales que han visto pasar a varias generaciones de una misma familia hasta conceptos más actuales.

Justo antes de adentrarnos en esta calle merece la pena detenerse en Casa Marcelo (Rúa das Hortas, 1), uno de los dos restaurantes estrella Michelin de la ciudad (el otro es A Tafona). Comandado por Marcelo Tejedor, cuenta con una barra lateral y una gran mesa central donde se disfruta de un formato divertido y pensado para compartir con platos que fusionan productos y tradiciones gallegas y japonesas con guiños culinarios a China, México o Perú.

Expositores de pescado y marisco. Foto: Turismo de Santiago.

Ya en Rúa do Franco paramos en el bar Trafalgar donde hay que disfrutar con una ración de sus famosos “tigres rabiosos”, que son mejillones con una salsa de tomate secreta.

La popular A Taberna do Bispo, o el ‘Bispo’ como cariñosamente lo nombran los compostelanos, especializado en vieiras, zamburiñas, pimientos rellenos y ensaladilla rusa con marisco, son otras direcciones a tener en cuenta.

De vinos por la Rúa da Raíña

O Franco confluye con la rúa da Raíña, igualmente consagrada a la gastronomía.

Se trata de una bocacalle en cuyos bajos abundan bares, viejas tascas y restaurantes que hoy conviven con modernos locales.

La concurrida Rúa da Raíña. Foto Turismo de Santiago

Así, tras carteles de hierro fundido, algunos de ellos centenarios, con vieiras y cruces de Santiago, aún es posible beber vino de la casa en tazas y disfrutar de generosas tapas.

Es el caso del bar Orella, donde desde hace décadas se come una antológica tapa de oreja de cerdo cocida. En O Gato Negro, por su parte, se ofrece delicioso pulpo a feira o una reseñable empanada de congrio.

Más restaurante es María Castaña, donde pedir buenas empanadas de pulpo o de raxia (lomo de cerdo).

En este recorrido se pueden probar vinos de las cinco denominaciones de origen de Galicia aunque aquí, curiosamente, en lugar de por el nombre de la D.O. se denomina a los vinos por la uva con la que se elaboran (‘albariño para los de etiqueta Rías Baixas, godello para los de D. O. Valdeorras o mencía para dirigirse a los amparados por la D.O. Ribeira Sacra).

La Rúa da Raíña es perfecta para probar los vinos gallegos. Foto: Turismo de Santiago

Rúa de San Pedro

Otra de las vías empleadas por los peregrinos desde hace siglos para entrar en Santiago es la Rúa de San Pedro, y también por eso ha habido aquí siempre tabernas y posadas.

Hoy, en sus alrededor de 500 metros esta calle concentra algunas de las propuestas gastronómicas más interesantes de la ciudad como A Maceta, del chef Jorge Gago, cocinero revelación en Galicia en 2017 donde ofrece una cocina elaborada con productos locales y netamente gallega que se nutre de influencias de todo el mundo.

Más clásica, la ‘casa de xantar’ O Dezaseis es un restaurante tradicional que mima el producto gallego y ofrece buenas tapas y platos como el pastel de centollas, el pulpo a la plancha, empanadas de berberechos o el lacón con grelos.

Foto: O Dezaseis.

También de siempre es A Tasquiña de San Pedro, un local que sin embargo ha cambiado de rumbo para transformarse en un bar de vinos que ofrece además tapas y unas hamburguesas gourmet de ternera gallega que merecen por sí mismas la visita.

En Pampín Bar Alén Tarrío el concepto pasa por reinterpretar la cocina tradicional gallega con propuestas como la panceta al horno, empanadas, escabeches y una tarta de queso sobresaliente. Y A Moa, ejemplo de cocina tradicional gallega, sincera y honesta, hay que pedir las croquetas de pulpo a feira y las volandeiras aderezadas con escabeche de limón. Tiene además opciones vegetarianas y veganas.

a.
Ahora en portada