Las mejores rutas gastronómicas para comerse Santiago

La cocina tradicional y los sabores de la tierra y el mar, desde la emblemática tarta de Santiago hasta el pulpo à feria: sin dudas la capital de Galicia es un paraíso gourmet

Tapa de zamburia. Foto Iván Nespereira – Turismo de Santiago

Dejen de lado el operativo bikini: estamos en Santiago de Compostela y aquí la idea es disfrutar de la auténtica cocina gallega sin culpas ni remordimientos. Ya se sabe que en Galicia se come de maravillas, pues en su capital hay numerosos motivos para realizar rutas gastronómicas y deleitarse con sus dulces y embutidos, con los quesos y vinos, con los pulpos y los platos de sus restaurantes tradicionales.

Una escapada gastronómica es posible gracias a que Vueling ofrece rutas directas desde Barcelona, Alicante, Bilbao, Fuerteventura, Gran Canaria, Ibiza, Lanzarote, Málaga, Menorca, Palma de Mallorca, Sevilla, Tenerife Norte y Valencia hasta el aeropuerto de Santiago este verano desde 17,99 € por trayecto.

Para conocer sus sabores, pero también aromas, colores y texturas de la gastronomía de Santiago, veamos estas rutas que sugieren en su Dirección de Turismo.

Dulces muy dulces

Sí, la tarta de Santiago con la cruz de Calatrava impresa en azúcar fino quizás sea el postre más emblemático de la ciudad. Pero hay muchos más por descubrir.

Además de la famosa tarta de Santiago hay otros postres emblemáticos para descubrir en la ciudad

A lo largo de la Rúa do Vilar se pueden visitar varias confiterías y cafeterías para probar este dulce así como las Piedras de Santiago, tentadores bombones de chocolate.

Tarta de Santiago. Foto Turismo de Santiago

También se la puede encontrar en calles como Caldeireiría y Preguntoiro, donde abundan las tiendas gourmet, que venden los caprichos de Santiago, los cariños del peregrino o la larpeira (pan dulce relleno).

A no perder de vista el convento de San Paio de Santealtares, cerca de la Praza de Cervantes, que venden exquisitos almendrados, tartas de Santiago, pasteles de hojaldre y otros dulces elaborados por las monjas benedictinas.

El espíritu del vino

Desde la Plaza de las Platerías se puede realizar un recorrido por los bares y las antiguas tascas que están siempre llenas de gente a lo largo de la Rúa de Raíña. Si se le sirve un vino en una taza, a no molestarse, es parte de una antigua tradición que algunos locales conservan.

Los excelentes vinos gallegos. Foto Turismo de Santiago

En estos sitios, como en los que están en la Praza da Quintana y a lo largo de la Rúa da Conga, se pueden probar las cinco denominaciones de origen de Galicia, como el albariño que se produce en las Rías Baixas, los tintos de la DO Ribeira Sacra, los de la DO Ribeiro, los de la DO Monterrei con productos de baja acidez y los de la DO Valdeorras, que se producen con uva godello.

De pulpos, pescados y mariscos

La Rúa do Franco es una de las calles con más vida comercial de Santiago, y allí dialogan desde los restaurantes con generaciones a sus espaldas con los que han surgido en los últimos años.

Su carta de chuletas, chorizos, quesos y verduras es más que atrapante, pero el verdadero magnetismo se da con las peceras que exhiben las langostas y bogavantes y con las bandejas que presentan unos pulpos tan carnosos que no parecen reales.

Tapeo en el centro de Santiago. Foto Turismo de Santiago

Las langostas y bogavantes de las peceras son el mejor imán de los restaurantes para seducir a los clientes

Entre los crustáceos, además de los citados, brillan los camarones, las cigalas, las centollas, las nécoras y los bueyes de mar, mientras que en el reino de los moluscos destacan las ostras, almejas, berberechos, mejillones y navajas, entre otras.

Antiguamente se decía que el verano no es la mejor época para comer mariscos, pero ese concepto quedó desterrado: gracias a las vedas es posible probar desde nécoras a santiaguiños sin problemas.

Mariscos en el mercado. Foto Turismo de Santiago

Los pulpos se preparan á feira (aceite, sal y pimentón), guisado con patatas o a la plancha. Y siempre con vino, que con agua trae mala suerte (dicen).

Si se trata de pescados, la larga lista de maravillas del mar incluyen al sargo, la merluza, el congrio, el rape, el mero, la palometa, las sardinas y los pintos, entre muchos más.

Y si hay indecisión, pues mejor pedir una caldeirada, con dos o tres tipos de pescado cocidos con patatas, cebolla y pimientos.

Tiendas que atrapan

Desde la Rúa das Orgas, pasando por la Praza do Toural y hasta llegar a la Caldeirería se pueden visitar varias tiendas de ultramarinos que ofrecen lo mejor de la gastronomía gallega sintetizado en conservas, latas o como productos sueltos.

Pimientos del padrón. Foto Turismo de Santiago

Entre los quesos gallegos están el de O Cebreiro, el cremoso de Arzúa-Ulloa, el ahumado del San Simón da Costa y el de tetilla.

El chocolate artesanal de Santiago es mejor reservarlo para el invierno y degustarlo en taza. Otros dulces pueden ser la miel gallega con nueces o el marrón glacé de Ourense.

Otro producto típico es el aguardiente gallego de orujo, que compite en valor gastronómico con el licor de café gallego, el de guindas, el de cilantro o el de mirabel, entre otros.

Elaborada tapa con pulpo. Foto Turismo de Santiago

El Mercado de Abastos

Dicen que los mercados son el alma de los pueblos. Pues para conocer los productos más auténticos de la gastronomía compostelana hay que ir al Mercado de Abastos, elegido como uno de los mejores de España.

En la nave 5 del Mercado de Abastos se dan cita los restaurantes y tabernas que ofrecen lo mejor de las paradas

En sus ocho naves de granito los sentidos quedan atrapados por el aroma y color de las frutas y verduras de las granjas cercanas, así como los pimientos de Padrón que llegaron importados de México, las patatas de la variedad Kennebec, el nabo y las carnes de cerdo, gallina y ternera que se ofrecen junto con alubias y garbanzos, listos para preparar un contundente cocido.

Las frutas y verduras del Mercado. Foto Turismo de Santiago

Las paradas de pescados, con sus pulpos, mariscos y crustáceos, valen una larga visita; así como las tiendas de embutidos, donde hay dos estrellas: el jamón asado y el raxo, como se llama al lomo cortado en trocitos al ajillo.

Si se quiere probar algunos de estos productos, en la nave 5 hay varios restaurantes de calidad, junto con los que están en la Rúa das Ameas; o en las Praza de Santo Agostiño, como Abastos 2.0, La Radio de Pepe Solla, A Lonxa do Mercado, Lume, O Ghalpón de Abastos, Café de Altamira, Casa Pepe y La Sucursal de Moha, entre otros.

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