Ruta de bodegas en Sevilla: un recorrido que pocos conocen
Amantes del buen vino, ¡estáis de suerte! Descubre esta selección de algunas de las rutas más populares de Sevilla para degustar un buen vino
Una chica sostiene una copa de vino tinto. Foto: Freepik
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Aunque cuando se habla de grandes rutas vinícolas, nombres como Oporto, Burdeos o Jerez vienen rápidamente a la mente, la provincia de Sevilla guarda un secreto bien protegido: su propia ruta del vino, un recorrido lleno de sabor y tradición que sorprende a quienes se animan a descubrirlo. Sevilla no solo ofrece el encanto de sus monumentos históricos y su cultura vibrante, sino también una rica herencia vitivinícola que pocos conocen y que merece la pena explorar.
Esta ruta del vino sevillana es una experiencia sensorial que lleva a los viajeros a recorrer tres zonas clave: la Sierra Norte, el Aljarafe y el Bajo Guadalquivir. Cada una de estas regiones ofrece un paisaje único y unos caldos que han ganado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Desde vinos tintos robustos hasta blancos afrutados y generosos, Sevilla cuenta con una amplia variedad de productos vinícolas que reflejan la calidad de sus tierras y el esmero de sus bodegueros.
Sierra Norte de Sevilla: naturaleza y vinos de altura
En las estribaciones de Sierra Morena, donde la vid crece entre dehesas y montes bajos, se encuentra una de las zonas más especiales de la ruta vinícola sevillana: la Sierra Norte de Sevilla. Con pueblos como Cazalla de la Sierra, Alanís, Constantina y Guadalcanal, esta región no solo ofrece una escapada rural ideal, sino que también permite adentrarse en el mundo de los vinos de altura.
La altitud, que varía entre los 268 y los 968 metros sobre el nivel del mar, combinada con un clima mediterráneo de veranos calurosos e inviernos suaves, crea las condiciones perfectas para el cultivo de variedades de uva como la Tempranillo, Sirah, Cabernet Franc, Merlot y Chardonnay. La calidad de estos vinos, acompañada por el impresionante paisaje natural, hace de la Sierra Norte un lugar imperdible para los amantes del vino que busquen autenticidad y tranquilidad.
Una de las paradas más interesantes en esta zona es la Bodega Tierra Savia, en Constantina. Esta bodega apuesta por vinos ecológicos que capturan la esencia del terruño andaluz, ofreciendo visitas guiadas en las que se puede conocer de cerca el proceso de elaboración de sus vinos y disfrutar de catas en un entorno inigualable.
El Aljarafe Sevillano: tradición vitivinícola a las puertas de la capital
A solo unos minutos de Sevilla capital, el Aljarafe se presenta como otra de las grandes joyas vinícolas de la provincia. Esta comarca, famosa por su historia y tradiciones, también es conocida por ser el hogar de algunas de las bodegas más antiguas de Andalucía. Las suaves colinas y el clima templado favorecen la producción de vinos finos y generosos, además de algunos blancos afrutados que sorprenden por su frescura.
En esta zona destacan variedades autóctonas como la Zalema, Garrido Fino, Palomino y Pedro Ximénez, que son la base de vinos únicos y con carácter. Las visitas a bodegas como Bodegas Góngora, en Villanueva del Ariscal, ofrecen una experiencia inolvidable. Fundada en 1682, es la bodega más antigua de Andalucía y sigue siendo gestionada por la misma familia que la fundó. Un paseo por sus instalaciones centenarias permite a los visitantes sumergirse en la rica historia del vino en la región, mientras disfrutan de una cata de vinos que ha mantenido su calidad a lo largo de los siglos.
Otra parada destacada es la Bodega F. Salado en Umbrete, una bodega que combina tradición con innovación, produciendo vinos de gran calidad. Su moscatel, en particular, ha ganado numerosos premios y es un vino que cualquier amante del buen beber debería probar.
Bajo Guadalquivir: el arte del vino junto al río
La ruta del vino de Sevilla culmina en el Bajo Guadalquivir, una región cercana a la frontera con Cádiz y al famoso Marco de Jerez. Aquí, en un paisaje dominado por la cercanía del río Guadalquivir y la llanura costera, se cultivan uvas como la Palomino, Airén, Zalema, Pedro Ximénez y Moscatel, que dan lugar a vinos suaves y elegantes.
Este tramo de la ruta incluye localidades como Utrera, Los Palacios y Villafranca, Lebrija, Pruna y Fuentes de Andalucía, todas ellas con una rica tradición vinícola. En Lebrija, por ejemplo, se encuentra la Bodega González Palacios, una bodega familiar situada a orillas del Guadalquivir que sigue produciendo vinos al estilo tradicional, respetando los métodos de crianza en solera y ofreciendo visitas que permiten conocer la magia detrás de sus exquisitos vinos.
Licores sevillanos: un dulce final para la ruta
Pero la ruta del vino en Sevilla no solo se limita a los caldos. La provincia también es famosa por sus licores artesanales, elaborados siguiendo recetas transmitidas de generación en generación. Destilerías como las de Constantina o Cazalla de la Sierra permiten a los visitantes descubrir el proceso de elaboración de anises y otros licores, conocidos por su intenso sabor y calidad.
Una de las destilerías más antiguas es Destilerías de Cazalla, que ha mantenido viva la tradición licorera desde hace siglos. Además de sus famosos anises, ofrecen una amplia gama de licores que han conquistado paladares tanto dentro como fuera de España.
La ruta del vino en Sevilla es mucho más que una simple degustación de buenos vinos; es una inmersión en la historia, la cultura y las tradiciones de una provincia que tiene mucho que ofrecer. Desde la Sierra Norte hasta el Bajo Guadalquivir, cada copa cuenta una historia, y cada bodega abre una ventana al pasado y al futuro de la viticultura sevillana.
Periodista, fotógrafa y amante de la música. Con un Máster en Periodismo Multimedia Profesional de la Universidad Complutense de Madrid en el bolsillo y ahora metida de lleno en el mundo de la investigación con un Doctorado en Lingüística, Literatura y Comunicación en la Universidad de Valladolid. ¡Siempre en busca de la próxima gran historia que contar!
