Restaurantes con terraza en Madrid para todo tipo de gustos

Disfrutar con familiares y amigos de una buena comida al aire libre, con ambiente, en parques o en lo alto de Madrid, es posible gracias a los miles de restaurantes con terraza con las que cuenta la capital.

La terraza de Llit del Túria es muy frecuentada por los valencianos. Foto: Llit del Túria.

¿Quieres hacer un plan diferente con familiares y amigos? Los restaurantes con terraza en Madrid son una gran oportunidad de disfrutar de la mejor gastronomía en parajes únicos. Os traemos una gran selección de opciones que varían según precio, oferta y ubicación, para que puedan elegir dónde disfrutarás en tu próxima quedada.  

Terrazas en azoteas

La Terraza del Santo Domingo

Que el Hotel Santo Domingo tiene una de las azoteas más agradables del Centro de Madrid y con una de las mejores vistas en 360° al skyline de la ciudad es algo sabido. Que a mediodía ofrece un menú muy sabroso y variado, quizás no se conozca tanto.

Azotea del Hotel de Santo Domingo

Así es y se puede disfrutar durante todo el año, por 26 euros. Eso sí, durante los meses de verano, los almuerzos de la Terraza del Santo Domingo (San Bernardo, 1) se trasladan al contiguo espacio Balcón a Palacio (el Real), pues en la zona que ocupa el restaurante se abre el suelo de cristal para que la piscina cobre todo su protagonismo.

Entre las propuestas del menú de mediodía destacan platos como la ensaladilla de langostinos, el risotto de queso gorgonzola, la suprema de bacalao, el osobuco al Marsala, la torrija y el lemon pie.

Si después del almuerzo quedara algo de tiempo, es recomendable dejarse llevar por la amplia carta de cócteles de esta atractiva terraza, distribuida en dos niveles.

El.la Sky Bar

No muy lejos de la Plaza de Santo Domingo está el edificio que ocupa Smart Rental Gran Vía (Gran Vía, 42), complejo de apartamentos con mucho estilo e inmejorable localización. La parte superior del inmueble la ocupa el espacio El.la Sky Bar con terraza, piscina y restaurante, en el que a mediodía y de lunes a viernes sirven un más que digno menú por 20 euros (bebidas aparte).

El.la Sky Bar en Madrid

Las vistas desde aquí son, fundamentalmente, a la zona norte de la ciudad y la cercana sierra. Y el menú ‘Hoy elige Ella’ es un alarde de fusión (como Madrid mismo), con platos como el wok de verduras salteadas, el ceviche peruano con choclos, el arroz marinero, el ají de gallina, los cubos de atún con tomate y patata baby o, por 3 euros más, el entrecot de vaca madurada.

Casa Suecia

En la calle Marqués de Casa Riera, 4, el rooptof del hotel NH Collection Madrid Suecia atiende en su terraza de dos niveles desde el 25 de mayo de 2020. Con unas de las mejores vistas sobre los tejados de Madrid, arranca además con una oferta de brunch sábados y domingos de 12.30 a 16.00 horas con un precio de 23 euros (29 si añades cóctel).

Foto: Casa Suecia

También es una gran opción para desayunar, con dos opciones -Estocolmo y Madrid- y una carta renovada con menú de lunes a viernes a mediodía. Así, Casa Suecia On the roof ofrece la posibilidad de escoger entre menú Burger (también con versión veggie) y menú mex, con tacos, guacamole y totopos.

Doñaluz

Con vistas a la Puerta del Sol nada menos, vale la pena con tal de saborear unos tequeños de guayaba, unas croquetas de cecina o un taco de bogavante, pero, sobre todo, de sentir la magia especial que destila Madrid desde las alturas. Su horario: de lunes a viernes de 14:30 h. a 1:00 h. Sábado y domingo de 13:00h. a 1:00 h.

La Azotea del Círculo

Clásico entre los clásicos, la Azotea del Círculo a 56 m sobre el suelo y coronado por la escultura Minerva, de Juan Luis Vassallo, tiene una perspectiva única de 360º sobre el paisaje urbano de Madrid se une una propuesta gastronómica a cargo del chef ejecutivo Manuel Berganza como las alcachofas asadas con queso manchego o los chipirones encebollados.

Azotea del Círculo. Foto: Azotea del Círculo de Bellas Artes

Picalagartos

Continuamos por la Gran Vía hasta Picalagartos Sky Bar & Restaurant, en el número 21, que abre mañana día 28 de mayo. Coronando el NH Gran Vía Collection, en la novena planta, esta terraza con vistas ofrece una sofisticada carta de cócteles a cargo del bartender italiano Luca Anastasio.

La azotea más alta de Madrid: 360º Hotel Riu Plaza de España

En 2019 abrió sus puertas la que seguramente sea una de las terrazas más impactantes de Madrid, la del Riu Plaza de España. El hotel cuenta con un sky bar de la planta 26, así como el bar terraza de la 27.

Foto: Riu Hotels & Resort

Heritage

El Hotel Heritage forma parte de la selecta colección Relais & Châteaux, pone a sus visitantes frente al esplendor del Madrid de la Belle Époque.

Cuenta con un valor histórico y arquitectónico para la ciudad de Madrid: se ubica en un elegante edificio construido a comienzos del siglo XX,  cuya decoración conversó el diseñador Lorenzo Castillo, dotándole de un carácter urbano, cosmopolita y señorial.

Cada una de las terrazas tiene una fuente francesa del siglo XIX. Foto: Hotel Heritage

Con una decoración que evoca al huésped a principios de los años 20, cada una de las terrazas está presidida por una fuente francesa del siglo XIX, rodeada de flores frescas y plantas. A los mandos del restaurante Haroma, se sitúa el chef Mario Sandoval, que, como en el Jardín de Orfila, combina la gastronomía tradicional con técnicas vanguardistas.

Coronando estos espacios, el Hotel Heritage Madrid esconde su mayor secreto: una azotea con duchas solárium, servicio de bar y zona chill-out para admirar las imponentes vistas que ofrece Madrid.

Terrazas en parques

Florida Park

Escondida entre las copas de los árboles del parque más icónico de Madrid y la cúpula del rey Fernando VII, La Terraza de Florida Park (Paseo de Panamá, s/n. Parque de El Retiro) es un rincón único desde el que disfrutar de hermosos atardeceres que dan paso después a un sofisticado ambiente nocturno.

Ubicado en la azotea sobre el restaurante El Pabellón e inspirado en el desierto oriental, este oasis invita a alargar las veladas que arrancan con las propuestas gastronómicas de Iván Cerdeño entre las que encontramos deliciosas croquetas ibéricas de jamón ibérico, cecina, saam de mejillones en salsa especiada o la clásica ensaladilla rusa con huevos y atún.

La Terraza. Foto: Florida Park

Se puede seguir con sushis, nigiris o sashimis, o bien decantarse por el tiradito de corvina a la madrileña, las tajaditas de bacalao y mojo verde o el pulpo a la parrilla y ajo atao.

También es un buen lugar para los amantes de la mixología, gracias a una propuesta líquida inspirada en la coctelería internacional, pero con guiños castizos como sus sangrías Florida tinta o blanca o el Agua de Valencia. Abre de jueves a domingo de 13:00h a 22:00h

El Taller del Lago

Otro genial ideal para evadirse de la ciudad sin salir de Madrid es poner rumbo a la Casa de Campo. Dentro del mayor pulmón verde de Madrid espera El Taller del Lago (Paseo María Teresa, 5) con su enorme terraza (son 600 m2) y un comedor acristalado, ambos a orillas del lago, que lo convierte en uno de los oasis más especiales de Madrid.

Surgido de la unión entre el grupo TriCiclo, con varios restaurantes en la capital, el último de ellos el nuevo The Penthouse by WOW, abierto en plena Gran Vía, y los impulsores del hostel The Hat, El Taller se convirtió, desde su inauguración en septiembre 2021, en un imprescindible de la temporada estival.

Foto: El Taller del Lag

El pasado mes de febrero abrió de nuevo sus puertas para ofrecer una carta que protagonizan las carnes a la brasa, gracias a su ahumador de roble del que salen costillas de angus, lomo bajo y tacos de brisquet, un asador de pollos y un horno de brasas XXL de Josper.

Las brasas y el humo comparten protagonismo con platos diseñados por Javier Mayor, Javier Goya y David Alfonso (Triciclo) como las pizzas tradicionales al horno, picoteos y tacos (de cochinita pibil, al pastor, de recado negro con mole, de brisquet ahumado con mantequilla y miel y pan brioche…), entre otros.

Para acompañar, una veintena de variedades de cerveza que de procedencia nacional e internacional, clásicas o artesanas, rubias ‘crujientes’ y refrescantes, aromáticas y doradas lager, más ligeras pale ale, negras con un toque amargo, tipo porter de fermentación elevada o con mucho cuerpo, así como una selección de vinos nacionales, algunos por copas.

Villa Verbena

A pocos metros de El Taller del Lago se alza Villa Verbena (María Teresa, 3), de nuevo una gran terraza junto al lago cuyas vistas se extienden a la Catedral de Nuestra Señora de l la Almudena y el Palacio Real de Madrid.

Está dividido en tres espacios, El Cenador, al aire libre, una zona acristalada, El Pabellón, con espacio para 400 comensales, así como una barra con mesas altas y bajas con un toque más informal, perfecto para un picoteo, un aperitivo o una copa.

Foto: Villa Verbena

El Grupo Triciclo firma también la carta de este espacio, que se nutre con algunos de sus platos ya icónicos, como las alcachofas de Tudela con salsa de tuétano y alga codium, el pulpo gallego a la brasa, el tuétano de vaca, el pescado del día con pilpil de algas o el puerro de Tudela con salsa de foie.

Pídete el pâté en croûte con mollejas de ternera, manitas de cerdo y trufa, el rapito a la brasa con sus verduras asadas o el lomo de conejo relleno con un confit de sus patas y hierbas anisadas y entenderás por qué lo llamamos ‘merendero deluxe’.

Café del Río

No es exactamente un parque, pero sí una más que agradable zona verde la que ha surgido en paralelo al río Manzanares que, gracias a su renaturalización, ha recuperado fauna y flora que se entremezclan con monumentos históricos e instalaciones de ocio y cultura al lado. También una ‘playa’, por cierto, aunque es cierto que el término le queda grande a los tres recintos con chorros de agua que, pese a todo, emplean los visitantes para refrescarse en verano.

La mejor opción gastronómica de la zona la encontramos en el Café del Río (Av. de Portugal, 1), ubicado en la Explanada del Rey, junto al puente homónimo, desde donde se dominan el Campo del Moro, el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, la estación de Príncipe Pío o la cúpula de la iglesia de San Francisco el Grande.

Puerta del Ángel, el destino gastro inesperado de Madrid. Foto: Café del Río

El restaurante cuenta con terrazas a pie de calle, espacio interior y, la joya de la corona, una azotea-mirador que sin duda es uno de los mejores espacios para disfrutar de los bellísimos atardeceres de Madrid (mejor aún si es con un cóctel en la mano).

En cuanto a la carta, sobresalen las propuestas para compartir, como los huevos estrellados con setas y foie, las croquetas de carabineros y el pulpo a la parrilla. Además, buenos arroces (secos, caldosos y melosos), frituras, carnes y pescados.

La Quinta Cocina

En la Quinta de los Molinos, una antigua finca de recreo reconvertida en parque público que cada año atrae a miles de personas para disfrutar del espectáculo de la floración de sus almendros, encontramos La Quinta Cocina (Juan Ignacio Luca de Tena, 20).

Es una cafetería y restaurante, sí, pero La Quinta Cocina es también un bonito proyecto de inclusión social en el que cada año se forman 120 chicos y chicas como ayudantes de cocina y camareros para su posterior inserción laboral.

La Quinta Cocina. Foto: Espacio Abierto La Quinta de los Molinos

Promovido por el Ayuntamiento de Madrid, Espacio Abierto Quinta de los Molinos y la ONG CESAL, además de formarse, atienden la cafetería del Espacio Abierto de la Quinta de los Molinos, un lugar a medio camino entre la ludoteca y el punto de encuentro enfocado a niños, jóvenes y familias especialmente donde estimular la creatividad y el aprendizaje desde el juego, el arte, la música y la naturaleza.

Hayas ido a pasear, a leer, a participar en un taller o a disfrutar de un espectáculo en la Quinta de los Molinos, no dejes de pasar por esta cafetería jardín para tomar un café, una infusión o un refresco con algo de picoteo elaborado con productos de comercio justo y de proximidad, con los que se favorece la economía local, el consumo de temporada y se contribuye a reducir la huella.

La Tragantía

En el barrio de Ciudad Jardín (Chamartín), entre las calles de San Ernesto, Marcenado, la avenida Ramón y Cajal y Doctor Marco Corera se encuentra el Parque de Berlín, una extensión de casi 5 hectáreas de jardines y árboles que guarda en su interior restos del muro que dividió la capital alemana en dos durante 28 años.

Con vistas al Parque de Berlín. Foto: La Tragantía

Mirando a las fuentes y caminitos que discurren entre el verde se encuentra La Tragantía (Príncipe de Vergara, 210), un restaurante tradicional con espacio interior y terraza que además sirve excelentes platos de pescado, como las cocochas, el rape, el rodaballo o la lubina salvaje.

También buena opción para tapear: muy ricas las coquinas, las croquetas de jamón y bacalao, los chanquetes con huevo y los calamares a la romana, entre otros. Y un delicioso flan de queso para terminar.

Terrazas con buen ambiente

El Jardín del Intercontinental

Algo más clásico que los anteriores, el Jardín del Intercontiental ocupa el amplio patio interior de este icónico hotel situado en pleno Paseo de la Castellana, 49. A mediodía y en días laborables ofrecen un menú ejecutivo por 38 euros, servido entre abundante vegetación y bajo amplias sombrillas o, los días de mayor rigor climático, en la amplia galería semicircular que enmarca este jardín casi secreto.

Respecto a la cocina, comandada por el madrileño Miguel de la Fuente, chef ejecutivo del hotel, aquí se puede disfrutar de un agradable equilibrio entre las propuestas de la alta cocina de siempre y las nuevas tendencias inspiradas en las cocinas del mundo.

Foto: El Jardín del InterContinental

Así, lo mismo se puede optar por un tiradito de salmón y aguacate que por una velouté de setas con foie asado y luego seguir con un estofado de ternera o un bacalao en tempura con pak choy, shimejis y lemon grass.

Y sería imperdonable no mencionar que, durante los fines de semana, de 13:30 a 16 horas, se puede disfrutar aquí de uno de los brunchs más aclamados de la ciudad. ¡En formato buffet libre!

Robuchon Madrid

Este restaurante ya no es una novedad, pues llegó a Madrid a finales del verano pasado. Aun así, cada vez que se viene a Robuchon la satisfacción está más que asegurada. Tanto en la planta de acceso al local como en la terraza, en pleno bulevar del Paseo de la Castellana (Paseo de la Castellana, 12), se puede disfrutar a diario de su menú ejecutivo por 35 euros, incluida bebida y postre o café.

En él figuran algunos platos de la carta de L’Ambassade (más informal y asequible que L’Atelier, en la parte superior del local), a caballo entre lo francés y lo tabernario madrileño/español. Además, siempre hay algún guiño a lo que fue el local antes del desembarco de este aclamado grupo de restauración: la mítica cafetería-pastelería Embassy.

La Terrase. Foto: Robuchon Madrid

Así, se puede elegir entre un bombón de foie con chutney, un tataki de atún, un sándwich de rillete de pato, un pulpo a la brasa con mole rojo con el célebre puré de patata Robuchon, un escalope de pollo con lascas de queso y alguna de las tartaletas caseras de la vitrina, por ejemplo.

Todo, con la firma de Jorge González Carmona, chef ejecutivo, que antes lo fue del Hotel Ritz Madrid, y el resto del equipo de profesionales del local. Éste, por cierto, es la concreción del sueño del propio Joël Robuchon, que antes de su fallecimiento ya había expresado su deseo de abrir un restaurante en España, país que admiraba y que amaba profundamente.

Paellitas Tradición

La terraza de Paellitas Tradición (San Germán, 11) es casi una recién llegada a la zona del Santiago Bernabéu y, sin duda, es una buena opción tanto para una comida entre horas de trabajo como para un almuerzo informal con amigos.

De lunes a viernes no festivos se puede comer en ella, bajo el arbolado de la calle San Germán y el entoldado del local, un menú de mediodía que cuesta 13,90 euros y que incluye bebidas y postre.

Nueva terraza en la zona del Bernabeu. Foto: Paellitas Tradición

En éste no solo están las paellitas para una persona (formato que supone el principal recurso comercial de la casa), también otras delicias como la ensaladilla rusa, las croquetas de jamón, las patatitas bravas o los triángulos de calamar. Respecto a las paellas, las variedades satisfacen casi cualquier paladar: de verduras, arroz de campo, fideuá, arroz a banda, negra…

Todo con el saber hacer del cocinero Iván González, maestro de los fogones mediterráneos de Barra y Mantel, al que se ha sumado el entusiasmo de su socio en este proyecto: Pablo Pérez Arauna.

Mar Mía

En plena plaza de Isabel II, la del Teatro Real, el restaurante Mar Mía ocupa la mayor parte de la planta de acceso al hotel Ocean Drive Madrid (Plaza Isabel II, 7).

Está dividido en tres espacios: Lounge Bar, con cocina abierta durante buena parte del día y la noche, Showcooking (para paladares gourmet) y el Patio Mediterráneo que, como en el caso del Intercontinental, es un recoleto jardín interior, pero éste con un aire más innovador y moderno. De hecho, en la decoración han intervenido el prestigioso Lázaro Rosa Violán y Raquel Giménez.

Tabla de salazones estilo Manero. Foto: Mar Mía

Este último espacio al aire libre es ideal para una comida informal con tapas para compartir (mejor entre varios comensales), disfrutando del buen hacer de los tres cocineros que hay detrás de este innovador place to be madrileño: Carlos Bosch (Manero, El Portal), Rafa Zafra (Estimar) y Luis Rodríguez (Casa Elías).

Por ejemplo, se pueden pedir unas croquetas (3,5 euros cada una) y continuar con tapas (entre 12 y 26 euros) como la ensaladilla rusa tradicional, la tortilla de papas trufada, el canelón de la madre de Carlos, la gambeta de Denia al ajillo (estilo Manero) o la tabla de embutido de Pinoso y gachamiga.

Uskar

Conviene no llevarse a engaño con la aparente modestia de esta terraza a pie de calle (peatonal) y entre abundante arbolado. De hecho, la propuesta gastronómica de Uskar (Alonso del Barco, 11), con un ticket medio de unos 40 euros, es de esas que no solo no dejan indiferente a nadie, sino que crean adeptos.

Una cocina honesta ante el producto, mucho más creativa de lo que uno esperaría encontrar en un barrio, junto a Embajadores, que parece estar en tierra de nadie pero con un vecindario con crecientes posibilidades económicas.

Alcachofas fritas con ajo al almirez y mayonesa de wasabi. Foto: Uskar

Y, además, con el entusiasmo de la familia formada por Rita García Fuster y José Miguel Valdivieso, que ha sabido transformar su negocio tras la pandemia para convertirlo en un referente del buen comer en la zona.

Entre los platos hay propuestas tan recomendables como el arroz con pulpo y alcachofas (en temporada), la berenjena con cebolla china y queso de cabra de Huéscar al estilo Shangai, el atún a la brasa con salsa de setas y salicornia o el pan brioche de cordero, chutney de fresa y cebolla encurtida.

Terraza Novotel Campo de las Naciones

Probablemente no sea la terraza a la que alguien se plantee ir en peregrinación desde el Centro de Madrid. Pero la terraza del Novotel Campo de las Naciones es una buena alternativa de diario para aquellas personas que trabajan en la zona o que pasan por cualquiera de las ferias que se celebran en el cercano recinto de Ifema.

Ya solo por escapar durante unos minutos del bullicio tan característico de los eventos en “la gran moqueta” merece la pena caminar unos metros y dejarse llevar por la divertida propuesta del food truck del Gourmet Bar de ese hotel, con un puñado de mesas alrededor bien protegidas ante elementos climáticos adversos.

Foodtruck The Gourmet Bar

La carta es corta y el precio no suele subir de los 12-15 euros, con opciones bastante resultonas, como las hamburguesas de ternera con queso Cheddar, bacon y mahonesa de lima y la de escalope de pollo con mahonesa de curry.

También el perrito de pan brioche con costillas, salsa de la casa, pico de gallo y aguacate. Todo acompañado de unas crujientes patatas gajo. Porque, al fin y al cabo, ¿puede haber mayor placer que comer al aire libre y con las manos?

Santo Mauro

Ubicada en uno de los hoteles más impresionantes de Madrid, el Santo Mauro (Zurbano, 36) y lo hacía bajo el paraguas de The Luxury Collection by Marriott. Tras someterse a una reforma que ha mantenido su esencia, el hotel volvía a la vida con una nueva propuesta de interiorismo a cargo de Lorenzo Castillo.

El paisajista Fernando Valero firma este oasis que ya se ha convertido en imprescindible. A su exquisito espacio, Valero ha sumado celosías, setos, pabellones y una serie de árboles y plantas que lo convierten en el vergel perfecto para disfrutar al aire libre. Si el mero hecho de pasear por allí dentro ya es una fantasía, más lo es si sabemos que en esta nueva etapa, el hotel y también el jardín, cuentan con una nueva propuesta gastronómica.

Foto: Santo Mauro

¿Qué no perderse? Platos ya míticos de Gresca y de este nueva aventura del barcelonés en Madrid como el bikini de lomo ibérico y Comté, las gildas de bacalao, los berberechos con vinagreta de verduras y sake o la caballa marinada con yogur y alcaparras fritas.

Además, trabajan con platos de temporada como unos fantásticos guisantes del Maresme con morro y gamba de Palamós y unas colmenillas rellenas de perdiz escabechada, además de imprescindibles como el pichón a la Royale o la molleja glaseada. Todo ello maridado con la fantástica bodega de su sumiller, Carlos Taboada.

La terraza de Amós

Madrid se ha consagrado como destino de lujo y lo ha hecho en una vorágine de aperturas de hoteles de cinco estrellas como el Mandarin Oriental Ritz, el Four Seasons o The Madrid Edition. También apostó Rosewood por renovar el mítico Villa Magna y abrirlo de nuevo bajo su sello.

El hotel volvía a la vida con novedades también en materia de cocina, encabezada por Jesús Sánchez, del tres estrellas Michelin El Cenador de Amós.

Ya está inaugurada la terraza del Rosewood Villa Magna

Sánchez trajo aires cántabros a la capital y lo hizo con una propuesta que acercaba la cocina de los verdes valles pasiegos y el mar Cantábrico a la capital. Ya no hacía falta viajar hasta Villaverde de Pontones para disfrutar de la cocina de este genio, reflejada aquí como una oda al buen comer y a la despensa del norte con sus productos y elaboraciones.

No es la única novedad: con llega un cambio de carta con productos de temporada. A sus siempre imprescindibles anchoas y rabas de calamar, se unen platos como el paté de mejillones en escabeche con tomate y encurtidos, la ensalada de tomate con bombón de anchoa o unos espárragos de temporada con hojaldre y su crema.

Ramsés

El mítico Ramsés propone una carta con el sello de Arzak Instructions, cuyo equipo capitanea el resto del espacio, así como una completa oferta de bebidas y un divertido brunch dominical. Entradas como caviar Petrossian, anchoas calibre 00, foie y jamón ibérico Joselito Gran Reserva, pulpo gallego a la brasa, fritura de langostinos, tartar de atún y ceviche de corvina con ají amarillo, sin olvidar las ostras son algunas de sus propuestas. También ‘Ramsés en verde’, con platos más ligeros.

Patio de Leones

El rompedor bar que abrió sus puertas en verano, diseñado por Sergio Mora con guiños a la iconografía más castiza, apuesta por una carta popular y a precios democráticos que recrea el sabor y la autenticidad de la cocina española, que ya puede degustarse en su terraza con vistas a la Puerta de Alcalá.

Foto: Patio de los leones

El horario (de 7:30 de la mañana a 3 h de la madrugada) da lugar a diversas fórmulas para comer y beber, desde el desayuno (con churros caseros y chocolate) hasta la cena y las primeras copas de la noche, pasando por el aperitivo, el almuerzo y el tardeo. Para reservar en esta taberna “cósmica-cañí: 651 555 000 / info@patiodeleones.es.

Apura

De vuelta al barrio de Salamanca, hacemos parada en Apura, el proyecto más informal del chef Mario Céspedes (Ronda 14, Cilindro). En el número 45 de General Oráa, su terraza ofrece en fase 1 hasta diez mesas para garantizar el distanciamiento social y el disfrute con total tranquilidad de esos reencuentros tan anhelados.

Burger Canario. Foto: Apura

Con horario de 13.00 a 15.30 y de 20.30 a 23.30 de martes a sábados y domingos de 13.00 a 15.30, merece la pena pedir algo de picoteo o piqueo, por ejemplo, guacamole con totopos caseros y rocoto o steak tartar con aliño de ají limo y cilantro. Excelentes también los bocadillos y hamburguesas de pan artesanal de masa madre– de chicharrón de cerdo con camote frito y salsa criolla, de pavo asado con crema de ají y boniato o de calamar en tempura con rocoto…– que además se sirven cortados en dos mitades, perfectos para compartir. Reservas por teléfono: 690 05 17 80 o en su web.

Bosco de Lobos

Oculta a la vista, la terraza de Bosco de Lobos (Hortaleza, 63) nos espera en el corazón de la sede del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). La tranquilidad y la frescura que se respiran, incluso en los días más tórridos, nos permiten evadirnos del verano a la vez que degustar sus propuestas de cocina italiana, como pastas y pizzas de leña -buen´siima la de trufa negra y yema-.

El horario de la terraza, ya en funcionamiento, es de lunes a domingo de 12.00 a 01.00 y el fin de semana hasta las 2.00. Las reservas en su web o en el 915 249 464.

Raimunda

En esta línea de terrazas escondidas, destaca Raimunda, en el Palacio de Linares (Paseo de Recoletos, 2). En realidad abren el 5 de junio, pero ya aceptan reservas a través del correo raimunda@grupolafabrica.es y el teléfono 910 887 247.

Raimunda, en el Palacio de Linares

Y es que no te esperas que, en el mismo centro de Madrid existan jardines como este, rodeado de frondosa vegetación y donde degustar una cocina de producto con guiños iberoamericanos propios del espacio en el que se ubica (el Palacio de Linares es la actual sede de Casa de América).

Orfila 

Sentarse en el espacio al aire libre del Hotel Orfila es lo más parecido a sentirse en el Jardín de las Delicias, el óleo más famoso de El Bosco: un recinto que invita al descanso del bullicio de la ciudad gracias, en parte, al sonido de la fuente de agua que preside la terraza.

Este emblemático edificio, antiguamente residencia de una familia de la alta burguesía madrileña, cuenta con una historia única a sus espaldas: donde hoy en día se ubica la terraza se celebraron, durante los años 20, numerosas representaciones artísticas y teatrales.

La terraza del Hotel Orfila. Foto: Hotel Orfila

Gracias a su ubicación, muy cerca de la Plaza de Santa Bárbara, el Hotel Orfila se ha convertido en un remanso de paz en el centro de la capital, el lugar ideal para escapar de los ajetreos diarios de Madrid.

El prestigioso chef Mario Sandoval, que cuenta con dos estrellas Michelin en su haber, complementa el elegante espacio con su propuesta culinaria bajo el nombre de El Jardín de Orfila.

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