Vinos del Garraf: la recuperación es más fuerte que nunca

Los productores del Garraf, al sur de Barcelona, con la calidad de sus vinos están recuperando una gran historia que durante años tuvo escas presencia

En la Torre del Veguer se presentaron 15 bodegas del Garraf. Foto Lys Ortega

La DO Penedès es la mayor región vitivinícola de Cataluña, una de las más grandes de España y productora de algunos de los mejores vinos y espumosos del país.

Dadas sus dimensiones y la heterogeneidad de sus vinos, en el 2015 se aprobó un nuevo mapa que dividía el territorio en nueve subzonas, con sus climas y suelos bien definidos.

Una de las más reconocidas es la del Garraf, que abarca una comarca propia de fuerte influencia marítima y que se divide en Marina del Garraf (al suroeste) con capital en Vilanova i la Geltrú; y el Massís del Garraf (la zona más montañosa y extensa), con capital en Sant Pere de Ribes; pero con Sitges como su símbolo más icónico.

La rica biodiversidad de los bosques del Garraf

Es una zona de bosques mediterráneos con una rica biodiversidad, con ejemplares de lentisco, coscoja o garric, pinos, encinas, robles, tomillo, romero y sobre todo el palmito o margalló, la planta que es el símbolo de esta tierra y de gran parte de sus vinos.

La biodiversidad de los bosques mediterráneos del Garraf se sienten en las fragancias y frescores de los vinos del Massís.

Todos ellos se dejan sentir en la fragancia y el frescor comunes de los vinos de la subzona del Massís (macizo), pero también en la más rica y productiva área de la Marina, que aprovecha sus terrenos más arcillosos para retener el agua de las lluvias. 

El Garraf ofrece condiciones más extremas que el Penedès para el cultivo de la vid, que hace que las producciones sean más escasas pero de buena calidad, ya que la proximidad del mar y sus brisas salinas aportan humedad e hidratación a las plantas que contribuyen a dar vinos con carácter, cuerpo y una gran cantidad de matices que enriquecen su personalidad.

Cómo son las tierras del Garraf

El macizo del Garraf cuenta con un paisaje mediterráneo propio, entre bosques, montañas, rocas, garrigas, y es un territorio conocido por su parque natural y su suelo de roca calcárea, situado en la franja costera, entre el mar y la montaña.

En estas tierras de paisajes austeros y climas áridos que alternan pequeñas colinas (250-300 m) y profundos valles, se elaboran algunos de los vinos más especiales y también más desconocidos de Cataluña.

El Garraf posee un turismo importante de mar y montaña que encaja con una historia secular muy especial de producción de vinos y, que ahora se pretende recuperar de la mano de marcas como Vins del Garraf.

Marcas como Vins del Garraf pretenden encajar el boom del turismo con la tradición de vinos

Vinos del Garraf en la muestra de «La Llotja del Massís». Foto: Juan Pedro Chuet-Missé

Esta iniciativa nació para dar a conocer los productos y los pequeños productores, con viñas y cosechas propias en el territorio, y dotar de impulso y presencia al enoturismo y a unos vinos de calidad (algunos adscritos y otros no) a la DO Penedès y a la DO Cava.

Acciones por los vinos del Garraf

Precisamente en este otoño el Garraf es protagonista de diversas actividades vinícolas y gastronómicas organizadas por Vins del Garraf en colaboración con otras instituciones como Node Garraf.

Una de ellas fue Llotja del Massís, la presentación de los vinos y espumosos de una quincena de elaboradores de esta comarca de Barcelona en una marca vitivinícola de gran renombre como es la medieval Torre del Veguer, de San Pere de Ribes.

Otra es la Ruta Gastronòmica DO Penedès a Sitges que en su primera edición organizó cenas en 12 restaurantes de Sitges maridadas con vinos de 27 bodegas de la DO Penedès, pero donde tienen gran protagonismo los vinos del Garraf y que se extenderá hasta el 3 de diciembre. 

Las presentaciones de los vinos y espumosos del Garraf

En el evento de Llotja del Massís se pudieron conocer vinos y espumosos elaborados especialmente con variedades autóctonas como son la malvasía de Sitges y el xarel·lo para los blancos y los espumosos, y por las uvas monastrell, garnacha, sumoll y cariñena, para los tintos.

Las bodegas participantes han sido 7 Pams, Can Ràfols dels Caus, Clos dels Guarans, Clos Lentiscus, Cuscó Berga y Finca Valldosera.

También se encontraban las paradas de Finca Viladellops, Hospital Sant Joan Baptista de Sitges, La Vinya del Sastre, Montau de Sadurní, Puig-Batet, Torre del Veguer, Valldolina, Vega de Ribes y Vins de Foresta.

Las degustaciones vinos se podían maridar con platillos de ranchos marineros de pescadores de Vilanova i la Geltrú como fideuás o gambas, elaborados por la Escola d’Hostaleria de Sitges.

La recuperación más sólida

En el Garraf las bodegas se encuentran en se encuentran las poblaciones de Avinyonet del Penedès, Begues, Olèrdola, Olivella, Sant Pere de Ribes, Santa Margarida i els Monjos, Sitges y Vilanova i la Geltrú.

Todas ellas han decidido recuperar definitivamente a esta zona de la catástrofe devastadora a que le sometió la filoxera y colocar el nombre de sus vinos y espumosos en el lugar que les corresponde por calidad, estructura, cuerpo, salinidad y muy especialmente por su la personalidad, que se define por su símbolo, la hoja de palmito o margalló.

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