Tres vinos Rioja únicos de una bodega singular

Bodegas Vinícola Real es un clásico en el paisaje riojano. Fundada por el enólogo Miguel Ángel Rodríguez en 1992, cumplen sus 30 años con el lanzamiento de vinos blancos con alma de tinto y un rosado único.

Rodríguez dice que la filosofía de su bodega es “hacer vinos capaces de conmover y de emocionar”, y los de la familia 200 Monges son la referencia de la casa, que califica como “vinos de larga guarda que cuentan la esencia de la tierra y del paisaje; únicos en su categoría, que convierten el tiempo en su mejor aliado para crecer en complejidad y en madurez hasta expresar la verdadera historia de su origen”.

Joyas artesanas

Los tres nuevos vinos de esta bodega se presentan como “una joya artesana en la DOC Rioja que expresa la perfecta conjunción entre la personalidad del viñedo viejo y la sutileza del paso del tiempo” según el experto Tim Atkin.

Ellos son el singular vino rosado 200 Monges Reserva de guarda 2017, toda una rareza en el panorama de los vinos riojanos; y la nueva línea de blancos con alma de tinto, el Blanco 200 Monges Reserva 2010 y el Blanco 200 Monges Gran Reserva 2009.

200 Monges Reserva de guarda 2017

El lanzamiento de este rosado reserva, nuevo miembro de la familia de vinos 200 Monges, se trata de una joya enológica: son 6.600 botellas de un rosado de larga guarda que sorprende por su frescura y complejidad y que expresa una conjunción ideal -e incluso sutil- entre el paso del tiempo y la personalidad que marcan los viñedos viejos. 

Este rosado se compone de las variedades viura, garnacha tinta y, en menor proporción, otras uvas de los viñedos más viejos del valle del Iregua, y ha dormido con éxito su envejecimiento en los calados subterráneos de Bodegas Vinícola Real durante más de tres años, lo cual es una rareza para este tipo de vinos.

“El 200 Monges Rosado Reserva se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de Rioja”. Tim Atkin

En nariz impresiona por la riqueza de matices y por su frescura y en boca se muestra potente, equilibrado, complejo y extraordinariamente elegante, con un estilo y una personalidad únicos.

Tim Atkin en su último Rioja Report, asegura “este vino es el primer lanzamiento de un 200 Monges Rosado Reserva; que inmediatamente se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de Rioja”.

Blanco 200 Monges Reserva 2010

Rodríguez presentó el año pasado tres grandes blancos de larga guarda como consecuencia de un proyecto en desarrollo ininterrumpido, «un aprendizaje permanente cuyo resultado es una gama de vinos de larga guarda que convierten al tiempo en el mejor aliado para ganar en madurez y complejidad hasta expresar la verdadera historia de su origen».

Uno de ellos es el Blanco 200 Monges Reserva 2010, un Reserva 100% viura. Nace en las cepas plantadas en El Charco (Valle del Najerilla) y La Rad (Valle de Iregua) sobre suelos arcillosos.

Estos viñedos viejos, mayoritariamente de tintos, tienen escondidas cepas blancas de viura y de otras variedades. Es un blanco maduro, con cuerpo y muy aromático, con 13% de volumen de alcohol, que ha envejecido cinco años en barricas de roble.

En nariz es franco, con aromas florales, frutales y de pastelería; en boca es complejo, con toques cítricos y especiados. Se presenta untuoso, bien equilibrado y con un final persistente con toques salinos.

Muy elegante y sutil, es un blanco potente que apunta a la calidad y a la inmortalidad como apunta Robert Parker con sus 91 puntos. 

Blanco 200 Monges Gran Reserva 2009

Es un vino blanco Gran Reserva de 70% viura, 20% malvasía y 5% garnacha blanca; maduro, con cuerpo y muy aromático, y con 13% de volumen de alcohol. 

Ha envejecido casi cuatro años, con una crianza de 14 meses en barrica de roble francés y americano y en depósito 24 meses. Posteriormente se embotella y duerme en el calado hasta salir al mercado, con lo que es perfecto para consumir hasta 2029. 

El 200 Monges Gran Reserva es un vino ideal para consumir antes de 2029

Su color es dorado, brillante, con matices ámbar; en nariz destacan aromas a flores secas, fruta madura y hierbas silvestres, calidez, notas tostadas y roble cremoso; en boca es carnoso, potente, sabroso y muy especiado; con un final muy elegante, muy persistente también. Es elegante y sutil. 

Los orígenes de la bodega

Hace 30 años Rodríguez eligió un terreno arcilloso en el corazón de Albelda de Iregua, donde desde el siglo X habían habitado 200 monjes que habían iniciado la excavación de una bodega. 

Para construir sus bodegas continuó la tradición de los eremitas que mil años atrás habían excavado en estas peñas un grupo de cuevas para el culto, como el desaparecido monasterio de San Martín de Albelda, un gran centro de cultura medieval.

Este es uno de los monasterios más importantes de La Rioja a pesar del limitado conocimiento que se tiene de sus dependencias e incluso de su historia, sin olvidar el Camino de Santiago y un gran legado como es el Códice Albendense.

De ahí que para homenajear a este pasado las Bodegas Vinícola Real haya bautizado a sus vinos como Monge.

Huellas históricas

Existen en el lugar restos de una iglesia del siglo VII y una posible ermita previa en las cuevas. El cenobio se habría fundado en la época de recuperación del territorio durante el reinado del Sancho Garcés I de Pamplona (905-925), cuando se levantaron o restauraron una larga serie de monasterios.

Parece claro que el conjunto monástico estaría formado por un asentamiento donde vivían parte de los monjes que llevaban prácticas de tipo eremítico en cuevas o estructuras excavadas en la roca, los columbarios, posteriormente utilizadas como bodegas.

Pionera del enoturismo en La Rioja

Bodegas Vinícola Real fue precursora del enoturismo riojano cuando inauguraron La Casa del Cofrade en 1994, que sería el primer hotel dedicado al mundo del vino en la región vinícola de esta provincia. 

La bodega creó una ruta para rescatar el legado del monasterio de San Martín de Albeda

Bodegas Vinícola Real fue distinguida en su marca 200 Monges con los premios Best Of Wine Tourism Internacional 2022 y recibió el Premio Enoturismo y Desarrollo Local 2022 de La Vanguardia por su proyecto de enoturismo cultural: la creación de la Ruta de los 200 Monges Olvidados, que buscaba recuperar el legado cultural del desaparecido monasterio de San Martín de Albelda.