Cinco buenas razones para ir a ver ‘Pelléas et Mélisande’ al Liceu

El coso lírico barcelonés presenta un “onírica” versión de la ópera de Debussy firmada por el furero Àlex Ollé

‘Peléas et Mélisande’. Foto: Alfons Flores.

No figura en la lista de las óperas más representadas y el Gran Teatre del Liceu sólo la ha programado en 15 ocasiones, pero lo cierto es que Pelléas et Mélisande, del compositor francés Claude Debussy, es un soberbio tesoro escondido. Una obra que apela a los paladares más sensibles y que buscan degustar nuevas emociones, alejadas de la zona de confort del mainstream operístico.

De allí que el coliseo lírico barcelonés no dude en considerarla como uno de los platos fuertes de su presente temporada, recuperándola en un espectacular montaje del director de escena Àlex Ollé, uno de los fundadores del grupo teatral La Fura dels Baus.

La producción, onírica, sugerente y emparentada con la estética del cineasta David Lynch, podrá verse del 28 de febrero al 18 de marzo en el escenario de las Ramblas, bajo la batuta del director musical del teatro, Josep Pons, y un elenco que encabezan dos voces francesas, el tenor Stanislas de Barbeyrac (Pélleas) y la soprano Julie Fuchs (Mélisande), junto al barítono británico Simon Keenlyside (Golaud).

La propuesta está llena de atractivos. Estos son sólo algunos de ellos.

Una obra simbolista y moderna

Estrenada el 30 de abril de 1902 en la Opéra-Comique de París, Pelléas et Melisande puede ser considerada uno de los grandes títulos líricos del siglo XX.

‘Peléas et Mélisande’. Foto: Alfons Flores.

Basada en la obra teatral del mismo nombre, del dramaturgo belga Maurice Maeterlinck, la historia se centra en un triángulo amoroso entre dos hermanos, Pelléas y Golaud, y la esposa de este último, la misteriosa Mélisande. Los hechos ocurren en un reino imaginario llamado Allemonde, en una época no determinada, aunque asimilable a la Edad Media.

Lo importante, sin embargo, es que toda esta historia de amor y destrucción está plagada de misterios, indefiniciones y preguntas sin respuestas. Un mundo sombrío, brumoso y opresivo en el cual no resulta difícil entrever lecturas muy contemporáneas.

Josep Pons dirige un elenco que encabezan dos voces francesas, el tenor Stanislas de Barbeyrac como Pélleas y la soprano Julie Fuchs en el papel de Mélisande

Una música perturbadora y sugerente

Debussy tenía 32 años cuando empezó a escribir la partitura, una música de lenguaje innovador, de grandes sutilezas y exuberante colorido. “Debussy es uno de esos pocos compositores, como fueron Monteverdi, Wagner o Beethoven, capaces de crear un universo sonoro nuevo, diferente a todo lo que se ha hecho hasta ese momento”, señala Josep Pons a la hora de dar claves que expliquen el encanto de este compositor.

De él también dice que es un autor de “muchas caras”, un creador “lleno de sentimientos, pero nunca sentimental”, que no busca “describir, sino sugerir” y con el cual nunca hay certezas plenas, sino sólo ambivalencias. En definitiva, “belleza en estado puro”.

Un montaje espectacular Àlex Ollé estrenó esta producción en la Ópera de Dresden, en 2015. El montaje fue todo un éxito; se saldó con diez minutos de aplausos y recibió elogiosas críticas, pero por lo que fuera, el material escénico acabó siendo destruido. Ahora, siete años más tarde, y en el marco de la residencia artística de Ollé en el Liceu, el teatro ha decidido recuperarlo, rehaciéndolo en su totalidad, con la voluntad de que posteriormente pueda viajar a otros escenarios.

La propuesta escénica, con un marcado lenguaje onírico, se basa en una estructura giratoria en forma de cubo que encierra todos los enigmas de la ópera. Este elemento, con varios niveles y en el que transcurre prácticamente toda la acción, se asienta a su vez sobre un “lago de aguas muertas”, que deviene otro referente cargado de simbolismo.

Àlex Ollé estrenó esta producción con un espectacular montaje en la Ópera de Dresden en 2015

Múltiples lecturas

“Estamos ante una obra que te hace plantearte toda clase de preguntas continuamente. Y por ello, hay que dar total libertad al público para que cada espectador haga su propia lectura”, afirma el director de escena Àlex Ollé, que destaca también una “música extraordinaria, capaz de crear ambientes sugerentes y enigmáticos en cada una de las escenas”.

Una estructura giratoria en forma de cubo aloja las diferentes escenas. Foto: Alfons Flores.

El autor de la escenografía, Alfons Flores, por ejemplo, considera que es una obra “que habla de la familia, que puede ser un refugio de la soledad, pero también puede convertirse en un espacio de violencia del que resulta imposible escapar”. El símil con situaciones de plena actualidad es evidente.

Un reparto a la altura

Para sus intérpretes, Pelléas et Mélisnde resulta también una ópera de referencia. “Es una obra inspiradora, que me obliga a ofrecer una actuación muy emocional. Las escenas de amor son diferentes a las de cualquier otra ópera”, dice Julie Fuchs, que se enfrenta a su primera Mélisande, a la que define como “una mujer enamorada, pero nunca débil”.

El tenor Stanislas de Barbeyrac, en cambio, acometerá por tercera vez en su trayectoria el papel del héroe Pelléas, un rol que considera “mítico” y que depara “un universo increíble de musicalidad”.

Y algunos extras

Acompañando a la programación de Pelléas et Mélisande, el Liceu ha previsto otras actividades paralelas. El 7 de marzo, Josep Pons dirigirá un concierto titulado Los otros Pelléas, en el cual revisa otras partituras que también beben de la obra de Maeterlinck; entre ellas, páginas de Fauré, Sibelius o Schönberg.

El electo de la obra, en el Liceu.

Por otro lado, el mismo día del estreno, se inaugurará una exposición de los artistas Cristina de Middel y Bruno Morais, que podrá verse en el Balcó Foyer y en la Sala Miralls del teatro. La muestra, titulada Boa Noite Povo, explora la relación entre humanidad, cultura y naturaleza.

Y para seguir celebrando el 175 aniversario de su fundación, el Liceu ofrece un 2 x 1 para asistir a estas representaciones: dos entradas al precio de 175 euros. ¿Qué más se puede pedir?

a.
Ahora en portada