Cocina y ópera: la receta del Liceu para conquistar las nuevas generaciones
‘La cuina de Rossini’ propone un viaje musical para niños y adolescentes donde la lírica se combina con la gastronomía
No es fácil seducir a las nuevas generaciones con la ópera. No solo porque es un género musical ajeno a lo que consumen, sino que sus tiempos están a años luz de la velocidad con que desfilan los contenidos que ven en TikTok o YouTube.
Pero el Gran Teatre del Liceu está decidido a cambiar esta tendencia, y para ello recurre a la gastronomía. Y al autor del Barbero de Sevilla.
Cómo es ‘La cuina de Rossini’
‘La cuina de Rossini’ (La cocina de Rossini) se presenta el 5 y 6 de febrero, así como el 14 y 15 de mayo, en la Sala Gran del Liceu, con dirección escénica de David Selvas y la dirección y adaptación musical de Andreu Gallén.
La gastronomía, el comercio de proximidad y las óperas de Rossini se unen en la nueva apuesta musical del Liceu
El argumento es de dos jóvenes, él apasionado por la ópera y ella amante de la cocina creativa y de proximidad, que quieren montar un restaurante; aunque el malo de guardia hará lo posible por impedirlo.
El hilo conductor son las óperas de Giacomo Rossini, compositor de Guillermo Tell, La italiana en Argel, El turco en Italia, La Cenicienta y otras obras claves en la historia de la lírica.
Además de atraer a los niños a este género musical, La cuina de Rossini también cuenta con mensajes para promover la alimentación saludable y el comercio de proximidad.
Tomar distancia del Rossini original
Eso sí: los autores han tomado distancia de los textos originales de Rossini: el director artístico del teatro, Víctor García de Gomar, recordó que las prácticas alimentarias que propone el compositor italiano “son nefastas”.
Por ello los creadores han tenido el asesoramiento de la cocinera Carme Ruscalleda y la Fundación Pau Gasol.
La obra se aleja de los conceptos sexistas y racistas que algunos pueden ver en las óperas de Rossini
Además, sabiendo que en estos tiempos de puritanismo de lo políticamente correcto muchos argumentos de las óperas de Rossini se pueden ver “como sexistas y racistas”, cariz que se resuelve con presentar una batuta que otorga un “aspecto trasnochado” a las composiciones.
Un ritmo adaptado a los niños
Los directores Selvas y Gallén han tenido en cuenta que los pequeños de hoy están muy acostumbrados a las series televisivas o a los videojuegos, por lo que han trabajado mucho el ritmo del espectáculo, de hora y ocho minutos de duración, queriendo conectar a los niños con la música «desde el principio para que la sientan suya».
La obra estará en cartel durante tres años, aunque los directivos del Liceu no descartan que se amplíe ese plazo, como sucedió con otras producciones familiares.