De Madrid a Washington volando con biocombustibles

Iberia comienza a usar biocombustibles para cruzar el Atlántico. Tras los vuelos ensayados entre Madrid y Bilbao, la apuesta de la aerolínea por una aviación más sostenible que pasa por la reducción de las emisiones da un paso más con un vuelo entre Madrid y Washington con biocombustible producido en España a partir de residuos.

Un Airbus A330-200, bimotor y con capacidad para 288 pasajeros, uno de los aviones más eficientes de la aerolínea (reduce en un 15% la cantidad de combustible frente a otros modelos), ha sido el avión empleado para este hito, repetido después en dos vuelos más al otro lado del Atlántico: el inaugural a Dallas y el primer vuelo a San Francisco que recupera tras la pandemia, ayer 1 de junio.

Hacia la aviación sostenible

Junto a Repsol, encargado de producir el combustible (biojet) en la refinería Petronor de Bilbao, Iberia ha reducido, solo con estos tres vuelos, 125 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.

Para Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, “un sector como el aeronáutico necesita de soluciones como los biocombustibles para un proceso de descarbonización como el que nos encontramos”.

En este sentido, añade, “el compromiso de Repsol e Iberia nos sitúa a la vanguardia en este aspecto”. El objetivo de la energética, apunta, pasa por lograr cero emisiones netas en el año 2050, lo que le convertiría en la primera empresa del sector en conseguirlo.

Solo en estos tres vuelos, Iberia redujo la emisión de 125 toneladas de CO2 a la atmósfera

Por su parte, el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, comentaba que “la aviación tiene ante sí un reto muy desafiante que solo puede alcanzarse dando pasos como el de hoy, que promuevan la producción de los combustibles de origen sostenible en cantidad suficiente y con precios competitivos, para que eso nos permita avanzar en la transición ecológica del sector aéreo”.

Descarbonización de los viajes

La iniciativa forma parte del convenio de colaboración hacia una movilidad más sostenible firmado por Repsol e Iberia el pasado mes de julio y está en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que promueve Naciones Unidas a través de la Agenda 2030.

Dentro de este acuerdo, las compañías han colaborado en el proyecto AVIATOR analizando el impacto de las emisiones de aviación en la calidad del aire de aeropuertos y, el pasado mes de noviembre, operaron el primer vuelo Madrid-Bilbao con combustible sostenible.

Este mismo año, Iberia se integró en el consorcio SHYNE (Spanish Hygrogen Network), liderado por Repsol para acelerar el desarrollo del hidrógeno verde en España.

Iberia y Repsol operarán nuevos vuelos con un porcentaje creciente de mezcla de biocombustibles que puede llegar hasta el 50%

Además, el acuerdo contempla para los próximos años una hoja de ruta para la promoción de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Ya con estos primeros vuelos, Iberia y Repsol se adelantan a las medidas que la Unión Europea que fijan para 2025 la obligación de un 2% de combustible de aviación sostenible. Los vuelos a Washington, Dallas y San Francisco ya incorporan un 2%.

Con qué combustible volarán los aviones

En el futuro, Iberia y Repsol operarán nuevos vuelos con un porcentaje creciente de mezcla de biocombustibles que puede llegar hasta el 50%.

Este producto, señalan sus responsables, se elaborará en la primera planta de biocombustibles avanzados de España que se ubica en Cartagena y está previsto que entre en funcionamiento en 2023.

También en 2024, Repsol e Iberia han previsto operar con SAF sintético (e-fuel) producido en la planta de Petronor, Bilbao. Además, se trabaja ya en un proyecto para el uso de HVO (Aceite vegetal hidrotratado) en los vehículos para servicios aeroportuarios.

Con los biocombustibles, además de reducir el impacto medioambiental del transporte, se apuesta por la economía circular en el proceso, transformando los residuos en productos de alto valor añadido como son los combustibles de baja huella de carbono.

Iberia avanza así en la descarbonización del sector aéreo en una estrategia que contempla también la renovación de la flota y las operaciones más eficientes.

Además, propone una experiencia de viaje más sostenible para sus clientes a través de la digitalización de servicios, la eliminación progresiva de plásticos a bordo, el desarrollo de su sistema de gestión de residuos y la compensación de la huella de carbono, su apoyo a la I+D+i, y la formación y sensibilización en sostenibilidad de sus empleados.