Qantas calienta motores para los vuelos más largos del mundo

Qantas reactivó al Proyecto Amanecer, que hace dos años había sido congelado cuando irrumpió la pandemia, y anunció que en cuatro años comenzarán a operar los vuelos directos desde Sídney a Londres y Nueva York, que serán los viajes sin escalas más largos del mundo.

En el 2019 la aerolínea australiana había realizado con éxito un viaje de prueba entre la capital británica y la ciudad más importante de Australia, y con bombos y platillos anunciaba que los A350-1000 eran los aviones elegidos para realizar este maratoniano trayecto.

Hasta que llegó la pandemia, y todo quedó paralizado.

La resurrección del Proyecto Amanecer

Pero nunca llueve para siempre, así que con la desescalada de los vuelos internacionales y la apertura de fronteras (Australia había sido uno de los países más restrictivos) Qantas reactivó la iniciativa de los vuelos de ultra largo radio.

Desde Sídney a Londres hay 17.750 kilómetros que se deben realizar en un viaje de unas 20 horas; mientras que a Nueva York implica atravesar 16.000 kilómetros, para lo que serían necesarias poco más de 19 horas.

El viaje entre Sídney y Londres, de casi 17.750 km, implicará volar unas 20 horas sin escalas

Actualmente el vuelo más largo del mundo es la ruta doble de Singapore Airlines desde Singapur a Nueva York y Newark (Nueva Jersey), de 15.348 y 15.343 km respectivamente; y que implica 18:45 horas de viaje.

Compra de 12 A350-1000

Además de fijar la fecha de 2025 como inicio de las operaciones, Qantas anunció la compra de 12 A350-1000, que serán entregados entre ese año y 2028.

Cada avión tendrá una capacidad de 238 pasajeros divididos en cuatro clases, bastante menos que la configuración de otras aerolíneas: en el caso de British Airways es de 302 plazas y en el de Virgin Atlantic es de 335 asientos.

Más comodidad con menos asientos

Con una menor cantidad de asientos Qantas ofrecerá más comodidad a sus pasajeros, ya sea con plazas con un 40% más de espacio en las categorías premium; y con seis suites en la primera clase.

Además contará con una zona destinada al bienestar personal ubicada en el centro de la aeronave, donde los viajeros podrán estirar las piernas y relajarse tras tantas horas en el aire.

«Los A350 y el Proyecto Sunrise harán que cualquier ciudad esté a un vuelo de Australia. Es la última frontera y la última solución a la tiranía de la distancia», dijo en un comunicado el director ejecutivo de Qantas, Alan Joyce.

Más aviones en la flota

La compra de los A350 no llegó sola: Qantas también anunció la adquisición de 20 Airbus A321XLR y otros tantos del pequeño A220-300, para renovar sus aviones de fuselaje estrecho, y dejó abierta la posibilidad de comprar otros 94 aviones hasta 2034.

Las adquisiciones son parte de un plan de reestructuración de la empresa aérea que incluye dar de baja a los aviones viejos, mejorar los costes de operaciones y de emisiones, y brindar un mejor servicio a los pasajeros.