Confirmado: viajar es bueno para la salud (y estos son sus beneficios terapéuticos)
Viajar reduce la ansiedad y el estrés, aumenta la autoestima y la creatividad, nos ayuda a resolver problemas y salir de nuestra zona de confort pero, sobre todo, saca la mejor versión de nosotros mismos

Cayo Levantado, en Samaná, un lugar idílico para viajar. Foto: Bahía Príncipe Hotels.
A la gran mayoría de nosotros -y con seguridad a la comunidad que sigue Tendenciashoy-, viajar nos hace felices. La ilusión de los preparativos, la emoción de la salida, las expectativas por lo que nos espera… Y es que, más allá de la propia percepción personal, está científicamente demostrado que viajar nos aporta numerosos beneficios tanto a nivel personal como psicológico.
Hemos hablado con Ana Belén Medialdea, psicóloga y escritora de libros como Amargarte la vida depende de ti para saber cuáles son los beneficios terapéuticos de los viajes, pero también para saber cómo potenciar aún más sus efectos positivos. Esto es lo que nos ha contado.
Los viajes nos mueven
Justo estos días se celebra en Madrid Fitur, la gran feria de los viajes, que convierte Madrid en un gran escaparate de destinos de todo el globo. De hecho, son 131 los países, 8.500 las empresas y 755 los expositores que lo confirman.
Solo en España, el turismo cerró 2022 superando en un 1,4% el nivel precovid, según los datos de Exceltur, y se espera que el número de viajeros aumente un 7% este 2023 para alcanzar la cifra récord de 110,6 millones, según la consultora CBRE.
En la misma línea, la Organización Mundial del Turismo (OMT) espera que en 2023 el flujo de turistas a nivel internacional se sitúe entre el 80% y el 95% de los niveles prepandémicos.
Pero ¿qué nos mueve a viajar? Precisamente en un encuentro realizado con motivo de Fitur por Soltour y Bahía Príncipe Hotels & Resorts en el que también ha participado el actor Hugo Silva -protagonista de la campaña “La mejor versión de ti” de la marca hotelera, un spot centrado en Samaná, un paraíso verde y chic desconocido en República Dominacana– nos invitaban a hacernos esta pregunta.
La necesidad de desconectar de la rutina o los problemas, la conexión con nosotros mismos, la búsqueda del relax, el ocio, la adrenalina, conocer otros lugares… fueron algunos de los motivos escuchados.
“La realidad es que, hoy en día, a la mayoría de las personas nos gusta viajar e independientemente de cuáles sean nuestras preferencias o motivos, sentimos la necesidad porque conectamos con los beneficios que tiene permitirnos viajar”, resumía la psicóloga Ana Belén Medialdea.
Viajar es bueno para el cerebro
El primero de los beneficios probados por la ciencia tiene relación con el cerebro. “Cuando aumentamos nuestra actividad física o practicamos actividades que son placenteras y nos gustan, liberamos unas sustancias químicas en nuestro cerebro que se llaman endorfinas”.
Las endorfinas nos ayudan a reducir el cortisol y, por ende, el estrés y la ansiedad y nos generan el conocido sentimiento de bienestar.
Más creativos cuanto más viajamos
Además, los nuevos paisajes, los aromas, las diferentes culturas hacen que nuestro cerebro sí o sí tenga que hacer un mapa mental del nuevo lugar en el que se encuentra y esto nos ayuda a estimular nuestro cerebro. Y está científicamente comprobado que estimular nuestro cerebro nos ayuda a adaptarnos a nuevas situaciones con más facilidad y nos vuelve más creativos, explica esta experta.
Un punto positivo más: nos hace que tengamos que estar más en el momento presente olvidando nuestros problemas o preocupaciones.
Resolver desafíos
Viajar en muchas ocasiones representa una suma de desafíos: desde hacer una maleta y coger un avión, que pueden ser momentos muy estresantes, a los desplazamientos, las diferentes costumbres, el idioma o las comidas que se salen de nuestras rutinas
Pero Medialdea aboga por tomarlos como una oportunidad. “Nos ayudan a aumentar la capacidad de resolver problemas, a salir de nuestra zona de confort y a fortalecer nuestra autoestima, ya que no hay nada mejor para aumentar la seguridad en nosotros mismos que enfrentarnos a situaciones que pensábamos que no íbamos a ser capaces”.
“Los viajes nos proporcionan mayor felicidad que cualquier cosa que podamos comprar”
Ana Belén Medialdea
Aumentar las habilidades sociales
Otra consecuencia directa de viajar es que, sin más remedio, nos obliga a conectar con otras personas aumentando nuestras habilidades sociales y la mejor solución para quitarnos los prejuicios y los estereotipos.
Conectar con nosotros mismos
Finalmente, viajar nos permite tomar perspectiva de quiénes somos y de lo que realmente queremos en nuestra vida, qué nos hace felices y cómo somos.
A esto hay que sumar, señala la experta, que “viajar nos ayuda a construir recuerdos y escribir nuestras sensaciones o emociones, junto a las fotografías, nos hará crear una fuente de futuros recuerdos y anécdotas que contar”.
En este sentido, los viajes nos proporcionan mayor felicidad que cualquier cosa que podamos comprar. “Los recuerdos y las experiencias se acaban convirtiendo en tesoros que guardaremos por siempre en la memoria del corazón y nos ayuda a aflorar nuestra mejor versión”.
Pautas para sacar el máximo partido a un viaje
¿Tienes en mente un viaje? La psicóloga Belén Medialdea no da también los tips para convertirlo en un tiempo de relax y desconexión -porque lo cierto, y a todos nos ha pasado, es que no siempre lo son-.
La duración del viaje es la primera de las premisas: intentar que el viaje dure al menos una semana ya que los primeros días suelen ser de adaptación y a veces es difícil desconectar de nuestras obligaciones al 100%.
Elegir un lugar que realmente nos apetezca y nos despierte curiosidad también es fundamental para que podamos disfrutar del viaje.
Dejar huecos a la improvisación
Una de las cosas que nos puede generar estrés es el momento de preparar un viaje. Aprender a delegar puede ayudar a reducir nuestros niveles de ansiedad: los profesionales como agentes de viajes y touroperadores pueden facilitar esta parte del viaje.
Vivir el viaje de forma consciente, evitar seguir al dedillo un horario y evitar el cansancio físico son otros de los objetivos a perseguir: permitirnos cambiar el ritmo habitual para desconectar y disfrutar de cada momento debe estar entre nuestros objetivos.
Escribir sobre las emociones y sensaciones
El último consejo de esta experta tiene una forma concreta y es la de una libreta. Desde apuntar las emociones en momentos de estrés como puede ser el vuelo para algunas personas a los aprendizajes, sorpresas o sentimientos que nos regala la experiencia, “escribir desconectamos la parte emocional del cerebro y conectamos con la racional”.
Además, escribir nuestras sensaciones o emociones nos permitirá crear recuerdos y anécdotas que contar. De este modo, “los recuerdos y las experiencias se acaban convirtiendo en tesoros que guardaremos por siempre en la memoria del corazón. Viajar es una oportunidad para sacar la mejor versión de ti”.