Lavapiés: cañas, circo y arte de vanguardia en el barrio más étnico de Madrid

Trazamos una ruta de imprescindibles en Lavapiés, el barrio madrileño más étnico y diverso

El barrio de Lavapiés está lleno de sorpresas. Foto: Turismo de Madrid.

El más diverso de los barrios del centro de Madrid, Lavapiés, tuvo durante décadas fama de canalla. Ya no: desde hace unos años este vecindario, en el que conviven personas llegadas de los más remotos lugares del planeta, se ha convertido en un activo centro de cultura, gastronomía y, en general, encuentro y diversión. Un barrio para disfrutar tanto de día como de noche.

Para muchos los límites de Lavapiés, a poco más de 500 metros de la Puerta del Sol, se diluyen con la cercana y no menos atractiva zona de La Latina. Pero quien quiera conocer y disfrutar de sus muchos encantos no tiene más que intentar orientarse entre las muchas callejuelas que encierra el triángulo que conforman la Plaza del Emperador Carlos V (Atocha), la de Embajadores y la de Tirso de Molina.

En ese espacio se concentran un museo de relevancia internacional, dos centros de creación y exposición de arte de vanguardia, una biblioteca universitaria con mucha historia, un circo abierto todo el año y, por supuesto, una gran cantidad de lugares de encuentro tanto en la propia calle como en bares y restaurantes de lo más variado y gustoso.

Encontramos las callejuelas de Lavapiés a pocos metros de la Plaza del Sol. Foto: Turismo de Madrid.

Un barrio en el que muchos de los visitantes de la ciudad encuentran opciones de alojamiento, por lo general asequibles, mientras continúa siendo habitado por familias “de toda la vida”, personas jóvenes (estudiantes, singles y parejas) y una importante colonia de inmigrantes procedentes, fundamentalmente, de África y América, pero también de Asia.

Una buena manera de arrancar una jornada de descubrimientos en Lavapiés es el bruch que se sirve en Nubel, dentro del Museo Reina Sofía

Comienza el día con arte de vanguardia

El importante museo al que hemos hecho referencia no es otro que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con su increíble colección de fondos de arte contemporáneo y las magníficas exposiciones que cada año traen a la ciudad las obras de los artistas más relevantes del panorama mundial. No hará falta mucho para convencer de que una visita (mejor si son más) es absolutamente imprescindible.

Museo Nacional Reina Sofía. Foto: Turismo de Madrid.

Pero el Reina Sofía no es solo un lugar donde disfrutar del Arte, con mayúsculas. En la ampliación encargada al estudio de Jean Nouvel, hay también una agradable y escenográfica biblioteca, además del restaurante Nubel, de impactante diseño e ideal para empezar una jornada de fin de semana mientras se disfruta de su generosísimo brunch.

Encontraremos auténticos productos italianos y platos como el gofre con pollo empanado o los inefables huevos benedictine, en este caso presentados con jamón ibérico, entre otras propuestas. Todo ello regado con barra libre de mimosas y/o cava.

Merece la pena pasar por Nubel a catar su delicioso brunch. Foto: Nubel.

Por si no bastara con este festival culinario, muy próximo al museo está uno de los locales que más han hecho en los últimos años por romper con la imagen clásica de las tabernas de Lavapiés. No es otro que La Caníbal (Argumosa, 28).

Dividido en dos partes, su restaurante gallego de siempre y su bar de cervezas artesanas y vinos naturales a granel (de hecho, te puedes llevar tu propia botella de vidrio y rellenarla con el que más te guste) es perfecto para tomar algo y picotear algo de su carta a base de cocina tradicional reinterpretada.

En La Caníbal puedes llevar tu botella para comprar vino naturales a granel como se hacía antes

Tan original y convincente es la propuesta de este bar-restaurante que le ha valido ser acreedor de uno de los diez Soletes que la Guía Repsol ha concedido a otros tantos locales del barrio en su edición de otoño-invierno 2021. Una forma de premiar y reconocer el especial mimo y atractivo de la oferta gastronómica de la que puede hacer gala Lavapiés.

La Caníbal acaba de hacerse con un solete Repsol. Foto: Sofía Moro | Guía Repsol.

Creación de vanguardia y circo todo el año

Pero continuemos con la dimensión más artística del barrio: en dirección a la Plaza de Embajadores (por la Ronda de Atocha) se llega en unos minutos a uno de sus principales focos de creación. Se trata de La Casa Encendida, que ocupa lo que fue una de las sedes del Monte de Piedad de Madrid, edificio construido en 1911 por el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti.

Desde 2002 funciona como centro cultural (con talleres de todo tipo, exposiciones y espectáculos) y como lugar de trabajo y encuentro para creadores de las más diversas disciplinas.

La Casa Encendida. Foto: Turismo de Madrid.

No menos artísticas resultan las representaciones que tienen lugar, justo enfrente, al otro lado de la Ronda de Atocha, en el Teatro Circo Price, único en Madrid por el hecho de ser permanente.

En la pista de su magnífica sala circular se puede asistir a lo largo de todo el año a los más diversos espectáculos circenses de la mano de compañías y especialistas en el género.

Desde luego, el Price es una referencia para aficionados de todo el país y un lugar muy agradable en el que pasar una tarde en familia. También tienen matinées.

Teatro Circo Price. Foto: Turismo de Madrid.

No muy lejos está el otro gran referente de vanguardia del barrio: Tabacalera Promoción del Arte. En la actualidad está en proceso de renovación, pero en breve promete retomar sus actividades como faro de exposición de ideas de nuevos creadores y de artistas consagrados. Mientras llega ese momento, los muros exteriores de este centro siguen siendo un impactante muestrario de arte callejero en forma de murales y grafitis.

Entre los mayores tesoros de Lavapiés destaca la biblioteca de las antiguas Escuelas Pías, una iglesia rehabilitada con un exquisito proyecto arquitectónico y coronada por una agradable azotea

Una biblioteca que es un tesoro escondido

Callejeando por el barrio, en nada se llega hasta la biblioteca de la Universidad Nacional a Distancia (UNED), situada en el edificio de las antiguas Escuela Pías (Sombrerete, 15). La construcción, una iglesia construida por el arquitecto de la orden Gabriel Escribano entre 1763 y 1791, permaneció casi abandonada durante décadas, tras sufrir los estragos de la Guerra Civil, hasta su rehabilitación por parte del arquitecto J. I. Linazasoro.

Biblioteca de las Escuelas Pías. Foto: UNED.

Desde su reapertura en 2004 se ha convertido en uno de los lugares más reconocibles y agradables de Lavapiés, que además tienen una preciosa azotea con vistas al barrio y a una de sus plazas con más encanto. Un punto de encuentro necesario para gente de todas las edades y procedencias, en una zona donde escasean los espacios abiertos…

En este sentido, la iniciativa vecinal ha recuperado el amplio solar dejado por un edificio derruido para convertirlo en espacio de esparcimiento y solidaridad con ellos mismos y con quienes vienen de fuera. Se trata del proyecto Esta es una Plaza, donde hay un generoso huerto urbano ecológico que se puede visitar los domingos por la mañana.

Un mercado para comprar fruta y tomarse un vino

Junto a las antiguas Escuelas Pías está también el mercado de San Fernando (Embajadores, 41), al que muchos vecinos siguen yendo a hacer compra diaria en los puestos de frutas y verduras, carnes, embutidos, pescados y variantes que alberga. Pero, junto a éstos, también hay otros donde tomarse unas cañas, un vino, una tapa o una ración, al estilo de los mercados gastronómicos que proliferan en todo el mundo.

Mercado de San Fernando. Foto: Turismo de Madrid.

Nada que ver los precios ni el ambiente de ese tipo de centros con lo que sucede en San Fernando: aquí todo es más popular, asequible y, por qué no decirlo, mucho más divertido.

Muy recomendable es el puesto de El Guaje, donde degustar los clásicos de la gastronomía asturiana (sidra natural incluida); también el Mercadillo Lisboa, especializado en cocina y bebidas portuguesas, aderezadas con el buen hacer de su propietario, un lisboeta perfectamente asimilado a la abierta personalidad del barrio.

En la calle que conduce desde este mercado hasta la plaza de Lavapiés (auténtico epicentro social donde también está la sede más vanguardista del Centro Dramático Nacional: el Teatro Valle-Inclán) ha abierto un pequeño restaurante que promete convertirse en una referencia gastronómica de la zona.

Yeca Strit Fud es uno de los nuevos soletes de otoño. Foto: Sofía Moro | Guía Repsol.

Se trata de Yeca Estrit Fud (Tribulete, 10), local que traslada a Madrid los mejores conceptos de la cocina asiática de calle: pocos platos pero muy auténticos, calidad de producto, proximidad entre la cocina, el servicio y el comensal y, por supuesto, precios de lo más asequible. Tan convincente es la propuesta que ya tiene su solete.

Igual que un clásico donde los haya: La Lorenza. Taberna muy conocida por lo bien que tiran las cañas y por sus callos. El local ha renovado su estética y parte de su carta sin abandonar las raíces: el canelón de manitas de cerdo, rabo de vaca y setas es de esos platos que resultan difíciles de olvidar.

Callos de La Lorenza. Foto: Sofía Moro | Guía Repsol.

Por último, no se puede escribir sobre Lavapiés sin hacer referencia a su noche, que la tiene. Desde luego, las terrazas de la calle de Argumosa, la que más bares y restaurantes concentra, permanecen abiertas hasta bien tarde.

Y quien quiera algo más de sofisticación y autenticidad, puede dejarse llevar por la sabiduría coctelera de Gintas y Dovi, pareja de lituanos al frente de Savas Bar (Sombrerería, 3).

La carta rebosa de cócteles clásicos aderezados con un toque de ingenio a unos precios muy asequibles (como impone la zona). Todo en un local impoluto forrado de azulejos, que antes fue una de las delegaciones de la conocida cerveza La Virgen.

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