En el estudio de Basquiat en Nueva York

33 años después de la muerte de Jean-Michel Basquiat, su familia inaugura una exposición con 200 obras y objetos que recrea el estudio del artista y la mítica discoteca Palladium que frecuentaba en Nueva York

‘King Pleasure’ incluye 200 piezas de Basquiat, muchas inéditas. Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

Hace poco más de un año, un cuadro de Jean-Michel Basquiat se subastaba en Nueva York por 93 millones de dólares. La obra, In This Case, una de las famosas calaveras del artista y propiedad hasta ese momento del diseñador de moda Valentino Giammetti, se había visto en la gran retrospectiva diseñada en 2018 por Frank Gehry para la Fundación Louis Vuitton en París.

Pese a lo estrastosférico de su precio, no ha sido la obra más cara vendida del artista, fallecido en 1988 con solo 27 años, un ‘honor’ que ostenta otra de estas calaveras, sin título, que el magnate japonés Yusaku Maezawa adquirió en 2017 por 110,5 millones de dólares.

Este mismo magnate, conocido por su coleccionismo y por su afición al turismo espacial (ha sido el primer civil en la Estación Espacial Internacional en una década y en 2023 se convertirá en el primer turista en orbitar la Luna) subastará, el próximo 18 de mayo en Nueva York, otra de las obras del artista en su poder, un autorretrato de dos metros y medio de alto y cinco de ancho de tonos rojos y asalmonados ejecutada en 1982. Valorado en 70 millones de dólares, los expertos estiman que Untitled podría marcar un nuevo récord, superando los 100 millones.

La muestra lleva el nombre de uno de los trabajos de Basquiat. Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

King Pleasure©

Las cifras hablan de uno de los artistas más cotizados del momento pero no tanto del impacto cultural y social de su obra. Precisamente esta última es la perspectiva que asume una exposición inédita que abre sus puertas este 9 de abril en Nueva York y que podrá verse hasta el 4 de septiembre.

La recreación del estudio que Basquiat tenía en la calle Great Jones del Lower East Side de Nueva York es uno de los puntos fuertes de la exposición

De nombre Jean-Michel Basquiat King Pleasure©, la muestra está organizada por la familia de Basquiat y busca recordar su vida desde sus inicios en el graffiti y el underground neoyorkino hasta situarse en el centro de la escena artística de la ciudad en la década de los 80.

En un tono intimista, reúne más de 200 piezas e invita a entrar en el estudio del artista, que es recreado junto a uno de los ambientes de la mítica discoteca Palladium que frecuentaba junto a figuras como Andy Warhol, Keith Haring y Grace Jones y que llegó a decorar con un gigantesco mural.

La recreación del estudio de Basquiat es el punto fuerte de la exposición. Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

Los recuerdos personales de Basquiat

Basquiat falleció hace más de treinta años, pero su impacto en la cultura no se ha diluido. Es el argumento de este itinerario, que se extiende por un total de 1.400 metros cuadrados en el edificio Starrett-Lehigh del barrio de Chelsea y que nos adentra en aspectos inéditos de la vida y obra de este artista irreverente y rompedor, al que bastaron 27 años -la edad que tenía cuando falleció en 1988 por una sobredosis de heroína- para crear más de mil pinturas y un número aún mayor de dibujos y convertirse en un icono pop.

A diferencia de las obras que se subastas por cifras grandilocuentes, la mayoría de las más de 200 piezas expuestas son desconocidas para el público. Con ella, explican los responsables de la exposición, se relata “una historia muy personal sobre la carrera de Jean-Michel contada por su familia”, algo en lo que nunca hasta ahora se habían embarcado.

La muestra toma el nombre de una de las pinturas de Basquiat, fechada en 1987, y también de un vocalista de jazz estadounidense cuyo éxito, Moody’s mood for love (1952), era el favorito del DJ Frankie Crocker de la emisora de música negra WBLS y que también gustaba mucho al padre del artista, Gerard Basquiat.

La muestra contiene mas de 200 piezas de Basquiat, muchas inéditas. Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

Su estudio en Great Jones

Esbozos infantiles con los que jugaba a ser reportero y detalles de su infancia entre en Brooklyn y Puerto Rico dan paso a ejemplos de arte urbano y a sus característicos dibujos de calaveras y coronas coloridas de trazo ancho que contribuyeron a catapultarlo a la élite artística en la década de los 80.

El arquitecto David Adjaye ha sido el encargado del diseño de la exposición, primera organizada por las hermanas de Basquiat

Entre los platos fuertes de la muestra está la recreación de su estudio en la calle Great Jones, en el bohemio Lower East Side, que invita a colarse en el proceso creativo del artista mientras se curiosea entre mesas cubiertas de tubos de pintura, copas de vino, libros y películas, con un hilo musical de fondo donde suena el jazz, el soul y la música disco que le gustaban.

También hay una recreación de la sala VIP del club Palladium, hoy sustituido por una residencia para estudiantes de la Universidad de Nueva York, que Basquiat decoró con un gran mural detrás de la barra llamado Un-Nile.

King Pleasure. Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

Además, se muestra Dry Cell, un enorme cuadro de fondo amarillo con la figura de un mandril pintada en medio, considerado el último de su carrera y que regaló a su padre, Gerard, quien dejó su trabajo como ejecutivo para proteger el legado de su hijo durante un cuarto de siglo hasta su muerte, en 2013.

Injusticias raciales

Con un montaje diseñado por el arquitecto David Adjaye, otra de las salas incluye vídeos y relatos de sus familiares, especialmente sus hermanas Lisane y Jeanine, que comparten anécdotas de su vida.

Fueron ellas quienes decidieron que era el momento para esta exposición y lo hicieron tras los convulsos momentos que siguieron al asesinato del afroamericano George Floyd por un policía blanco en la ciudad de Mineápolis.

Foto: Jorge Fuentelsaz | EFE.

Basquiat ya hablaba hace 33 años de esas injusticias raciales y esos abusos de las autoridades a la población negra en su tiempo. Él mismo se vio profundamente afectado por la muerte del grafitero negro Michael Steward, que entró en coma después de que la policía lo inmovilizara por la fuerza y cuya historia inspiró su obra de 1983 The Death of Michael Stewart (también conocida como Defacement) que pintó en el estudio de Keith Haring.

Estas preocupaciones sobre el trato que recibían artistas o deportistas negros se documentan en una galería llamada ‘La ironía del policía negro’, y que se complementa con otra en la que homenajea a sus “héroes”, figuras negras de la música como Nat King Cole, Thelonious Monk, Miles Davis o Charlie Parker.

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