Las increíbles imágenes del mayor concurso de fotos del mundo

Hay incontables concursos de fotografía, algunos dedicados al fotoperiodismo, otros a los contrastes del blanco y negro, los especializados en animales, viajes o retratos, etcétera.

Pero de todos los existentes pocos tienen un poder de convocatoria como el Sony World Photography Awards, que ha recibido más de 415.000 imágenes en su última edición.

Este concurso cuenta con varios apartados, como el Open (abierto), donde el jurado ha tenido que elegir entre 200.000 fotografías.

De aquí han salido 30 ganadores en la categoría Nacional, donde lamentablemente no hay ningún representante de España.

Sin embargo, eso no quita que podamos conocer algunas fantásticas imágenes, que muestran la diversidad del mundo y las variadas técnicas que estos profesionales y aficionados han utilizado.

Estática en movimiento

Sandra Handschin, de Suiza, fue una de las ganadoras con esta toma donde logra que una modelo estática represente una acción en movimiento.

“Para demostrar la naturaleza dinámica de esta joven atleta suiza trabajé con salpicaduras de agua y luces gelificadas”, contó Handschin.

Fotos como la de Rajeev Abeysekara demuestran que además de pericia técnica hay que tener una dosis de paciencia. Y de coraje

La mirada del predador

Rajeev Abeysekara, de Sri Lanka, logró la proeza de fotografiar a un leopardo en el Parque Nacional de Kumana.

“Lo encontré descansando en un árbol, observándome entre las ramas. Fue un encuentro inolvidable”, describió.

Escalera a las nubes

Desaru es una de las tantas localidades turísticas de Malasia. De allí es el fotógrafo Eng Tong Tan, quien realizó una bonita composición de unas cabañas con su escalinata que parece estar flotando en el aire.

Para lograr esta imagen de un embarcadero turístico, cuenta Tan, dejó que la cámara haga una exposición ultra lenta de 132 segundos. Y el resultado está a la vista.

Sueños de tortuga

Indiferente, la tortuga marina nada mientras debajo una buceadora queda absorta ante el reptil que parece volar sobre ella.

La foto pertenece a Thiện Nguyễn Ngọc, de Vietnam, y fue tomada en la costa de la isla Perhentian, en Malasia.

Sinfonía de la destrucción

A pesar de la destrucción que trae a su paso, las erupciones volcánicas son un imán para los fotógrafos de naturaleza.

Entre ellos está Niks Freimanis, de Letonia, quien realizó esta fotografía cuando el volcán del valle de Meradalir, en Islandia, estaba en su segundo día de erupción.

El muro de hielo

Huazheng Hong, de Singapur, viajó hasta Groenlandia para fotografiar los icebergs de Ilulissat.

Esos muros de hielo, que se extienden por kilómetros y kilómetros, a la distancia se ven tan altos como edificios de 100 pisos.

Niks Freimanis logra atrapar la belleza que trae la destrucción de una erupción volcánica

“Pero estos glaciares se extienden unos 2.100 metros más debajo del agua, y aportan más agua a los océanos que cualquier otro glaciar del hemisferio norte”, describre Hong.

Amanecer helado

En Laponia (Finlandia) era un día cualquiera, un amanecer casi idéntico al de ayer y al de mañana. Pero Roberto Pavić, de Croacia, logró crear una bonita composición con estos árboles llenos de nieve y el cielo que poco a poco va cambiando de colores.

Mañana de paz

Si Disney quisiera hacer una remake de Bambi con CGI, ya podrían llamar a Kyujin Jeong, de Corea, para hacer la fotografía oficial.

En el parque de Nara, en Japón, logró una toma casi perfecta con el sol de la mañana, los árboles con hojas rojas y un ciervo pastando.

Una buena muestra que para ser buen fotógrafo hace falta mucho más que tener un móvil de última generación.