Un hotel para dormir bajo las estrellas del Valle Sagrado de los Incas
StarDome Peru ofrece la experiencia de pasar la noche en un gigantesco domo transparente en el Valle Sagrado de los Incas, arrullados por la belleza escarpada de los Andes y el Machu Picchu

El Valle Sagrado como nadie lo ha vivido. Foto: StarDome Peru.
Seguramente la visita al Machu Picchu y el Valle Sagrado de los Incas sea una de las experiencias más inolvidables que pueda vivir un viajero. En pocos días, sin embargo, será posible descubrirlo de una forma aún más impactante: desde un domo transparente a la los pies del conocido como ‘monte viejo’ por los quechuas y bajo las mismas estrellas que, hace siglos, guiaron a los incas.
StarDome Perú, que comenzará a aceptar reservas el próximo 1 de febrero, ofrece no solo un alojamiento extraordinario, sino que también abre la puerta a conectar de forma íntima con la tierra sagrada y las tradiciones nativas.
Así, las vistas más alucinantes sobre la cima de la montaña sagrada se combinan con una inmersión auténtica con la cultura quechua a través de la interacción con la comunidad y la aproximación a la Madre Tierra. Tan profunda, avisan sus responsables, que te cambiará la vida. Desde luego, una aventura única en el Valle Sagrado de Perú y sobre el santuario histórico de Machu Picchu.
Glamping a 3.000 metros de altura
Ubicado entre Cuzco y Machu Picchu, solo un camino privado permite el acceso a StarDome Peru, lo que garantiza la máxima privacidad y tranquilidad de los viajes
La enorme cúpula del domo geodésico ubicado a las faldas de la montaña se convierte en una plataforma de excepción para mirar el cielo estrellado del Valle Sagrado
Una vez allí no espera un enorme domo geodésico asentado en la ladera de la montaña a 3.000 metros de altura que incluye 5 habitaciones. Corona la estructura un espacio diáfano bajo la imponente cúpula que ofrece vistas ininterrumpidas 360º a esta región de los Andes, así como a las mágicas noches estrelladas.
Tanto las suites como los espacios comunes están equipados con todas las comodidades y detalles de lujo como suelos de mármol calefactados, duchas privadas de piedra, delicada ropa de cama y mantas tejidas a mano o cerámicas inspiradas en los tradicionales motivos incas. Y, todo, en profunda conexión con la naturaleza.
Entre las suites, todas diferentes, encontramos las más básicas con vistas a un jardín privado y a la montaña y las dos que ofrecen vistas al Valle Sagrado (nunca vistas en ningún hotel hasta el momento).
La joya de la corona es la suite real, diseñada por el propietario del alojamiento, el canadiense Bob Berman, fundador también del centro de salud y bienestar Soul 7, en Toronto, y equipada con cama tamaño king, jacuzzi doble y una entrada privada a la plataforma de observación (StarDeck).
Además, ofrece vistas icónicas al Valle Sagrado, incluido el nevado Verónica, uno de los picos más altos de la cordillera Urubamba en la cordillera Oriental de los Andes peruanos.
Conexión con la cultura local
Berman, que visitó la zona “en busca de respuestas” tras la muerte de su mujer Jayne, entró en contacto con la comunidad quechua y uno de sus chamanes, Carlos Gibaja, que le permitió acercarse a la cultura nativa de las montañas del Valle Sagrado y sentir su especial energía.
De esa vivencia, pero también de la colaboración con la comunidad local, cuenta en su web, nació StarDome Lodge, donde se ofrece una experiencia de sanación holística que, promete, cambiará la vida de sus huéspedes.
De hecho, StarDome tiene muy en cuenta a la comunidad quechua local, no solo proporcionando trabajo a sus miembros (lo que además permite a los viajeros conocer a estas personas y su cultura), sino también destinando un porcentaje de sus ingresos a diferentes iniciativas educativas, ambientales y culturales en la zona.
Experiencias en la Montaña Sagrada
Si pasar la noche en un domo transparente al pie de la montaña sagrada del Machu Picchu no es suficiente, StarDome ofrece diferentes propuestas en la zona que van desde talleres de medicina vegetal a ceremonias místicas, además de visitas especiales a algunos de los destinos más populares de Perú, incluido el Templo del Sol en Ollantaytambo, el sitio arqueológico Pumamarca y, por supuesto, el Machu Picchu.
Además, todas las estancias, que pueden combinarse con noches en hoteles de cinco estrellas de Cuzco o Aguas Calientes, la puerta de entrada al Machu Picchu, incluyen una experiencia de observación de estrellas bajo la increíble bóveda de StarDeck, dotada con telescopios, y un espléndido desayuno tradicional en el Restaurante Apu, en un edificio anexo.
Recetas locales y experiencias gastronómicas privadas, como el descubrimiento de mercados autóctonos, conforman otra buena manera de acercarse a la cultura local, en este caso por la vía gastronómica.