Agricultura propone al sector un plan de reconversión de cítricos en la Comunitat Valenciana
“Con este plan queremos dar respuesta a una situación marcada por precios en origen insostenibles, competencia desleal de importaciones..."

Cítricos. Foto: Freepik.
El Gobierno de la Comunitat Valenciana ha iniciado la elaboración de un plan de reconversión de cítricos para responder a los graves retos que vive el sector citrícola, tras la reunión conjunta celebrada entre el conseller Miguel Barrachina y los representantes de las principales organizaciones agrarias valencianas.
El objetivo es: devolver competitividad, rentabilidad y estabilidad a una actividad que sostiene a más de 36.000 explotaciones y 148.488 hectáreas, pilar económico de numerosos municipios y miles de familias.
La citricultura valenciana enfrenta una crisis multisectorial marcada por precios en origen insostenibles, la aceleración de la competencia desleal por importaciones extracomunitarias (especialmente desde países mediterráneos y africanos), el envejecimiento de explotaciones y titulares y el constante abandono de pequeñas parcelas, especialmente en comarcas históricas como Castellón y La Plana.
El problema de la pinyolà (presencia de semillas en nuevas variedades polinizantes) afecta negativamente tanto al consumidor como a la comercialización internacional.
En esta campaña 2025/26, los datos de previsión sugieren una producción citrícola nuevamente por debajo de los 2,7 millones de toneladas en la autonomía –un descenso cercano al 3% respecto al año anterior– y cuatro ejercicios seguidos con cifras por debajo de los 6 millones a nivel nacional, lo que muestra una pérdida estructural de competitividad frente a regiones como Andalucía y Murcia, donde predominan explotaciones de mayor tamaño y tecnología.
Ejes del plan y consenso sectorial
En la reunión impulsada por el Consell se ha puesto el foco en la introducción de variedades rentables y competitivas, soluciones urgentes para el problema de la pinyolà y modernización de las explotaciones: acceso a nuevas tecnologías, relevo generacional, colaboración entre cooperativas y fomento de la asociación agraria.
El plan busca revitalizar zonas abandonadas, mejorar el posicionamiento comercial internacional del cítrico valenciano y reforzar la estabilidad de miles de familias que dependen de este cultivo.
Los representantes agrarios —AVA-ASAJA, INTERCITRUS, La UNIÓ, UPA, ASAJA Alicante, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias— han pedido un presupuesto suficiente y líneas de ayudas directas para plantaciones, formación, digitalización y adaptación al nuevo contexto comercial y medioambiental.
También se ha subrayado la importancia de consensuar medidas para evitar el colapso de zonas afectadas por la sequía, los pedriscos y las tormentas, problemas que en 2025 ya han dañado más de 8.000 hectáreas en Castellón y Valencia.
Modernización y perspectiva internacional
El conseller Barrachina ha defendido que este nuevo plan debe nacer “fruto de la colaboración y consenso con las organizaciones agrarias”, involucrando al sector en todas las fases y garantizando así la eficacia real de las medidas.
Se prevé el lanzamiento de incentivos para la implantación de variedades sin semillas, el impulso de la transformación de fincas con baja productividad y la mejora de la comercialización en mercados exteriores, donde el cítrico valenciano aún tiene margen para reforzar su imagen y diversificar destinos.