La entrada de Marruecos en Boluda dispara las alarmas en el tráfico marítimo español

El pacto entre Pedro Sánchez y Aziz Akhannouch anima a las empresas marroquís a invertir en España y a España a financiar las inversiones de Marruecos

Vicente Boluda y Arcadi España atienden a los medios de comunicación antes de celebrar un almuerzo-coloquio de AVE

La operación por la que el gobierno de Marruecos ha entrado en la compañía de Vicente Boluda, principal operador martímo español, ha hecho saltar las alarmas por las implicaciones geoestratégicas que tiene. El gobierno de Pedro Sánchez ha tenido una reacción opuesta a la que desplegó cuando los árabes de STC pusieron el foco en Telefónica.

En vez de saltar para la defensa de una empresa estratégica, el presidente del Gobierno español había pactado con el marroquí una hoja de ruta marítima conjunta que cuadra con la cesión que supone la entrada del Reino de Marruecos en una empresa estratégica como es la corporación de Boluda. Desde el sector portuario se considera «una contraprestación pactada» el hecho de que Marsa Maroc (empresa pública marroquí) compre el 45% de la gestora de terminales de Boluda.

La operación se anunció el 16 de diciembre, aunque apuntando que la operación había sido autorizada por el Consejo de Administración de Marsa Maroc en una reunión del 19 de noviembre de 2025. Entre medias, se produjo la reunión de alto nivel entre Marruecos y España, que se celebró el 4 de diciembre. En aquella reunión, Pedro Sánchez y Aziz Akhannouch, jefe del gobierno del Reino de Marruecos, pactaron un nuevo marco de relaciones portuarias que ha hecho saltar las alarmas en el sector portuario por las implicaciones que tiene y cuya primera prueba es la entrada en el accionariado de Boluda.

En la declaración conjunta que ambos firmaron se habla de que «reafirman su voluntad de ensanchar aún más los horizontes de su sólida y fecunda relación bilateral» y de crear un «espacio de cooperación, prosperidad y seguridad en el Mediterráneo».

Hay varios puntos en los que se allana la entrada de Marsa Maroc en Boluda. El pacto entre Pedro Sánchez y Aziz Akhannouch acuerda: «Ambas partes animan a las empresas marroquíes a invertir en España, aprovechando su estabilidad, sus infraestructuras y el dinamismo de su economía, y a aprovechar las posibilidades que ofrece como vía de acceso a la Unión Europea y a América Latina».

El foco, entre otros sectores, está en el sector portuario hasta el punto en el que España se compromete a ser el financiador de Marruecos en esta materia. Esta decisión es especialmente sensible por los ETS, es decir, por los impuestos que pagan los contenedores que llegan a Europa y que se dejan de abonar si se utilizan como puertos de distribución los ubicados en Marruecos, como es el caso de Tánger Med. Esta competencia que Sánchez se comprometió a financiar es la que penaliza a los puertos de Algeciras, Valencia y Barcelona en la medida de que pierden tráfico de transbordo.

En concreto, el acuerdo dice: «Los dos países procurarán utilizar los instrumentos financieros de España para respaldar proyectos de interés prioritario para ambas partes que serán ejecutados por el Gobierno marroquí, en particular, en materia de infraestructuras, energías renovables, infraestructuras hidráulicas estructuradoras (desalinización, transferencia entre cuencas, reutilización de aguas residuales), corredores logísticos y portuarios».

Además, el acuerdo entre España y Marruecos afirma que «las dos partes estudiarán la posibilidad de llevar a cabo proyectos de movilidad profesional y formación en España, especialmente en el ámbito de los conductores de transporte terrestre», lo que supone un punto de conflicto que ya existe con el paso de conductores marroquís a España a través del «puente de Marruecos».

El pacto del 4 de diciembre tras la reunión de alto nivel entre Marruecos y España, además de querer potenciar la industria automovilística en Marruecos que tanto puede perjudicar a la ubicada en España, apuesta por «agilizar y modernizar los procesos logísticos portuarios, armonizar y garantizar la interoperabilidad numérica y digital de los sistemas de información portuarios y aduaneros, incorporando las consideraciones de seguridad marítima y ciberseguridad portuaria, y desarrollar infraestructuras marítimas sostenibles».

La clave Aponte (MSC) en la cesión a Boluda

Las fuentes portuarias consultadas por Economía Digital inciden en que para entender la operación de Marsa Maroc con Boluda hay que retrotraerse a la operación que previamente hizo Vicente Boluda con Aponte, filial de MSC. Esta alianza, que finalmente fue aprobada en junio de este año, convierte a Boluda y a MSC en socios. Y a Mar Chao, presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, en colaborada necesaria en la medida que aprobó la solicitud de hipoteca de la concesión de Boluda en la APV para financiar esta operación.

«Los intereses de MSC enfrente de Canarias son muy fuertes y el gobierno de Marruecos le ha permitido que se instale allí. La operación parece una contraprestación pactada en la que dejan a MSC entrar en Marruecos a cambio de que Marruecos entre España«, explican desde el análisis portuario sin entrar en los motivos que llevan a Pedro Sánchez a tomar esta decisión.

Desde el punto de vista de canario, lo que busca Marsa Maroc es complementar sus puertos en Nador, Casablanca y Agadir con puertos como el de Las Palmas, un aspecto que ya han señalado expertos del sector. La compañía de Boluda en la que la empresa pública marroquí ha entrado tiene  nueve terminales ubicadas en los puertos de Las Palmas, La Palma, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, Sevilla, Vilagarcía, Cádiz (Concasa) y Santander.

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