Máximo Buch borra de Lantania el último vinculo con Aynat y los préstamos vinculados a Gedesco
La última cuota de la financiación "Gedesco Innovfin" se abonó a principios de este año

Máximo Buch, consejero del Grupo Lantania, en la mesa de Infraestructuras en el marco de la jornada ‘La Reconstrucción’, organizada por Economía Digital en Torrent (Valencia)
Los vínculos entre Máximo Buch y Antonio Aynat que existieron en Lantania han acabado. Las últimas cuentas anuales presentadas por el grupo de infraestructuras reflejan que sólo quedaba una cuota de 101.250 euros de un préstamo de 4,8 millones en una financiación de Gedesco Innovfin,
S.L.
Según explican desde Lantania, esta última cuota ya ha sido abonada por lo que la compañía ha deshecho su última vinculación con Gedesco. «Antes del conflicto, Gedesco era parte del pool financiador y formaba parte de las operaciones alternativas que realizábamos», explica Andrés Álvarez, director financiero del grupo Lantania.
Cuando la batalla judicial entre Antonio Aynat y Máximo Buch se inició, Lantania empezó a deshacer posiciones con Gedesco de manera que el último gran préstamo que tenía con el grupo Gedesco se cerró en 2023. Se trataba de una operación de ocho millones de euros por las que se pagaba más de un 7% de interés y que en noviembre de 2023 se devolvió. «Cuando comenzó el conflicto, dejamos de trabajar con Gedesco», recuerda el CFO de Lantania.
Tras ese préstamo, y tal como figura en la cuenta de resultados de Lantania, todavía quedaba una financiación denominada «Gedesco Innovfin SL», contratada el 31 de diciembre de 2019. Desde Lantania matizan que en esa operación y pese a su nombre Gedesco no es el que presta el dinero sino que sólo actúa como comercializador de la deuda.
Tras desvincularse de Gedesco y constatar un fuerte crecimiento en la compañía, Lantania presentó resultados de 2024 con cifras récord. La cifra de negocios del Grupo alcanzó los 393 millones de euros, un incremento cercano al 5% frente a los 375 millones de euros del ejercicio anterior.
«Este rendimiento le ha permitido alcanzar una cartera de proyectos superior a los 1.000 millones de euros, consolidando su posición en un entorno complejo y altamente competitivo», aseguran desde la compañía.
La demora en el inicio de varios proyectos ha desplazado a 2025 parte de la actividad prevista. La facturación se quedó a las puertas de superar los 400 millones de euros debido al retraso en el arranque de algunos grandes desarrollos, cuyos contratos se han formalizado a comienzos de este año, como la desaladora de Ras Mohaisen en Arabia Saudí. Por su parte, el resultado bruto de explotación (EBITDA) se situó en 13,1 millones de euros, mejorando un 5% respecto a los 12,5 millones registrados el año anterior.
En el plano financiero, sobresale la diversificación de sus fuentes de liquidez mediante la primera emisión de pagarés en el MARF, por un importe vivo de hasta 50 millones de euros.
La división de Energía lideró la contratación del Grupo, concentrando el 37% del total, lo que refleja el compromiso de la compañía en la generación renovable y su contribución a la mejora de la red de transmisión eléctrica. En 2024, esta área firmó contratos por un valor cercano a los 200 millones de euros, entre los que destacan las infraestructuras de evacuación de los parques solares del nudo de Tordesillas (60 millones), la construcción de la primera subestación eléctrica del Puerto de Valencia más la incorporación de 138 MW en tres plantas de generación solar-fotovoltaica.
El negocio de Agua consolidó un crecimiento significativo, representando el 20% de la contratación. Los proyectos de mayor envergadura incluyen el complejo de tratamiento de biosólidos en NEOM (Arabia Saudí), por valor de 77 millones de euros, la ampliación de la EDAR de Villanueva de la Torre (Guadalajara) y la planta de tratamiento de aguas industriales para Falait, en Argelia. Para el área de grandes proyectos de agua, 2024 ha representado su completa consolidación alcanzando una cartera superior a los 430 millones de euros.
La división de Infraestructuras, con una contribución del 15% al total, avanzó con contratos relevantes como la segunda fase del complejo ferroviario de Valladolid, por 61 millones de euros, que realiza en consorcio con Copcisa, y la renovación del enlace entre la autovía A-4 y la SE-20 en Sevilla, una ejecución valorada en 26,3 millones de euros.
En el área de Edificación, el 19% de la contratación se tradujo en proyectos como la construcción de 200 viviendas (130 en Valdebebas y 70 en Córdoba) con un presupuesto de 30 millones de euros, ejecutada por Gestilar Construcciones, y la edificación del Tribunal de Apelación de Lodz, en Polonia, por 25 millones, a cargo de Balzola Polska.
Por último, Servicios aportó el 9% restante, destacando la renovación del contrato para la conservación del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid‑Barajas, por un valor de 14,4 millones de euros para los próximos dos años, así como uno de los contratos de conservación de la jardinería, arbolado y espacios verdes del Ayuntamiento de Sevilla, por 10 millones de euros.
A su vez, la expansión internacional ganó impulso, alcanzando el 31% del volumen de contratación en el exterior, frente al 23% del ejercicio anterior, con presencia creciente en Arabia Saudí y Polonia.