Banesco absorbe Novagalicia sin red

El FROB adjudica la entidad por 1.003 millones a los venezolanos, que pagan un 50% más que sus rivales y renuncian a esquemas de protección de activos ni garantías adicionales

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Saltó sin red y lo consiguió. Ni esquemas de protección de activos ni garantías adicionales frente a los riesgos a los que podría que tener que hacer frente NCG en un futuro. Y poniendo encima de la mesa 1.003 millones de euros, un 50% más que sus rivales y al menos 200 millones de euros por encima de la propuesta que más se le acercaba. El FROB anuncia la operación de venta a lo que denomina Etcheverría/Banesco en la primera ronda, contra todo pronóstico, y sin llegar a abrir la segunda fase.

Los 1.003 millones que paga Banesco tienen incorporadas las dos carteras de fallidos que se incluían en el proceso. La operación queda sujeta a las autoridades de Bruselas, pero al FROB no le han hecho falta trámites que parecían cantados, y directamente reunió el jueves a su comisión rectora y procedió a valorar las propuestas. El FRO se felicitó ayer por haber minimizado las ayudas públicas en el proceso de subasta que finalmente se han llevado los venezolanos de Banesco.

La sorpresa

La irrupción de Banesco en la subasta de Novagalicia Banco incorporó un actor de última hora pero cuya apuesta comenzó a ser valorada en la puja en las últimas semanas. Sobre todo desde San Caetano. De hecho, el presidente del primer banco privado venezolano, Juan Carlos Escotet, se tomó a la vuelta del verano como un reto la operación pese a haber perdido hace unos meses la subasta del Banco Gallego, otra participada por NCG. Se había llevado antes, al finales del año pasado, el Etcheverría, del que mantiene sede y equipo directivo, y compró parte de la red (66 oficinas) del banco nacionalizado que todavía preside José María Castellano.

Todo parece indicar que el nuevo comprador de Novagalicia apostará por una sede operativa radicada en Galicia, con los servicios centrales repartidos entre A Coruña y Vigo, lo que conllevará el mantenimiento del empleo, una de las promesas de Escotet incorporadas a la propuesta presentada ante el FROB. Además del precio, unos mil millones, lo que supone doblar a sus rivales directos, otro de los planteamientos de su oferta, sin concreción pública hasta ahora, era fomentar su inversión crediticia y renunciar al cierre de oficinas. Sin embargo, las presiones ejercidas desde Galicia, con un apoyo explícito desde la Xunta en la última fase de la subasta, lograron inclinar la balanza, a lo que se sumó el precio a pagar, lo que convirtió su opción en determinante a ojos del FROB y el Banco de España.

Fuentes de la entidad venezolana aclaran que, pese a su expansión internacional, la adquisición del Etcheverría fue la operación de compra de mayor calado de cuantas ha realizado hasta la fecha, y siempre con recursos propios. Ahora, las mismas fuentes, admiten que tendrá que recurrir a financiación extraordinaria para asumir la operación.

Conexiones en la operación

Dos han sido las claves de las conexiones de Escotet en la «operación NCG». De un lado, ha tenido el apoyo, relativo en un principio, del propio Feijóo, que después del verano decidió enfriar su apuesta por el fondo estadounidense Guggehheim, la opción nítida de José María Castellano desde hace años. También se especuló con un alianza entre el fondo norteamericano y el propio Banesco, desterrada por los venezolanos. El «puente» entre Novagalicia y el equipo de Escotet no ha sido otro que Francisco Botas, el consejero delegado del Etcheverría, adquirido por Banesco, ya que su relación con José María Castellano se remonta a los tiempos que acompañó al presidente de NCG en su larga etapa en Inditex. Botas dejó grupo textil por una oferta profesional del Etcheverría.

Banesco presentaba una capacidad limitada en la puja frente a BBVA, Santander y Caixabank, ya que no podía beneficiarse de los 2.260 millones de ahorros fiscales que sí sumaría la banca nacional. E, inicialmente, también con respecto a los fondos internacionales que planteaba Castellano, pero tiene a su favor que no es un desconocido para el Banco de España. A la reciente compra del Etcheverría, el banco venezolano suma una estructura holding domiciliada en Madrid desde noviembre de 2007. Ello le ha permitido mantener ficha bancaria al margen del Etcheverría y también estar reconocido por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria dentro del Régimen de Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros.

La opción de la complementariedad

La opción de Banesco es bien vista desde esferas autonómicas como candidato a hacerse con NCG al haber explicitado su apuesta por el Etcheverría manteniendo su marca, su equipo directivo, su sede y solo introduciendo cambios en el consejo de administración, al que se incorporó el propio Escotet en calidad de vicepresidente. A todo ello acompañó un plan de expansión que fue lo que le llevó a irrumpir en la subasta por NCG. Junto a Escotet, su cúpula reparte sus orígenes entre Galicia, Asturias y León. Es decir, Banesco, y no solo Guggenheim, ofrecería a NCG el mantenimiento relativo de los centros de decisión en Galicia, ya que además su estructura en Madrid es reducida.

Banesco es el primer banco privado de Venezuela, con un balance superior a los 35.000 millones de dólares y 14.000 empleados. Está presente en Estados Unidos, con dos bancos, además de en Venezuela, Colombia, Puerto Rico, Panamá y República Dominicana. Su actividad se centra en banca y seguros, y es el octavo operador mundial de medios de pago. Su presidente, Juan Carlos Escotet y la mayoría de integrantes del Consejo de Administración tienen orígenes gallegos y asturianos.

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