Competencia descarta la “burda manipulación” de los precios eléctricos

La CNMC finaliza la investigación sobre la subasta del mes pasado, que anticipaba una subida del recibo de más del 11%; Soria acusó a las energéticas de manipulación de los mercados

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La investigación sobre la subasta eléctrica del mes pasado, que anticipaba una subida del recibo de la luz de más del 11%, ha concluido que las eléctricas no manosearon los mercados. No hubo, por tanto, “una burda manipulación” de los precios, como aseguró en caliente el ministro de Industria, José Manuel Soria (PP).

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sí considera probado que el sistema de subastas tiene “problemas técnicos” y admite que el día que se celebró la última licitación se produjo un tirón inusual en los precios.

Denuncias reiteradas

El próximo martes, los consejeros del órgano supervisor estudiarán el informe final y pondrán más énfasis en cómo mejorar el diseño técnico del proceso, que define la evolución del recibo de la luz. La propia CNMC ya había denunciado en numerosas ocasiones las deficiencias que, a su juicio, trufan la venta de electricidad en el mercado mayorista.

Soria no tomó en consideración esas advertencias hasta el pasado diciembre, cuando basándose en un dictamen provisional elaborado en pocas horas, optó por dejar sin efecto la subida fijada por la polémica subasta. Como alternativa, el Gobierno dictó mediante el Boletín Oficial del Estado un encarecimiento del 2,3%.

Sin transparencia

En el documento definitivo, Competencia expone que la diferencia de precio registrada en diciembre fue la más elevada de los últimos diez procesos, cuyo diferencial no superó en ningún caso el 2%. Se aclara que el tarifazo del 11% se debe a un comportamiento del mercado de futuros.

Los técnicos del Gobierno, sin embargo, no aprecian evidencias de que el pico fuera consecuencia de un pacto entre los participantes en la puja. La CNMC precisa que obtener pruebas de ese tipo de conductas es muy difícil, especialmente cuando los mayores agentes de la subasta fueron bancos de inversión e intermediarios internacionales.

Ismael García Villarejo

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